Educar en igualdad

INSTITUTO TÉCNICO SUPERIOR CERRITO.

PROFESORADO DE EDUCACIÓN ESPECIAL.

TRABAJO PRÁCTICO DE DERECHOS HUMANOS.

DOCENTE: SIEBENHAR, MARTÍN.

RESPONSABLE: LOVERA, ZULMA.

CICLO LECTIVO: 2015.

Educar en igualdad.

En el  presente escrito me referiré a la educación, un derecho fundamental para el desarrollo de todo individuo y que goza de la categoría de Derecho Humano desde el año 1948 en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

 Es por medio de ella que todos los seres humanos desarrollamos nuestras habilidades intelectuales, la capacidad de reflexionar y se ha convertido en un instrumento transformador y es a través de la educación que se forman ciudadanos conscientes de sus obligaciones y derechos para ser capaces de ejercer la ciudadanía y vivir dignamente.

Contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas, ofreciendo a adultos y niños desfavorecidos una oportunidad para salir de la pobreza.

Es, por lo tanto, una herramienta fundamental para el desarrollo económico, social y cultural de todas las poblaciones del mundo.

Sin embargo hay millones de niños en el mundo que aún están privados de este derecho fundamental, carecen de oportunidades educativas y en muchos casos a causa de la pobreza y la miseria.

Niños, jóvenes y adultos  que viven en contextos de  una pobreza prolongada, donde han perdido toda esperanza, porque quienes la sufren no conocen escenarios diferentes ni se sienten preparados para construir un futuro mejor, carecen de oportunidades para crecer y no reciben las herramientas necesarias para poder ser constructores de un futuro mejor. 

Corresponde a los gobiernos el cumplimiento de las obligaciones, tanto de índole jurídica como política, relativas al suministro de educación de calidad para todos y la aplicación y supervisión más eficaces de las estrategias educativas.

La educación es un instrumento poderoso que permite a los niños y adultos que se encuentran social y económicamente marginados salir de la pobreza por su propio esfuerzo y participar plenamente en la vida de la comunidad.

Debe ser un derecho humano que los docentes debemos garantizar para ir construyendo una nueva visión sobre la persona y las relaciones entre los seres humanos fundada en la dignidad, la igualdad, la libertad y los derechos que son inherentes a todos por su condición de persona.

Indudablemente educar en los derechos humanos es la vía más racional  para tomar conciencia acerca de los valores y principios que engrandecen la dignidad de todo ser humano, el valor que han adquirido para regular entre el estado y la sociedad, en  una sociedad compleja, siempre sujeta a cambios y a las demandas que solicita el sistema educativo, determinando las responsabilidades que le corresponden a cada uno en este escenario.

Está en manos de los educadores la difusión de los derechos humanos, para evitar que estos sean vulnerados  y llegar así a  constituir sociedades libres, justas, equitativas y pacíficas, en las que se establezcan sociedades democráticas con una ética social y política transformadora donde se recree una cultura basada en el respeto, la tolerancia y en las que la empatía y la solidaridad humana tengan una expresión plena.

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