“EL PRESUPUESTO PARTICIPATIVO Y LA IMPORTANCIA DE SU INCLUSIÓN EN MÉXICO”
Eduardo ArgándarApuntes31 de Mayo de 2018
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ESCUELA DE DERECHO, POSGRADOS Y PRÁCTICA JURÍDICA.
“EL PRESUPUESTO PARTICIPATIVO Y LA IMPORTANCIA DE SU INCLUSIÓN EN MÉXICO”
VÁZQUEZ ARGÁNDAR JOSÉ EDUARDO
Maestría en Derecho Fiscal y Administrativo 4to Semestre
PROF. D en D JOSÉ ANTONIO FLORES LINARES
PRESUPUESTO PARTICIPATIVO
INTRODUCCIÓN
A través del tiempo, la sociedad ha ido evolucionando y desarrollando diversos modelos de gobernabilidad y estos procesos han generado nuevas herramientas de participación ciudadana. En las sociedades democráticas actuales, es cada vez más importante que la opinión del ciudadano sea considerada en la planificación de su entorno, no solo como un acto de voluntad política sino como un verdadero derecho ciudadano. El presupuesto participativo surge para democratizar los procesos de tomas de decisiones en el desarrollo de las comunidades a través de la participación de varios actores, sean éstos políticos, públicos o privados.
La aparición del presupuesto participativo coincide con los Problemas de Gobernabilidad y Corrupción que han sufrido varios países y con los esfuerzos de las Naciones Unidas por mejorar la gobernabilidad, la lucha contra la corrupción, el incremento de la transparencia y la rendición de cuentas[1] A causa de estos problemas ocasionados por la mala representación política, se han generado en los últimos años diversas formas de participación ciudadana.[2]
En el transcurso de los años 80´s, en Porto Alegre, Brasil, surge una nueva forma de hacer democracia, un nuevo método llamado PRESUPUESTO PARTICIPATIVO donde la representación social toma fuerza y la ciudadanía participa en la formulación de políticas públicas y en la determinación de parte del presupuesto para su localidad. El nivel de difusión y aplicación del presupuesto participativo a nivel mundial es desconocido, así como también se desconocen las implicaciones que ha causado a los procesos democráticos.[3]
A mediados de la década de los 70´s en Brasil, los sindicatos, las comunidades eclesiales de base y los intelectuales de izquierda ya habían formado una alianza con la clase media para formar el Partido de los Trabajadores, con la idea básica de que la mejor herramienta contra el autoritarismo es la Democratización del Estado, la Economía y la Sociedad.
A través del tiempo, la sociedad ha ido evolucionando y desarrollando diversos modelos de gobernabilidad y estos procesos han generado nuevas herramientas de participación ciudadana. En las sociedades democráticas actuales, es cada vez más importante que la opinión del ciudadano sea considerada en la planificación de su entorno, no solo como un acto de voluntad política sino como un verdadero derecho ciudadano. El presupuesto participativo surge para democratizar los procesos de tomas de decisiones en el desarrollo de las comunidades a través de la participación de varios actores, sean éstos políticos, públicos o privados.
Fortalecido por la municipalidad de Porto Alegre (Brasil), el presupuesto participativo alcanza un reconocimiento a nivel internacional como buenas prácticas de gobierno y sirve como un “punto de partida de una descentralización política y administrativa”[4]
ORIGENES
En la antigua Grecia, la representación y participación conformaban la misma idea, aquellos que gozaban de la ciudadanía participaban y discutían de manera directa los asuntos públicos en la asamblea, solamente para algunos cargos de forma rotativa, se elegían representantes de entre los mismos ciudadanos.
Posteriormente, durante la Edad Media, la relación entre representación y participación cambió notablemente, ya que prevaleció la idea de que el monarca era representante de dios, y la participación, sobre todo a raíz de la Carta Magna inglesa, se restringe a la opinión de la nobleza en algunos asuntos de Estado.
Siglo XIX: Con la expansión del sufragio que concluye en el siglo XX con el otorgamiento de este derecho a la mujer, cuando se consolida la idea moderna de democracia representativa, en la cual son los representantes electos mediante el voto quienes ocupan la titularidad de los poderes Ejecutivo y Legislativo. Y es precisamente el momento del ejercicio de este derecho cuando se conjuga la participación para formar la representación.
Una de las características que posee el sistema democrático representativo es la existencia de los partidos políticos como entidades que, entre otras funciones, tienen la finalidad de ser el enlace entre las demandas de la ciudadanía y el gobierno. Sin embargo, en la actualidad, existe la percepción de la ciudadanía, en la mayor parte de los países del mundo, que estos no siempre responden a los intereses públicos, sino a aquellos de una elite en el gobierno.
La Apertura y su Naturaleza inclusiva, son dos de los valores fundamentales en la democracia[5], entendiéndose por apertura tres aspectos, la Falta de Secrecía[6], la Publicidad de la Información y la Transparencia en los Procesos. Por su parte, la democracia es inclusiva porque está constituida por dos aspectos, la Representación y la Participación.
PROBLEMATICA
El Enfoque de esta figura ha adquirido suma importancia ya que en México se basa en un método de discusión pública de las prioridades en la asignación de recursos hasta formas de legitimación de las decisiones de autoridad:
1.- El diseño del presupuesto participativo plantea una asignación de los recursos públicos de manera tal que no se permite la ejecución de los mismos.
2.- Tal y como está diseñado, el Presupuesto P. no alienta la participación política de los sectores con mayores carencias. Para el caso de la Ciudad de México, la Ley de Participación Ciudadana del Distrito Federal (LPCDF) establece en su artículo 83 que el presupuesto participativo en la Ciudad de México es:
a) Aquel sobre el cual los ciudadanos deciden respecto a la forma en que se aplican recursos en proyectos específicos en las colonias y pueblos originarios en que se divide el territorio del Distrito Federal.
Los proyectos específicos son aquellos que los habitantes de cada colonia o pueblo originario deciden utilizar el dinero público. La LPCDF establece que estos recursos se podrán destinar únicamente a proyectos que formen parte de alguno de los siguientes rubros:
- Obras y servicios
- Equipamiento
- Infraestructura urbana
- Prevención del delito
- Obras relacionadas con actividades recreativas, culturales y deportivas.
El monto destinado para ser ejercido mediante este mecanismo de participación ciudadana es el 3% del presupuesto total anual de cada Delegación Política. La asignación de los recursos es de forma igualitaria entre cada una de las Colonias y Pueblos Originarios dentro de cada Delegación, de tal manera que el 3% del presupuesto delegacional se divide entre el número total de colonias. Respecto al presupuesto asignado a las colonias, existen obligaciones para las autoridades: el Jefe de Gobierno está obligado a proponer este porcentaje en su presupuesto de egresos; por su parte, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal está obligada a aprobar este presupuesto; finalmente, los Jefes Delegacionales tienen la obligación de ejercerlo.
La decisión sobre los rubros específicos en los cuales se ejercerá el gasto público se deciden mediante una consulta ciudadana. La consulta ciudadana es el segundo domingo de noviembre de cada año y es convocada por el Instituto Electoral de la Ciudad de México.
El problema público y la situación esperada
La intervención gubernamental se justifica porque hay una situación no deseada o problema público que se pretende modificar así como una situación esperada o deseada tras una intervención del gobierno. A continuación mencionaré ambas situaciones para el caso del presupuesto participativo en el Distrito Federal (Hoy Ciudad de México).
Situación no deseada: Existe una deficiente designación de recursos dedicados a la infraestructura que no responde a las necesidades sociales y que no puede ser solucionado mediante la democracia representativa.
Situación esperada tras la intervención gubernamental: Asignación presupuestal con rendición de cuentas mediante un sistema deliberativo basado en las necesidades ciudadanas por lo que las soluciones sean más efectivas, equitativas y que logren una mayor y más profunda participación ciudadana.
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