EL ROL DEL ARQUITECTO EN LA SOCIEDAD PERUANA

EL ROL DEL ARQUITECTO EN LA SOCIEDAD PERUANA  

El presente ensayo se propone abordar el tema del rol del arquitecto en la sociedad peruana en la actualidad, haciendo hincapié en la importancia que este tiene en la formación de la misma, sus aportes y la diversidad problemática a la que se enfrenta actualmente.

Para hablar de la arquitectura peruana actual es importante mencionar sus orígenes y es que comienza desde la época prehispánica, cuando los primeros habitantes se asentaron en zonas con condiciones favorables para su salud; para su seguridad; para controlar el equilibrio del medio ambiente ya que su fuente principal de recursos era la naturaleza que les brindaba alimento; también para poder desarrollar variadas actividades religiosas, políticas, agricultura, ganadería y demás. Así distribuían su espacio de acuerdo a las zonas necesarias y respetando su entorno inmediato. Esto no ha cambiado hasta hoy, la arquitectura está presente siempre y es partícipe en la vida cotidiana de los ciudadanos.

En el Perú, como a nivel mundial, el arquitecto es un agente indispensable en la sociedad, pues es uno de los pilares que contribuyen al desarrollo equilibrado y sostenible de la comunidad y con esto, a alcanzar una alta calidad de vida para todos los habitantes.

Actualmente la arquitectura está profundamente vinculada con el urbanismo, que se basa en la organización de las ciudades en función de los espacios que se tiene a disposición. Por supuesto ambos son importantes para mejorar las condiciones de vida de cualquier comunidad.

El arquitecto es el responsable de transformar espacios y elaborar diseños inclusivos, seguros y aptos para todas las personas, que tengan concordancia con las funciones a las que se va a destinar cada espacio y que además se adecúen a las necesidades que demanda la sociedad, ya sean culturales, sociales o estéticas. Para ello debe de estar atento a las realidades que presenta el entorno urbano.

Todo proyecto arquitectónico debe darse de manera consciente, es decir, promoviendo la construcción sostenible, haciendo uso racional del territorio como de los recursos naturales y priorizando las áreas verdes; con el objetivo de no afectar la ya delicada estabilidad del planeta.

El desarrollo sostenible en el Perú es un gran desafío que sería imposible sin una correcta planificación del espacio, tarea del arquitecto; pues se necesita una respetuosa integración entre el paisaje arquitectónico-urbanístico y el paisaje natural para poder constituir UN TODO: organizado, funcional, cultural, social, económico, y estéticamente válido, que aporte a la calidad de vida de la población. Se considera una buena obra arquitectónica aquella que busca ayudar a combatir el cambio climático y reducir el efecto de los desastres.

Teniendo claro todo esto es que se puede decir que la arquitectura no es solo un concepto sino más bien toda una serie de factores que engloban a la sociedad peruana y reflejan su cultura; de ahí su gran valor.

¿Qué es lo que quiero decir? Que el arquitecto peruano proporciona una expresión de la civilización peruana en el tiempo, que permanece luego, como el caso de los monumentos y otro tipo de obras arquitectónicas; para su estudio y apreciación por parte de las futuras generaciones y forman parte de nuestro patrimonio cultural.

Para nuestro lamento, en la actualidad, la obra de la arquitectura en el Perú se ve amenazada por diversos obstáculos que dificultan su trabajo y que, a la vez, degradan la condición de vida de todos sus habitantes. Problemas que no solo afectan urbanísticamente, sino que también pueden llegar a afectar la salud, pues no tener ambientes adecuados para el desarrollo de nuestra vida diaria puede generar estrés en las personas.

Uno de ellos es la tugurización, que es la presencia de viviendas deterioradas o antiguas en las ciudades, un recurrente problema urbano que constituye una de las causas principales del deterioro y la pérdida del patrimonio edificado. Encontramos también: el hacinamiento urbano, que es la excesiva aglomeración de personas y viviendas por la falta de sitios de expansión. La urbanización descontrolada, causada a su vez por el crecimiento demográfico acelerado que propicia un desbalance en el medio ambiente y dificulta la gestión del territorio peruano. Otro problema recurrente es la auto-construcción espontánea, que consiste en aquellas viviendas que no solo carecen de licencia de construcción y planos, sino que usan materiales inadecuados, por lo que se exponen a graves daños ante cualquier sismo. Por último, pero no menos importante: la falta de responsabilidad social sobre la conservación y preservación de la infraestructura de las urbes y de sus centros históricos, que impide configurar nuestro país de forma aceptable y digna.

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