Cómo solventar la brecha de financiamiento para la conservación del Parque Nacional

Cómo solventar la brecha de financiamiento para la conservación del Parque Nacional Llanganates[pic 1]

Autora: Gabriela Martínez

Resumen

     El Ecuador es un país cuya riqueza natural es incuantificable, el 20% de su superficie está destinada a 50 áreas protegidas, entre ellos podemos mencionar al Parque Nacional Llanganates como una de las más importantes debido a su extensión, a la diversidad de climas y suelos que abarca y a la inmensa cantidad de especies de flora y fauna que en él habitan; tiene un alto número de especies endémicas, tanto animales como vegetales, uno de sus recursos más destacados es el agua, ya que existen lagunas, pantanos y humedales, además de un alto nivel de pluviosidad, sin embargo mantiene una brecha de financiamiento que impide una conservación óptima de sus recursos, de hecho el presupuesto con que cuenta apenas alcanza a cubrir la línea base que ha sido planteada y está lejos del escenario ideal, aunque el Estado ecuatoriano ha aumentado el monto asignado, esto resulta insuficiente y éste apenas cuenta con 5 personas para su manejo.

Como alternativa para cubrir dicha brecha, se plantea la ejecución de un proyecto de turismo comunitario, que involucre a los habitantes de la zona y a las autoridades, con el fin de generar recursos que ayuden a conservar el ecosistema, dar a conocer la importancia del parque y promocionar la cultura de la región.

El turismo comunitario tiene implicaciones ambientales como el uso responsable del agua, la infraestructura que vaya de acuerdo con el paisaje, el manejo apropiado de desechos y el tratamiento de la flora y fauna; requiere condiciones técnicas y financieras para su ejecución; y sujetarse a las disposiciones legales vigentes en el país. De igual forma, tiene una implicación cultural que se suma a los atractivos naturales, la cual, sumada al aspecto ambiental, técnico y económico, permitirá que esta iniciativa sea una solución a la brecha de financiamiento que mantiene al parque en la actualidad.

Introducción

     Durante las últimas décadas la conservación del medio ambiente ha tomado gran relevancia dentro de las políticas estatales, pues los bosques, las fuentes de agua y la biodiversidad son fundamentales para el futuro de la humanidad. El Ecuador es uno de los países más megadiversos del planeta, por ello, en 1976 se creó el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Ecuadortouristique, 2011), el cual abarca 19 millones de hectáreas que representan aproximadamente el 20% del territorio, repartidas en 50 áreas protegidas (Ministerio del Ambiente, s.f.). El manejo de estas áreas es parte de la política ambiental del país y se basa en cuatro ejes que son: el desarrollo de normas para facilitar la sostenibilidad financiera, el fortalecimiento de las capacidades institucionales, el aporte de las áreas protegidas a la economía nacional y la puesta en marcha de negocios exitosos en las áreas protegidas (Ministerio del Ambiente, s.f.); para esto, el Estado ecuatoriano, a través del Sistema Nacional de Áreas Protegidas realiza inversiones en infraestructura, en capacitación, en fomento a los emprendimientos comunales y en el desarrollo del turismo sustentable.

Las áreas protegidas se clasifican en Parques Nacionales, Reservas Ecológicas, Reservas Biológicas, Reservas Faunísticas, Reservas Geobotánicas, Refugios de Vida Silvestre y Áreas de Recreación (Dirección Nacional de Biodiversidad y Áreas Protegidas, 2005), entre los Parques Nacionales, ubicado en las provincias de Tungurahua, Napo, Cotopaxi y Pastaza se encuentra el Parque Nacional Llanganates (PNLL), cuya importancia ecológica es inmensa, pues cubre una amplia extensión que llega a 220 mil hectáreas, tiene tres tipos de clima, altas precipitaciones, gran cantidad de lagunas y pantanos, que lo convierten en una fuente de provisión de agua fundamental para las provincias en las que se encuentra; además, debido a su ubicación tiene diversos tipos de suelo que albergan 330 especies vegetales endémicas, 46 especies de mamíferos, 231 especies de aves, 21 especies de anfibios, 2 de reptiles y una cantidad indeterminada de peces e invertebrados (Ministerio del Ambiente, 2013). Toda esta riqueza natural se encuentra desprotegida, pues apenas cuenta con 5 personas a cargo, que resultan insuficientes para la extensión que tiene el parque, también se pueden citar varios problemas como la falta de delimitación, la caza y pesca furtivas, la contaminación de las fuentes hídricas, la quema de pastizales, la introducción de especies, y las actividades agropecuarias sin control (Ministerio del Ambiente, 2013). Sumado a los problemas citados, se tiene un déficit de financiamiento que requiere de alternativas para su cobertura.

El PNLL cuenta con diversas fuentes de financiamiento que cubren gran parte de sus necesidades de fondos, recursos fiscales, autogestión, fondo de áreas protegidas, convenios con organismo multilaterales y donaciones. El monto de estos recursos alcanza para cubrir la línea base financiera, que representa el 17% del escenario ideal y el 43% del escenario de consolidación, esto quiere decir que existe una brecha de financiamiento que impide ejecutar de manera adecuada proyectos e inversiones para el manejo y la conservación del lugar, lo cual al expresar en términos monetarios se desglosa de la siguiente manera:

Fuente: (Ministerio del Ambiente, 2013)

Cabe mencionar que entre 2006 y 2013, el presupuesto destinado a la conservación de áreas protegidas se incrementó casi 9 veces, sin embargo los recursos aún no son suficientes y se puede notar que existe una brecha de 1.850.533 dólares para alcanzar el escenario ideal. El PNLL se encuentra dividido en cinco zonas, de las cuales solamente una pertenece a centros poblados en la cual están permitidas actividades humanas reguladas como ecoturismo, infraestructura de captación, embalses y conducción de agua o vías de acceso (Ministerio del Ambiente, 2013); en la mayor parte del PNLL solamente se permiten actividades humanas relacionadas con la investigación.

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