El Papel Del Maestro
morazul15 de Febrero de 2013
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Papel del profesor en el desarrollo de destrezas para el trabajo en grupo:
proyectos colaborativos, foros, y uso del correo electrónico.
Julio Cabero Almenara
cabero@us.es
Pedro Román Graván
proman@us.es
Universidad de Sevilla
http://tecnologiaedu.us.es
Agenda Académica, volumen 11, 1 y 2, 3-15. (2004) (ISSN: 1315-3013).
1. Unas ideas previas.
2. Los proyectos de trabajo colaborativo.
3. Comportamiento del profesor ante el foro. Bases para la moderación en línea.
4. Comportamiento del profesor ante el correo electrónico.
5. Referencias bibliográficas.
1. Unas ideas previas.
Antes de analizar el papel específico que el profesor puede desempeñar en el
desarrollo de destrezas para el trabajo en grupo en entornos telemáticos, nos gustaría
realizar una serie de comentarios previos.
1) Frente a la idea que se ha manejado durante cierto tiempo de poner todo el
esfuerzo de las actividades realizadas en la red, en su capacidad técnica o en las
diferentes plataformas que eran utilizadas; cada vez se asume con mayor claridad que
las variables críticas para este aprendizaje mediado a través de redes se encuentran en
otros aspectos como son: la calidad de los contenidos, la estructuración que se efectúa
de los mismos, las actividades que sobre ellos se tengan planificadas que realicen los
alumnos, la forma de llevar a cabo la tutoría virtual, la utilización que de las diferentes
herramientas de comunicación sincrónica o asincrónica haga el profesor, y la
pertinencia entre los instrumentos de evaluación utilizados y las características del
sistema.
2) No debemos perder de vista que el profesor dentro de un escenario virtual con
su comportamiento no sólo transmite y desarrolla contenidos, sino que también al
mismo tiempo, lo mismo que ocurre en los escenarios presenciales, desarrolla y
potencia determinadas actitudes, habilidades y capacidades comunicativas en los
alumnos; y ello dependerá de una serie de aspectos, entre los cuales estarán: sus
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capacidades como líder y el dominio que tenga de determinadas competencias y
capacidades.
3) Tres aspectos básicos debe dominar al menos el profesor para ponerla en
funcionamiento: a) técnicas de grupo, b) técnicas de grupo en red, y c) herramientas de
comunicación telemáticas. Aspectos que marcarán desde mi punto de vista, algunos de
los grandes principios que deben de enmarcar la formación de los profesores para el
trabajo en grupo con los alumnos. No creo que un profesor que no sea capaz de trabajar
con sus alumnos en entornos presenciales de formación, sea capaz de hacerlo en red.
Desgraciadamente pocos son los esfuerzos que en esta línea se desarrollan, como puede
observarse tanto en las publicaciones como en los planes de formación del profesorado.
4) En el caso de los alumnos también se dan tres aspectos: a) saber trabajar en
grupo, b) querer trabajar grupo y c) manejar herramientas de comunicación telemáticas.
Entre el “saber” y el “querer” establecemos una separación, ya que se da el caso que
alumnos que están capacitados en lo que respecta al dominio de técnicas de trabajo en
grupo, por su experiencia o por sus estilos de aprendizaje no desean participar en este
tipo de modalidades formativas, debido a que en estos últimos tiempos se están
potenciando modelos individualistas de formación, más que colaboracionistas o
cooperativistas.
5) Desde el terreno de la dinámica de grupos y la psicología social de las
organizaciones, se señalan una serie de capacidades y actitudes relevantes que debe
tener el profesor para favorecer el desarrollo de actividades grupales en las situaciones
de formación, y entre ellas las que más se suelen considerar son: a) tener agilidad de
reacción para resolver las situaciones complejas que se produzcan en los grupos y que
puedan repercutir en su disgregación o en su ruptura, b) poseer extraversión y apertura a
los otros, c) tener capacidad para la toma de decisiones, y sentido del humor y
perspectiva ante la situaciones problemáticas. Desde este punto de vista, si queremos
realizar una formación grupal con los alumnos a través de las redes, y queremos que
éstos adquieran capacidades para trabajar en grupo, como profesores tenemos que
potenciar el uso de las capacidades señaladas anteriormente al máximo, para que de esta
forma, los alumnos las aprendan mediante el aprendizaje observacional e imitatorio y
puedan posteriormente ponerlas en funcionamiento.
6) En esta misma línea de buscar grandes elementos de referencia, no podemos
olvidarnos de las actitudes positivas y negativas que generalmente se indican que
incorporadas en el profesor, pueden facilitar o dificultar la puesta en acción y
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coordinación de actividades grupales. Y como actitudes positivas se suelen señalar las
siguientes:
• Armonizar: concilia posiciones opuestas, comprende,..
• Alentar: fortalecer el yo colectivo o el “status” del grupo.
• Aclarar: vuelve a enunciar una cuestión, sintetiza,…
• Iniciar: sugiere procedimientos, problemas, tareas,…
• Activar: impulsa al grupo hacia la adopción de decisiones,..
• Interrogar: formula preguntas, busca orientación,…
• Atender: mantiene una actitud participativa aunque no hable,..
• Reducir la tensión: ayuda al grupo con sentido del humor.
Mientras que como actitudes negativas se apuntan las que presentamos a
continuación:
• Dominar: interrumpe, embarca en largos monólogos, afirma la autoridad,…
• Negar: rechaza ideas, adopta una actitud negativa,..
• Desertar: se retrae de alguna manera, es indiferente, excesivamente formal,..
• Agredir: lucha por su posición, critica, censura, ... (Núñez y Loscertales,
1996).
7) No podemos tampoco olvidarnos que las interferencias que se pueden dar en
un grupo para que no funcione como tal, son tanto de índole cognitiva, como emocional
o social. Es decir, limitaciones que van desde los conocimientos previos que tengan los
sujetos, su igualdad en el dominio de vocabulario, sus percepciones respecto a los
demás, su actitud a participar en actividades con otras personas y sus características
personales. A tales limitaciones, debemos añadir la falta de referencias visuales que
incorporan los entornos virtuales de formación.
8) Al mismo tiempo no debemos olvidarnos, que el comportamiento que el
sujeto mantenga en el grupo estará fuertemente relacionado por la vía seguida para su
pertinencia al mismo. Y aquí nos encontramos con dos grandes posibilidades: por
adscripción y por adquisición. En la primera el grado de elección por parte del sujeto
para pertenecer al mismo es más bajo que en la segunda, lo que puede inicialmente ser
una limitación en la actitud inicial que el estudiante tenga para participar.
9) Que el comportamiento del profesor será diferente en los proyectos
colaborativos, que en los foros y en el uso del correo electrónico; ya que no están al
mismo nivel. El trabajo colaborativo es una estrategia metodológica de trabajo, y los
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foros y el correo electrónico son herramientas de comunicación asincrónicas. Por otra
parte, en el trabajo colaborativo, se pueden utilizar estas herramientas de comunicación
como mecanismos para potenciar la comunicación y la interacción entre los diferentes
participantes.
10) Como último comentario que la realidad es que se ha llevado a cabo pocas
experiencias de trabajo grupal a través de la red, ya que hoy por hoy se le tiende a
utilizar más como depositario de objetos de aprendizaje, que como herramienta de
interacción grupal. Posiblemente ello sea reflejo también de la metodología que
tradicionalmente se utiliza en nuestros centros educativos, y que se esté trasladando a la
red los modelos aplicados en otros entornos, bien por comodidad, por falta de
formación, o por carencia de modelos teóricos de aplicación.
En definitiva lo que venimos a señalar con estos comentarios iniciales son los
siguientes aspectos:
- Que el papel del profesor para el desarrollo de trabajo en grupo en entornos y
con herramientas virtuales, va a venir matizado por su experiencia previa y
capacidades y habilidades que como docente tenga en situaciones
presenciales.
- Y que para su desempeño, el profesor debe estar formado al mismo tiempo
en el dominio de herramientas de comunicación telemáticas, en técnicas de
aprendizaje grupal, y en estrategias de formación de trabajo social en red.
2. Los proyectos de trabajo colaborativo.
Como ya se indicó en otros documentos (Cabero, 2003; Román, 2003b), el
trabajo o aprendizaje colaborativo podríamos considerarlo como un recurso, estrategia y
metodología de instrucción asociado fundamentalmente a la formación de adultos, en la
cual se varían los roles tradicionales desempeñados por el profesor y el estudiante en
una metodología tradicional de transmisor
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