El Panorama Político Contemporáneo
maryilosi16 de Septiembre de 2012
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INTRODUCCIÓN
En la teoría política contemporánea se desarrolla una distinción entre gobernación y gobierno a raíz de la insuficiencia en la acción del gobierno para resolver diversas necesidades de la población. Surge entonces la preocupación de si el gobierno era apto para gobernar la sociedad y si tenía aun eficacia directiva su estilo de intervención en la solución de la solución de los problemas económicos y sociales mediante la planificación, regulación, gasto, imposición y control. La nueva gobernación considera al gobierno como un actor más dentro del proceso de gobernar la sociedad y es necesario integrar en el proceso a otros actores, importantes para definir el rumbo social y/o proyecto político. Pone énfasis en como una sociedad define sus valores comunes y objetivos de coexistencia, coordina acciones para concretarlos y se inclina hacia formas de autogobierno social en un conjunto mayor de gobernación. La nueva gobernación coordina la acción colectiva, rompiendo con la idea de gobierno central e irremplazable. Las empresas, las organizaciones y comunidades locales muestran cada vez mayor capacidad de resolver sus propios problemas, se autorregulan y se auto reproducen, volviéndose independiente. Las transformaciones que atraviesan las sociedades contemporáneas denotan una crisis del modelo de coordinación jerárquica estatal, por lo que nace una propuesta neoliberal que propuso una nueva forma de coordinación social mediante el mercado. El nacimiento de una nueva idea de sociedad civil, tiene entre otras, la inspiración de la crítica a los nuevos movimientos sociales, Touraine planteaba que el surgimiento de nuevos movimientos sociales provocaría por ejemplo una serie de cambios estructurales del sistema capitalista en su conjunto, de los cuales el principal es que los países centrales se han convertido en sociedades postindustriales, en las que la información es el nuevo eje del poder y la acumulación. Se dice que el estado de bienestar se ha olvidado de dimensiones completas de la vida social, como las relaciones de género, la ecología, con lo que nacen movimientos feministas y ecologistas respectivamente. La sociedad civil y su sublevación han generado una forma de gobernación más horizontal y menos jerárquica. La independencia de la sociedad civil genera una diferenciación y descentralización de la política ya no puede ser avalada por la vía del consenso estatal, sino por la vía del conflicto social.
Análisis de los pensadores políticos contemporáneos El desarrollo teórico de estos autores se dio en el marco de transformaciones amplias en el último cuarto del siglo XX y que remiten a un verdadero “cambio de época”. En efecto, las profundas transformaciones económicas, políticas y culturales de alcance mundial producidas, han revolucionado el terreno sobre el cual se desarrolla la vida política y puesto en crisis los mapas interpretativos que, heredados de décadas pasadas, se encuentran seriamente limitados para dar cuenta de los nuevos fenómenos acontecidos. En lo que respecta a la transformación política, se experimentó la universalización de la democracia, etapa en la cual los regímenes democráticos han visto afirmar y extenderse hacia el resto del mundo sus valores fundamentales y desaparecer la pugna entre este sistema de gobierno y los alternativos (basados en el ideal comunista o totalitario) A partir de la crisis del Estado Benefactor (que según Manin, en su clasificación correspondería a la democracia de partidos), se inicia un proceso de transformación de las funciones de las instituciones públicas y las organizaciones de la economía, recortando e incluso abandonando las políticas de regulación del “Welfare State” en busca de mayor libertad para los mercados. La cuestión social quedaría en manos de la “mano invisible del mercado”, quitando crédito a la actuación del estado y redefiniendo el perfil del ciudadano, el cual es considerado un ser racional volcado a los intereses individualistas de la acción. Sobre esta concepción del hombre y la sociedad, será Walzer quien busque una explicación que vaya más allá de la simple teoría liberal sobre la justicia y la igualdad en los tiempos modernos, desarrollando su teoría de la justicia distributiva y la igualdad compleja. Asimismo, la revolución tecnológica y los avances científicos que modernizan todos los aspectos de la sociedad, serán los factores que permitan explicar también los cambios políticos que marcaran la vida democrática. Gorz se enfocaría más en el ámbito de las relaciones de producción y el rol de la clase trabajadora, pensando un estado distinto que apunte a la liberación del sector obrero oprimido, mientras Manin vuelca su mirada en la nueva realidad de la representación política de estos regímenes a través del estudio histórico sobre la representatividad. En este contexto, es donde ubicamos las producciones teóricas de los tres autores mencionados, quienes buscan analizar aspectos centrales de la nueva vida democrática, propia del sistema capitalista-liberal, desde una postura cuestionadora y hacia la construcción de marcos alternativos para el análisis y la interpretación de la política. Mientras Walzer y Manin se mantienen dentro del liberalismo, pero tomando distancia de la postura más radical, buscando “salvar” el paradigma de sus errores que el sistema capitalista venia mostrando por su extremismo, Gorz delinea un pensamiento de izquierda, anticapitalista, pero acusando a Marx de partir de la misma matriz ideológica que el liberalismo. Por lo que su ataque apuntaba contra el culto a la ontología proletaria, contra el contexto histórico del socialismo, contra la centralidad de la fábrica y en especial contra todas las categorías de la sociedad salarial. Como sostiene Tocqueville, el excesivo individualismo y el desinterés en los asuntos públicos, podía llevar a la perdida de la libertad en la moderna sociedad democrática. Para este, en las sociedades democráticas existe la tensión entre la igualdad y la libertad que solo puede ser resuelta a través de la participación en la vida comunitaria. Aquí resulta importante mencionar el aporte de Walzer que define la sociedad como una comunidad distributiva donde el ciudadano es parte, inmersos en las más diversas practicas comunitarias. El yo, se constituye en función de los rasgos de la comunidad a la que pertenece y de la que no es posible desvincularse. Concepción totalmente opuesta a la tradición liberal para la cual el sujeto de la justicia es único: un agente racional que elige en función de sus intereses y capaz de estar por encima de toda determinación social. Los tres autores tratan el tema de la opresión/dominación en el sistema liberal capitalista. Por su parte Walzer cuando explica la justicia distributiva está tratando sobre la libertad y autonomía de las esferas de la justicia (que son los distintos ámbitos de la vida en sociedad) y que necesariamente puede haber dominación dentro de una esfera según sus criterios de distribución, pero cuando hay una invasión “ilegal” hay intereses de dominación/sometimiento de los demás utilizando un bien social para prevalecer. Esta situación atenta con la libertad que pregona el liberalismo. En el caso de Gorz, claramente expresa la intención de encontrar un escape de la histórica opresión que padece la clase obrera por el sistema capitalista a través de la destrucción del trabajo asalariado, definiendo un rol distinto del Estado. Los valores fundamentales del paradigma liberal, la justicia, la libertad y la igualdad, son temas centrales que cada autor desarrolla a través de sus teorías dejando en evidencia las contradicciones que el modelo incurre por el “salvajismo del capital”, a la vez, proponen un modelo sociopolítico alternativo. De forma sumaria se presentan los pensamientos de cada autor: WALZER, M. Defiende que la Teoría Política ha de estar basada en las tradiciones y la cultura concretas de cada sociedad y se opone a lo que considera una abstracción excesiva del liberalismo, no escapando de este paradigma sino afrontarlo de una manera realista y conceptualmente precisa. Su tesis es que entre los seres humanos no es posible la igualdad simple habida cuenta de la diferencia entre ellos, por tanto únicamente es posible defender la igualdad compleja, poniendo particular énfasis en los criterios de justicia distributiva. Insiste en que los criterios de la justicia dependen de los significados sociales que los agentes asignan y discuten al interior de cada esfera (la tesis de la “igualdad compleja”): tratando de evitar que una esfera tiranice las demás, en particular la esfera correspondiente al mercado. La violencia del comportamiento económico por sobre todas las facetas del agente ha generado en la cultura moderna un individualismo que distorsiona gravemente la interpretación liberal. Una “mala sociología liberal”, a su juicio, ha desarrollado la imagen ficticia de un individuo independiente y desarraigado, que se concibe a sí mismo como un átomo social sin historia ni vínculos con su entorno. Critica este atomismo y defiende al pluralismo, dando cuenta de los matices que ofrece la experiencia humana interactiva con los propios bienes y ajenos dentro de instituciones comunes. Caracteriza a la sociedad moderna como una “comunidad distributiva”, donde estamos juntos para compartir, repartir e intercambiar a través de una división del trabajo. Y para entenderla es necesario estudiar los bienes y sus distribuciones en tiempos y lugares específicos, teniendo en cuenta que: • Nunca hubo un único medio universal de intercambio que facilitase la distribución. ( El dinero y el mercado siempre fueron limitados a bienes económicos y es amplia la lista de las cosas que el dinero no
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