El Poder Corporativo

El poder corporativo

David Alejandro Singaña Tapia

La corporación ha sido una institución nacida con la idea de juntar recursos para la creación de bienes y servicios que permitan la obtención de un beneficio. Si bien surgen como organismos responsables y contralados, la búsqueda de maximizar las ganancias las ha llevado a tomar un rumbo en el cual no se toma en cuenta las consecuencias de sus prácticas. Es así que se tiene grandes empresas con procedimientos van más allá de la moral, mas allá de sus fronteras territoriales y aun más sorprendentemente van sobre el poder de los gobiernos. De esta manera se ha llegado a tener compañías que trabajan de manera autónoma y bajo sus lineamientos, sin un debido manejo o una correcta regulación. Tan solo la organización social es el único medio para poder enfrentar a estos gigantes, pues ellos existen por nosotros, la unión es el camino que puede llevarnos al cambio de mentalidad en el sistema que vivimos (Achbar, 2003).

Las corporaciones nacen hace mucho tiempo con el principio del empleo de factores que ayudaban al enriquecimiento de pocos con el trabajo de muchos, “con el tiempo, los monarcas gobernantes pasaron de contratar aventureros de capa y espada y piratas a contratar corporaciones que beneficiaran sus intereses de expansión colonial, administración y pillaje” (Korten, 2011). Es así que cada proceso industrial en nuestra historia no ha hecho más que desatar nuevas formas de explotación, manipulación y acumulación. Lejos de mejorar el estilo de vida de las personas comunes se ha ido creando cada vez una brecha más grande entre las “clases sociales”, brecha que se la ha ocultado mediante el aparecimiento de una “clase media” que tiene acceso a cierta parte de este sistema, pero en sumas cuentas solo son consumidores con recursos limitados. Sin embargo, las empresas se las han arreglado para lograr controlar sus operaciones de manera total, al punto que las negociaciones se realizan directamente con los gobiernos o con grandes instituciones como el Banco Mundial y el FMI. Lo que ha llevado a que los estados no puedan regir mediante sus leyes y simplemente se vean sometidos a los requerimientos de estas (Achbar, 2003).

Otro poder acaparado han sido los medios de comunicación, una herramienta tan fundamental debido a su alcance social y debido a la expansión en la distribución de la información, “cuando los periódicos, las revistas, los libros y las emisoras de televisión forman parte del mismo conglomerado de empresas […] es evidente que se plantea la posibilidad de que la miríada de intereses económicos del grupo influya en el tipo de periodismo” (Klein, 2007). De este modo se los ha llegado a utilizar de tal forma que oculten los defectos de su producción de la población y resalten el consumo de sus productos, muchas veces atacando a la competencia o simplemente evitando el surgimiento

...