DE CADENAS Y DE HOMBRES

DE CADENAS Y DE HOMBRES

La Cadena de producción se presenta distinta a lo imaginado. Evocaba un encadenamiento intenso y marcado, sus movimientos parecen imperceptibles y de una monotonía resignada.

Tres sensaciones delimitan este nuevo universo. El olor: un olor áspero de hierro quemado, el ruido: los taladros, los zumbidos de los sopletes, los martillos sobre las láminas y el gris los muros del taller, los armazones metálicas la ropa de los obreros.

Hay tres categorías de peones (m1, m2, m3) y tres categorías de obreros especializados (o.s.1, o.s.2 y o.s.3). Los negros son m1, en el punto más bajo de la escala. Los árabes son m.2 o m.3. Los españoles y portugueses y demás inmigrantes y europeos son por lo general o.s.1. Los franceses son o.s.2 y se llega a ser o.s.3 según la buena voluntad de los jefes.

El joven fracasa en el taller de soldadura y en otras funciones hasta quedar en los balancines. Su percepción varía, el desplazamiento de los coches aparece tan implacable como un torrente imposible de controlar. El obrero es el que debe estar en movimiento la acumulación de retraso es lo que se llama hundirse y a veces es tan angustioso.

El primer día fue una pesadilla es aterrador para cualquiera. De no ser por la ayuda del argelino Mouloud o del yugoslavo Georges, el hundimiento era seguro. La Citroën es una máquina de devorar inmigrantes. Vertiginoso torbellino de nacionalidades, de sociedades destruidas, arrojadas a los múltiples canales de drenaje de la fuerza de trabajo. Mouloud como otros inmigrantes tiene la categoría más baja pronto escupirá pedazos de estaño ningún cuerpo está a salvo.

El peligro es conformarse con el puro milagro de sobrevivir. Nunca había percibido el sentido del término economía.

Cada minuto de descanso es como una gran estafa, para Citroën todos los obreros son delincuentes que todavía no han sido atrapados con las manos en la masa.

En la cadena, a hurtadillas de los jefes, se discute y se traban amistades. Junot, presidente de sanciones y despidos, ex militar colonial que cambió el ejército por la Citröen. Para la mayoría, el sindicato es una institución más de la fábrica.

Lunes 17 de febrero

Las cinco en punto y el taller de la gran cadena está parado. varias decenas de obreros han abandonado sus puestos, los hueco han detenido la cadena, pero son muchos mas los que permanecen en su sitio y salen preocupados, los jefes, los ajustadores, los capataces van a tratar de remplazar a los que faltan para poner de nuevo en marcha maquinas. El joven se ha hecho una promesa cualquiera que sea el resultado de la lucha, por dura que sea la represión, no renunciar. Paralizar la gran cadena es la meta.

La repercusión es nuestra dignidad lo que quieren quebrar con ese trabajo gratuito, repiten en todas las lenguas, la huelga se va construyendo, puesto por puesto, hombre por hombre y ya está en marcha. La gran cadena se paraliza por completo. Han parado más de 400 obreros.

Martes 18. La Citröen echa a rodar su maquinaria antihuelga: los jefes nos enfrentaron con el desprecio se niegan a trabajar tres cuartos de hora más muy bien, le mostraremos lo que podemos hacer con las nueve horas y cuarto que todavía están en nuestro poder: las haremos valer el doble”.

La presión mayor recae sobre el inmigrante, Sobrevuela el chantaje de expulsión de los agitadores a sus países de origen. No obstante, en una niebla de agotamiento y de nervios desgastados, el paro se repite aunque menor.

La huelga resiste una semana, pero luego comienza a decaer, se desencadena la persecución contra el comité. El método de ataque: no despido sino hacerles la vida imposible.

Administrativamente dependemos de citroen choisy marcamos la entrada como los demás nos limitan los mismos horarios, nos manda el mismo agente del sector ,pero no producimos nada.

La mayoría de los integrantes del comité seguían rechazando la recuperación, pero se había establecido un consenso implícito dejando a cada quien la decisión individual sobre ese acto.

Al terminar la segunda semana de la huelga la situación se había estabilizado. una cincuentena de obreros de la fabrica de choisy seguían negándose a la recuperación y paraban todos los días a las cinco de la tarde, desperdigados por los talleres, las cadenas en puestos de bonificación o en tareas de peones, salían ya individualmente, sin esperanzas de detener la producción.

En este último había obreros que no conocíamos, nunca había ido a las reuniones del comité y a quienes ni si quiera les había hablado nunca dentro de la fábrica, por el contrario algunos miembros del comité habían terminado por desistir del paro cotidiano, la mayoría de los integrantes del comité seguían rechazando la recuperación y saliendo a las cinco, se había establecido un consenso implícito sobre este acto.

En cuanto al joven, había sido trasladado a un depósito semi vacío, allí donde las sombras que vagan por pasillos oscuros, silenciosas y aletargadas, tienen algo de irreal.

Una mañana, el “exiliado” regresa bruscamente a Choisy para hacer las tareas más duras. Pero ha jurado no renunciar. Fin de julio. Quedan algunos minutos de trabajo para entrar en vacaciones. Los obreros están deseosos de regresar a sus patrias y reencontrarse con sus familias.

Fin de la tarde: el joven es notificado de su despido. La fábrica ya está vacía, sin amigos a quien recurrir.

En el café está Kamel, un “cipayo”, a quien quisieron pagarle para que riñera con él pero éste no ha aceptado, escucha me ofrecieron dinero para que provocara una pelea contigo querían echarte así, pero me negué porque no necesito dinero

Toda su arrogancia ha desaparecido, bruscamente se despide y desaparece doblando la esquina, estoy seguro que me dice la verdad, Pienso que también Kamel es de la clase obrera.

...