Decadencia del Sistema Socioeconómico del Ecuador

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UNIDAD EDUCATIVA FISCOISIONAL MARÍA AUXILIADORA[pic 2]

TERCER AÑO DE BACHILLERATO ´´A´´/ ÁREA DE LENGUA Y LITERATURA[pic 3]

DECADENCIA DEL SISTEMA SOCIOECONÓMICO DEL ECUADOR.

ROBERT MATEO RUÍZ GARCÍA

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2022-2023

Decadencia del Sistema Socioeconómico del Ecuador.

Introducción. -

El Ecuador se enfrenta a un severo declive en su prosperidad económica. Esto se debe a varios factores, pero principalmente al producto interno bruto (PIB) del país que ha estado cayendo desde el comienzo de la década, mismo que se ha visto más afectado en el área de sus exportaciones, que también están sufriendo las consecuencias de este fenómeno socioeconómico. El gobierno del Ecuador se encuentra en la necesidad de tomar medidas económicas tales como: reducciones presupuestarias a funcionarios y ministerios públicos, recortando el desvío económico hacia los subsidios de ciertos artículos indispensables para nuestra sociedad, con la intención de frenar el gasto público. Así también se han introducido nuevos impuestos para contener la crisis financiera que nuestro país ha ido acarreando a lo largo de su historia como nación. Sin embargo, estas medidas han tenido poco efecto hasta el momento ya que la mayoría de la población no se puede adaptar a la nueva realidad que se evidencia en los países en vías de desarrollo a los que nuestra patria pertenece. Y se teme que la situación actual empeore mucho más rápido si no se adoptan medidas más drásticas pronto.

Ecuador se enfrenta a una importante crisis que puede ser equivalente a la caída de su economía en épocas anteriores durante los años 1998, 1999 y 2000 que repercutieron en la quiebra de muchos negocios de familias ecuatorianas, incremento del valor de la deuda externa del país, la desaparición de ciertos sectores que aportaban a la dinamización de la economía en el país y que generaron la gran ola de migración de la productividad de la población hacia los llamados países de las oportunidades. Es por esta razón que existe gran contracción de las exportaciones e inversiones extranjeras en nuestro país ya que se genera cierta desconfianza por nuestro historial económico. Esto ha llevado a una pérdida dramática de ingresos para el país y un cambio general en la vida de sus ciudadanos. Aunque ha habido intentos de paliar esta situación, todavía se sienten las terribles consecuencias. Como tal, se deben tomar iniciativas económicas a corto plazo para garantizar que la calidad de vida pueda comenzar a mejorar dentro de nuestro Ecuador una vez más.

Desarrollo. -

 Esta situación ha ejercido una enorme presión sobre los residentes del país mientras luchan por mantenerse al día con las circunstancias cambiantes sin comprometer su calidad de vida. A lo largo de los años, muchas personas se han visto obligadas a dejar su empleo, han sufrido pérdidas financieras y han tenido que luchar por mejorar su estatus social y por ende cambiar su situación en búsqueda de un mejor futuro para las nuevas generaciones. Por lo que esto también ha generado un impacto severo en la economía general de la nación. Dentro de este contexto se puede decir que las autoridades ecuatorianas están buscando opciones para proponer mediadas que afecten en menor proporción al pueblo, y que a su vez atraigan futuras inversiones con cambios en las tasas de intereses y la modificación de los sistemas tributarios. Según Carlos Larrea, nos manifiesta que, aunque estos son pasos necesarios para mejorar, queda por ver cuánto impacto a largo plazo tendrán en la calidad de vida de la gente de todas las regiones de nuestro país.

Un estudio reciente denominado ´´ CRISIS, DOLARIZACIÓN Y POBREZA EN EL ECUADOR´´ demuestra que nuestra patria es un país de bajo desarrollo relativo en América Latina, con un ingreso por habitante equivalente al 43% del promedio latinoamericano, y una sociedad históricamente caracterizada por profundas inequidades sociales, étnicas y regionales. Mismas que han abierto un brecha cada vez más grande en lo que se refiere a desigualdades, tanto políticas, económicas y sociales; marcando así de manera más profunda el descontento del pueblo ecuatoriano.

 En enero del año 2000, en medio de una profunda  y dura crisis económica que golpeaba con fuerza a los ciudadanos, el gobierno de Mahuad (expresidente del Ecuador) decretó la dolarización de la economía del país, convirtiéndonos de esta manera en el primer estado latinoamericano en eliminar su moneda nacional y adoptar a duras penas una moneda que marcaba un símbolo de subyugación ante las potencias y asumiendo compromisos que aparentemente beneficiaria a reducir el valor de la deuda que ocasionó este acto terrible de cobardía de nuestro mandatario en dicha época. Con el paso del tiempo nos acostumbramos a esperar que con la ayuda del apoyo internacional y la toma de decisiones económicas acertadas de nuestros representantes, Ecuador pudiese recuperarse pronto de este difícil período. Creíamos que era importante monitorear los desarrollos para comprender mejor qué se puede hacer ahora para mitigar los daños y lograr el crecimiento en el corto plazo. Más se puede decir que se creó una falsa estabilidad que aliviano la presión que se ejercía en las personas, sin embargo, como resultado del letargo en la toma de decisiones, hoy en día hemos visto un retroceso en el desarrollo de nuestro granito de arena.

Adentrándonos en la historia podemos observar que hacia 1982, el “boom petrolero” se agotó y el país inició su transición hacia un nuevo período bajo los lineamientos del Consenso de Washington. Según Bidaurratzaga, Eduardo ´´El denominado Consenso de Washington se refiere al conjunto de medidas de política económica de corte neoliberal aplicadas a partir de los años ochenta para, por un lado, hacer frente a la reducción de la tasa de beneficio en los países del Norte tras la crisis económica de los setenta, y por otro, como salida impuesta por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) a los países del Sur ante el estallido de la crisis de la deuda externa. Todo ello por medio de la condicionalidad macroeconómica vinculada a la financiación concedida por estos organismos. ´´ Si bien es cierto estas políticas llegaron a Ecuador de manera tardía, hacia mediados de los noventas, ya se había liberalizado varios tipos de cambio e interés. Sin embargo, los resultados de esta estrategia económica han dejado mucho que desear puesto que la realidad que se vivía día a día no cambiaba.

Ahora bien, pese a la riqueza y diversidad de sus recursos naturales, el Ecuador se ubica entre los países con mayor pobreza e inequidad social en Sudamérica. Nuestro prolongado estancamiento refleja problemas estructurales de competitividad internacional que se ocasionan por el débil capital humano, deficiente sistema educativo, debilidad institucional y falta de infraestructura. Que son necesarias para la correcta construcción de una patria próspera, altiva y soberana, y que también han demostrado la vulnerabilidad que poseemos como país ante los desastres y fenómenos naturales (agravados por el aumento de la temperatura global).

Si analizamos los efectos sociales que han generado la crisis y dolarización, podemos observar que la gente del Ecuador nunca se ha rendido ante la adversidad, y que pese a todo pronóstico todavía seguimos aquí, preparados y listos para combatir en nuevas batallas. A pesar de vivir en un país que no tiene una buena administración, ni manejo de sus recursos, hemos buscado siempre la manera de encontrar el horizonte que nos muestre el camino hacia la prosperidad que tuvimos y podemos llegar te tener nuevamente. Depende mucho de nuestra conciencia como ciudadanos el elegir a los candidatos que traigan consigo nuevas ideas que puedan generar soluciones a los problemas sociales, políticos, económicos que presentamos como nación. Haciendo de esta manera la diferencia que necesitamos para impulsarnos al futuro, manteniendo presente los errores que cometimos en el pasado para no repetirlos nuevamente. Pues son ese tipo de aprendizaje que demuestran la valentía y garra de nuestros antepasados, y que ahora tenemos como herencia viva de sangre que corre ferviente por nuestras venas, animándonos a seguir adelante; gritándonos que la lucha no termina hasta que nosotros lo decidamos. Y desafiando de frente al destino, pues como decimos un ecuatoriano no se raja, no tiene miedo de morir en el campo de batalla buscando días mejores para su familia.

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