Cruzar La Noche

Capítulo 1: Mariana y Mónica llegan a la quinta "Palma sola" y conocen accidentalmente a Pablo, que se encontraba repartiendo pedidos en su ciclomotor. Mariana y Pablo se caen mal desde el principio. Se describe la casa donde la protagonista vivirá durante toda esta historia: un parque alfombrado de césped verde y salpicado por matas de flores, plátanos enormes que anunciaban su sombra fresca sobre la galería de arcadas blancas con baldosas coloradas, pérgolas cubiertas de jazmines endulzaban el aire y debajo de la galería asomaban cacharros toscos de barro, de los que salían los brazos verdes de los helechos. Por dentro había muebles rústicos, con las pinturas de otras épocas, con los olores antiguos que la habitaban.

Capítulo 2: Mariana escribe en su diario íntimo, volcando sus pensamientos y la descripción de su nuevo hogar. Se cruza varias veces con Pablo en la parada del colectivo, pero ella finge no verlo. Mariana recibe una carta de su madre, donde le comenta las primeras novedades de su viaje. Describe el hospital como un lugar lujoso y le advierte que evite murmuraciones de la gente y que intente tener una buena convivencia con su tía.

Capítulo 3: Se hace la presentación de los nuevos amigos y compañeros de Mariana. Pablo y Nano (mejores amigos) iban a una escuela mixta con Gastón, Loli y Cris. Mientras que Betiana, Débora y Mariana iban a una escuela religiosa. Pablo había mantenido un romance con Cris, pero ya no estaban más juntos. Nano se enamora de Mariana. En el vivero de Ana (madre de Pablo) se presenta un cliente misterioso, con la intención de comprar 30 espinos de fuego.

Capítulo 4: Mariana es invitada a salir el domingo al río con sus nuevos amigos. Mónica se dirige al pueblo a buscar unos papeles y cuando estaba caminando por las calles, observa a una persona que fingía mirar el paisaje, cuando en realidad la estaba espiando.

Capítulo 5: Era un domingo nublado y fresco. De a ratos lloviznaba. Todos quedaron de encontrarse en la plaza y luego determinar a donde irían. Los chicos presentaron a Mariana con Pablo que, pese a conocerse, ella lo miraba con cierto desprecio, mientras que él la trataba con indiferencia. Finalmente fueron a pasar el día en un rancho. Mariana se burlaba del auto antiguo de Pablo. Cuando estaban por regresar a sus hogares, ella resbala y cae al suelo (embarrandose toda). Las risas de Pablo enfurecieron a Mariana y comenzó a salpicarlo con barro. Como no paraba de reirse, le quitó la guitarra de las manos y la arrojó al río. Pablo tuvo que tirarse al agua para recuperarla. La relación entre ellos empeoraba.

Capítulo 6: Los chicos regresaron del rancho. Mariana tuvo que aceptar que Pablo la llevara, por que le avergonzaba más decir que no había llevado dinero para volver viajando. Mónica se encontraba en la casa de su abuela, buscando unos papales. Mariana llegó a la quinta, se dió un baño y fue a la casa de su abuela. Mientras ayudaba a Mónica a buscar unos papeles, encuentra una carta que le había escrito Mercedes a su madre. En ella se rebelaba que no podía tener hijos. Mariana se entera que es adoptada. Después de una crisis de nervios, se encierra en el baño.

Capítulo 7: Después de haber leído un par de cartas, confirmó que Mónica realmente no sabía nada. Habían transcurrido dos semanas desde que Mariana se había enterado que no era hija de Mercedes y Mauricio. Ya no tenía deseos de vivir. No le importaba la escuela, no comía y no se preocupaba por su aspecto personal. Ni siquiera había abierto la nueva carta que le había escrito su madre adoptiva. Mónica comienza a recriminar a Mariana, tratándola de egoísta e inmadura. Esto provocó la broca de ella, quien se lanzó contra su tía para golpearla. Mónica logró lo que deseaba: que Mariana se desahogara y largara toda su tristeza.

Capítulo 8: Era un fin de semana largo. Pablo salió a caminar y se encontró a Mariana. Pese a las pocas ganas que tenía de estar con él, Pablo le hacía bromas y lograba hacerla sonreír. Esto hacía que hubiera un poco más de confianza entre ellos. Entraron al cementerio y mientras recorrían las tumbas, Mariana comenzó a burlarse de la imágen de un difunto, sin saber que se trataba del padre de Pablo. Al enterarse, ella se quedó mal y se disculpó muchas veces con él. Luego de hablar por mucho tiempo, Mariana le confesó que era adoptada. Mientras tanto, Ana le comentaba a Mónica que necesitaba ayuda con su hijo, ya que no lograba que él y su novio, Sergio, pudieran llevárse bién. Mónica decidió ayudarla, con la excusa de invitar a Pablo a su casa para darle unas clases de cerámica. Pablo y Mariana comenzaron a husmear en un depósito de cadáveres que estaba sin llave. Cuando Pablo la ayudó a treparse, tuvo el agrado de tocar su cintura y sentir su cuerpo tan pequeño y hermoso, haciendo que no le dieran ganas de soltarla. Cuando fueron descubiertos, Pablo tomó de la mano a Mariana y salieron corriendo. Ella se lastimó todos los pies y una vez que se detuvieron, comenzó a sacarle las espinas que tenía clavadas. Se demoró un poco revisando si no quedaba alguna, pasando sus manos con suavidad, en un gesto que se asemejaba mucho a una caricia. La relación entre ellos comenzaba a cambiar.

Capítulo 9: Nano le dijo a Pablo que el domingo irían al río y que se le iba a declarar a Mariana. Pablo estaba callado, consecuencia de la relación que estaba llevando con su madre. Esa misma noche Mariana decidió abrir todas las cartas que le había mandado su "madre". Allí se enteró que habían postergado la operación de su "padre". Luego se puso a escribir en su diario. En él relataba su estado de ánimo y que tenía una idea equivocada sobre Pablo. Ahora le estaba cayendo mejor. Luego cerró su diario y se acostó abrazando a su ojo de peluche.

Capítulo 10: Pablo fue a Palma Sola para que Mónica le enseñara a hacer figuras de barro. Mariana se sumó a la clase. Mientras tanto, el hombre que anteriormente le había comprado 30 espinos de fuego, se presentó nuevamente en el vivero. Este hombre comenzó a amenazar a Ana, diciéndole que su hijo había cruzado varias veces por la calle de su propiedad (con la intención de acortar camino) y que la próxima lo iba a matar. Luego de amenazarla, se fue sin esperar una respuesta. Pablo decidió ayudar a Mariana a descubrir su verdadera identidad. Ana recibió una invitación donde se iban a reencontrar sus compañeros de la secundaria.

Capítulo 11: Mónica estuvo hablando inutilmente con Pablo. No había manera de que él aceptara al novio de su madre. Desde el domingo que habían ido al río, Mariana mantuvo una postura distante con Pablo. Repentinamente dejó de hablarle. Esa misma tarde Ana y Pablo miraban

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