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EL CUMPLIMIENTO DEL DEBER MORAL COMO MOTOR Y MEDIO PARA ALACANZAR LA FELICIDAD.


Enviado por   •  12 de Diciembre de 2015  •  Apuntes  •  835 Palabras (4 Páginas)  •  352 Visitas

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Comentario critico

Estudiante: Omar Rodríguez H

Profesor: Pedro Moscoso

Asignatura. Lectura Crítica

Fecha: 22 de noviembre de 2015  

EL CUMPLIMIENTO DEL DEBER MORAL COMO MOTOR Y MEDIO PARA ALACANZAR LA FELICIDAD.

En su texto, Immanuel Kant describe la relación entre la moral y la felicidad del hombre. De este es posible desprender la idea de que Kant considera que es a través del cumplimiento del deber moral que el hombre alcanza la felicidad, y no vice versa.

Kant parte definiendo la moral como una ciencia que enseña, no cómo hemos de ser felices, sino cómo hemos de llegar a ser dignos de felicidad. He aquí la primera prueba de que la felicidad no es considerada ni motor, ni fin último, sino una consecuencia de un vivir moral, acorde al cumplimiento del deber. Es en este contexto que el autor plantea que, con la finalidad de poder cumplir con el deber, y teniendo esto siempre como prioridad, el hombre debe prescindir de la felicidad, pero no renunciar a ella. Esto se fundamenta en el hecho de que si el hombre obra persiguiendo la felicidad, sus actos podrían, en muchos casos, contraponerse con el deber, lo cual no sería propio de un hombre virtuoso, ya que el deber es bueno en sí mismo, mientras que la felicidad podría ser algo muy malo en caso de colisión con el deber.

Pero no hay que caer en la tentación de pensar que el cumplimiento de una vida virtuosa nos desvía del camino de la felicidad, como lo hacía Garve. Frente a esta posibilidad Kant aclara que es la vida acorde al deber es la que proporciona, en última instancia, la felicidad.

¿No sería también lícito pensar la felicidad como motor y móvil hacia una vida virtuosa? Garve postula "De la felicidad brotan los motivos de todo afán; también, por tanto, los del cumplimiento de la ley moral". Pero si consideramos que la ley moral del deber es lo único bueno en sí, y no una mejor opción con relación a otra, tiene mucho sentido la respuesta de Kant, quien considera que "no se puede decir en modo alguno que todo estado que yo prefiera frente a otros modos de existencia sea preferido por mí merced a un cálculo en aras de la felicidad, pues primero tengo que estar seguro que no actúo contra mi deber; solo después me está permitido atender a mi felicidad y ver en qué medida puedo conciliarla con mi estado moralmente bueno".

Pero, ¿es realmente posible que un hombre decida llevar una vida virtuosa por el solo hecho de cumplir con el deber, y habiendo dejado de lado su anhelo de felicidad?. Si bien no es posible conocer las reales intenciones de los individuos, si es claro que la pureza del acto conforme la moral es lo más valioso de esta.

Pero la pureza con la que se lleve a cabo un acto moral no afectará el hecho de que este siempre será lo más alto, lo más digno. Aquí se revela una característica fundamental del deber que lo eleva por sobre la felicidad, independiente de la pureza de las intenciones con las que se lleve a cabo, y esto es, en palabras de Kant, el hecho de que el "concepto de deber no solo es incomparablemente más simple, claro, aprehensible y natural para todo el mundo, en orden al uso práctico, que cualquier otro motivo tomado de la felicidad... sino que resulta también sobradamente más fuerte, penetrante y prometedor de éxito que todas las motivaciones procedentes del principio interesado de la felicidad..."  Y esto queda muy bien ejemplificado con la historia supuesta del hombre que tiene en su poder un bien ajeno. Frente a la posibilidad de que el hombre se quede con el bien, considerando que para el es más necesario y dará mejor uso que sus verdaderos dueños, la respuesta moral será inmediatamente que el hombre no debe quedarse con el bien. Mientras que al analizar la situación desde el punto de vista de la felicidad del hombre, no es tan simple tomar una decisión ya que comienzan a asaltar dudas; Si lo entrega no lo podrá ocupar, pero quizás lo recompensen por su honradez. Si no lo entrega podrá usufructuar de él, pero cabe la posibilidad de que la gente comience a dudar de las verdaderas circunstancias en las que se hizo acreedor del bien, etc. Por lo tanto la decisión moral es una sola, clara y simple, mientras que las decisiones basadas en la felicidad son más inciertas.

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