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El Desconocimiento De La Deuda Ecológica Que El Imperialismo Le Debe Al Mundo Dependiente


Enviado por   •  15 de Mayo de 2014  •  3.486 Palabras (14 Páginas)  •  496 Visitas

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5. El desconocimiento de la deuda ecológica que el imperialismo le debe al mundo dependiente

Por deuda ecológica debe entenderse el no pago por parte de los países altamente industrializados de los daños causados durante varios siglos por la explotación indiscriminada de los recursos naturales destinados a la exportación, sin que se contabilizaran los impactos negativos sobre los ecosistemas y el hábitat locales. En forma más concreta se puede considerar como (…) la deuda contraída por los países industrializados del Norte con los países del Tercer Mundo a causa del saqueo de los recursos naturales, los daños ambientales y la libre utilización de espacio ambiental para depositar desechos, tales como los gases de efecto invernadero, producidos por esos países industrializados .

En consecuencia, los verdaderos deudores son las clases dominantes de todo el mundo, en primer lugar las de los países colonialistas e imperialistas.

En contra del sentido común de los tecnócratas neoliberales, de los banqueros y de los representantes del capital financiero y de las transnacionales, la noción de deuda ecológica destaca que los países del Norte le deben a los pobres del mundo por haber ocasionado un "déficit terrestre (...) provocado por el aniquilamiento de los sistemas vitales básicos del planeta debido al abuso de su aire, sus suelos, las aguas y la vegetación". La responsabilidad de este déficit recae en forma desigual para los pobres y los opulentos, en la medida en que el consumo y el nivel de vida son diferentes entre unos y otros. Por esa razón, la deuda ecológica está relacionada con el racismo ecológico, ya que quienes más soportan los efectos de la devastación ambiental son los pobres, los campesinos, los indígenas, las mujeres humildes y los trabajadores. En otros términos, para comprender la deuda ecológica es menester introducir un análisis de clase, de género y de etnia, que permita determinar la forma como los más pobres son afectados por la degradación ambiental.

En una perspectiva histórica, durante los últimos cinco siglos los habitantes de los países imperialistas han contraído una deuda con los pobres del mundo, como resultado de una diversidad de procesos mutuamente relacionados entre los que sobresalen: la extracción de los recursos (minerales, marinos, forestales y genéticos) en los países del Sur; la consolidación de un intercambio ecológicamente desigual, como resultado del cual se exportan bienes primarios sin evaluar económicamente el impacto social y ambiental generado por su extracción o producción; el saqueo, destrucción y devastación de hombres y culturas desde la era colonial; la apropiación de conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas sobre semillas y plantas medicinales, en los que se sustentan las modernas agroindustrias y la biotecnología; la destrucción de las mejores tierras de cultivo y de los recursos marinos para la exportación, debilitando la autosuficiencia alimentaria y la soberanía cultural de las comunidades del Sur; la contaminación de la atmósfera por parte de las naciones industrializadas debido a la excesiva emisión de gases que han afectado a la capa de ozono, provocando el efecto invernadero y desestabilizando el clima; la apropiación desproporcionada de la capacidad de absorción de dióxido de carbono que tienen los océanos y bosques del planeta; la producción de armas químicas y nucleares, cuya puesta a punto se hace con frecuencia en los países del Sur; y la venta de plaguicidas que no son usados en el Norte y el almacenamiento de desechos tóxicos en los países del Sur.

Con respecto a las relaciones entre deuda externa y deuda ecológica cabe destacar dos aspectos: 1º) los precios de las exportaciones no incluyen los diversos costos sociales y ambientales, que no se contabilizan (es decir, son gratuitos) y los saberes (por ejemplo el conocimiento exportado desde América Latina sobre el manejo de determinados productos, como la papa o el maíz) tampoco se pagan. Pero al mismo tiempo las emisiones de gas carbónico que se producen a gran escala en el Norte son absorbidas gratis por la vegetación o los océanos de todo el mundo, incluyendo al Sur del planeta. Es como si los ricos del mundo se hubieran "arrogado derechos de propiedad sobre todos los sumideros de CO2, los océanos, la nueva vegetación y la atmósfera"; 2º) la cancelación de la deuda externa degrada la naturaleza, puesto que para pagarla debe aumentarse la producción lo cual por lo común se hace a costa del empobrecimiento de la gente y de una mayor extorsión de la naturaleza. En la medida en que se dedican más recursos para exportación con la finalidad de pagar la deuda externa, ésta aumenta y al mismo tiempo los países pierden sus riquezas naturales. Esta es una muestra palpable de injusticia económica y ambiental, propia del sistema capitalista e imperialista. Como parte de esa injusticia, la deuda externa se sigue cobrando -y pagando, que es lo peor- cumplidamente, pero la deuda ecológica contraída por los países imperialistas nunca se menciona, como si no existiera.

Existe una estrecha relación entre la deuda externa (financiera) que desangra a los países dependientes y la deuda ecológica (nunca reconocida por los países dominantes en el sistema mundial), debido a que las divisas destinadas al pago de los intereses y amortizaciones de la deuda externa aumentan la extracción de recursos naturales, para convertirlos en exportaciones al mercado externo con el fin de obtener dinero para seguir pagando las deudas. El costo ambiental de ese proceso se materializa en hechos como los siguientes:

- Acelerada deforestación que destruye la biodiversidad y convierte en desiertos vastas superficies de tierras anteriormente fértiles. "Desde 1970 las áreas arboladas han disminuido de 11,4 kilómetros cuadrados por cada mil habitantes a sólo 7,3 kilómetros cuadrados".

- La utilización de las mejores tierras de cultivo para la exportación ha forzado a los campesinos a cultivar tierras marginales. Por ejemplo, la utilización para el cultivo de laderas escarpadas, vulnerables a la erosión, ha favorecido los fatales deslizamientos de lodo que recientemente han afectado a Honduras, Nicaragua y Venezuela.

- Incremento del uso de plaguicidas y fertilizantes químicos. Por ejemplo, la industria bananera de diversos países utiliza el plaguicida DBCP, que provoca esterilidad masculina.

- Destrucción de los manglares para la cría del camarón, favoreciendo así las inundaciones en las zonas costeras. En Ecuador, el 70% de los manglares ha sido destruido para instalar criaderos de camarón para la exportación, afectando con ello la supervivencia de los pescadores tradicionales y aumentando las posibilidades de inundaciones provocadas

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