El Voto
edgarontiveros7Tutorial27 de Abril de 2014
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a. ARGUMENTOS A FAVOR
1. El voto es un derecho político. El voto es el derecho político que todos los
ciudadanos tienen a participar en los asuntos públicos de su país, directamente
o por medio de representantes libremente elegidos. En este sentido, el
diagnóstico del año 2003 de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos, sobre la Situación de los Derechos
Humanos en México, establece como su recomendación número 30: “Reformar
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la legislación electoral, a fin de incorporar [entre otras cosas], la
reglamentación del voto de los mexicanos en el extranjero, (…)” 1
2. Voto y modernidad democrática. Las democracias contemporáneas han
extendido el sufragio a todos los ciudadanos, con independencia de género,
propiedad de bienes, nivel de instrucción o lugar de residencia.2 En este
sentido, el entonces Consejero Electoral del IFE, Juan Molinar Horcasitas,
planteó en un ensayo publicado en el periódico Reforma sobre la extensión del
sufragio que, “el desarrollo de un sistema electoral puede medirse a partir de
dos dimensiones: una es cuantitativa, y se refiere a la extensión del sufragio, la
otra es cualitativa, y se refiere a la limpieza de los comicios”. Así,
cuantitativamente, “desde 1912 [en nuestro sistema electoral] se removieron
las barreras censatarias y educativas extendiendo el derecho a votar a todos
los varones mayores de 21 años; desde 1952 se derrumbó la barrera de
género, incorporando a las mujeres a la ciudadanía en las elecciones federales
y a partir de 1970 se extendió el sufragio a la franja de población juvenil, mayor
de 18 años.” Y añade: “nuestro país alcanzó niveles de extensión del sufragio
comparables a los de las democracias establecidas desde hacia varias
décadas”. Sin embargo, “tal como se argumentó en su momento se regateó la
ciudadanía a los iletrados, a los indígenas o a las mujeres, hay quienes hoy
parecen ceder al prejuicio que discrimina a nuestros compatriotas emigrantes”.3
1 Al respecto afirma el Dr. Gabriel SZÉKELY; que, “al no haber jurisprudencia en México para la protección
de los derechos políticos que los considere derechos humanos, no se ha podido acudir a la justicia federal en
búsqueda de dicha protección y la decisión al final sobre temas como la instrumentación del derecho para el
voto en el extranjero, deberá ser de carácter político”.(ver “México una Nación de Migrantes”, Documento
Ejecutivo de la Memoria del Coloquio Internacional El Voto de los mexicanos en el Extranjero, organizado
por el Tribunal Electoral del Estado de México, celebrado los días 8 y 9 de agosto de 2002; disponible en:
http://www.teemmx.org.mx/. págs. 39-40).
2 CÁRDENAS BATEL, Lázaro, Exposición de Motivos a la Iniciativa de reformas y adiciones a diversas
disposiciones del COFIPE, Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados, número 32, jueves 30 de abril
de 1998; disponible en: http://gaceta.cddhcu.gob.mx.
3 MOLINAR HORCASITAS, Juan; “Ensayo: La extensión del sufragio” en Reforma, México, D.F., 20 de
septiembre de 1998.
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3. El voto y los instrumentos internacionales. De acuerdo con el artículo 133
de la Constitución, el Estado Mexicano está comprometido garantizar el
ejercicio de los derechos ciudadanos consignados en distintos instrumentos
internacionales firmados y ratificados por nuestro gobierno. 4 En efecto, la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1984 señala en su artículo
21 que "toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país de
manera directa o por sus representantes libremente escogidos". Esa
disposición se repite casi textual en los artículos 25 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, y 23 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos. Además, nuestro gobierno ratificó la "Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados" que dispone en sus artículos 26, 27, 29 y 42.2, que
todo Estado parte de un tratado no puede suspender su aplicación, ni invocar
derecho interno en contrario una vez que se ha comprometido.5
4. La ciudadanía no se cancela con la residencia en el exterior. Emilio
Zebadúa considera que: “No hay leyes, en efecto, en los Estados Unidos que
eviten que un ciudadano mexicano, por poseer una segunda o tercera
nacionalidad, pueda votar en más de una elección; y si esto significa una doble
lealtad, no es esto un fenómeno que surja a partir de sus derechos políticos,
sino que tiene profundas y complejas raíces sociológicas y culturales. [Los
mexicanos en el extranjero mantienen] una lealtad, tanto con su comunidad,
con su estado y con la sociedad que los rodea en ese país, –su herencia, sus
orígenes, y sus relaciones actuales. Siguen enviando, por ejemplo, más de 15
mil millones de dólares al año [a México, su país de origen] (…); pero, además,
4 México también, ha suscrito la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de todos los
Trabajadores Migratorios y de sus Familiares de la ONU, que en su artículo 42 de la declaración de dicha
Convención, establece lo siguiente:“1. Los trabajadores migratorios y sus familiares tendrán derecho a
participar en los asuntos públicos de su Estado de origen y a votar y ser elegidos en elecciones celebradas en
ese Estado, de conformidad con su legislación; 2. Los Estados de que se trate facilitarán, según corresponda
y de conformidad con su legislación, el ejercicio de esos derechos”.
5 cf. CÁRDENAS BATEL, Lázaro; op. cit.
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fomentan el desarrollo de muchas comunidades de este país, en varias
entidades de la república”.6
5. La democracia es reflejo de la sociedad. La democracia mexicana debe
reflejar que nuestra sociedad ha venido transformándose en una
sociedad de migrantes. Según el Consejo Nacional de Población (CONAPO),
entre el 2000 y 2002, el promedio anual de flujo migratorio ascendió a 390,000
personas. Como consecuencia de esta salida anual de mexicanos, el CONAPO
estima que actualmente residen 9.9 millones de mexicanos en Estados Unidos,
equivalentes al 29% del total de inmigrantes residentes en ese país.7 Para el
año 2006 serán 12.5 millones los ciudadanos mexicanos en edad de votar que
residan en otras naciones, lo que representará una población de electores
mayor a la de cualquier estado de la República, 2.6 millones más que en el
año 2000.8 Frente a esta realidad, Juan Molinar Horcasitas argumenta a favor
del voto de los mexicanos en el extranjero y sostiene: “Actualmente, una gran
proporción de las familias mexicanas ha experimentado la emigración, al
menos temporal, de uno de sus miembros. [De esta manera], si nuestra
democracia es incapaz de reflejar políticamente esta realidad de nuestra vida
social, no podrá madurar ni dar la plenitud de sus frutos”.9
6. El migrante nunca se desliga por completo de su país de origen. Según
Carlos Castilla y Javier Algara la “noción de comunidades transnacionales es el
vértice que podría ayudar a resolver la aparente ambivalencia de dobles
lealtades de los migrantes mexicanos, pues cada vez es más evidente que
aquellos que emigran de su país no se desligan totalmente del mismo; por el
6 ZEBADÚA, Emilio; Voto de los Mexicanos en el Extranjero / Constitucionalidad y Retos Jurídicos, Grupo
Parlamentario del PRD en la LIX Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, Centro de
Producción Electoral, México, D.F., febrero de 2004; disponible en:
http://www.emilioZebadúa.com.mx/publicaVOTO.htm; pág. 17
7 Ver GUTIÉRREZ, Francisco J. & DEL VALLE, Silvia; “La migración Internacional de México” en Guía
Política, documento elaborado por la Dirección de Análisis Bursátil y Económico de Scotia Inverlat, México,
D.F., 2 de febrero de 2004; disponible en: http://www.scotiainverlat.com.mx/resources/migracioninternac.
pdf: pág. 3.
8 Ver SZÉKELY, Gabriel; op. cit., pág. 8
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contrario, en su nuevo lugar de residencia y en el marco de mejores
condiciones económicas desarrollan múltiples lazos sociales, económicos y
políticos que van más allá de los estrechos límites fronterizos. (…) un elemento
que da sustento a la participación política de los emigrantes en sus sociedades
de origen se da a través del voto, ya que es esta la forma más directa de
expresión política. (…) Por esta razón, el voto adquiere un significado no sólo
político electoral, sino que es también una clara expresión de pertenencia a la
comunidad
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