El arte es un instrumento que permite evitar los conflictos violentos en la sociedad

 Harold Steven Rubiano Restrepo-A00361893

El arte es un instrumento que permite evitar los conflictos violentos en la sociedad.

En este escrito se busca abordar cómo el arte (un texto, una obra o cualquier tipo de representación artística), es una manifestación o representación de la violencia, que tiene por objetivo involucrar a las personas que consumen dicho arte, es decir, que el arte permite comprender o sentir lo que es estar involucrado en un acto violento, en cualquiera de los roles o actores que esta involucra (victima, victimario o espectador) y de cómo estos roles pueden cambiar y que es donde el arte como representación de la violencia puede tener un papel de gran importancia para permitir concientizar a las personas o la sociedad, sobre cómo no actuar para evitar incurrir en actos de violencia, que es una de las principales problemáticas sociales en la actualidad..

Antes de empezar es necesario aclarar qué es la violencia, cómo y porqué se presenta, como también otros aspectos relevantes. La violencia es cualquier tipo de acción en la cual se vulnera la integridad del otro, a través de lesiones físicas o psicológicas, que lo que buscan es hacer sufrir a las personas en contra de su voluntad (victimas), esto con el fin de hacer manifiesta una posición de superioridad, de capacidad de ejercer poder (se refiere al victimario, que es quien ejerce la violencia)  sobre el otro, ya sea como un medio para conseguir un objetivo o  simplemente por el hecho de disfrutar de dicha superioridad.

Coma ya se mencionó, en la violencia hay tres actores implicados, esto según Martin Seel, debido a que en la “Estética del aparecer”, menciona que la violencia se ejerce(victimario), la violencia se sufre(victima), la violencia se observa(observador) [3]. La importancia de estos roles radica en que se pueden intercambiar, el agresor puede convertirse en víctima, y la víctima en agresor, incluso los observadores pueden ocupar el rol de agresor o víctima.

Debido a dichos roles la violencia se puede presentar de forma cíclica, pues la victima con el fin de cambiar su posición de vulnerabilidad (esto en el mejor de los casos, generalmente esto ocurre porque las personas buscan venganza con aquellos que los agreden de forma física o psicológica), recurre a ejercer la violencia para defenderse, lo cual lo conlleva a convertirse en el agresor, y por el contrario el agresor termina siendo víctima. Por otra parte, en cuanto el observador, este se puede ver implicado en los otros dos roles, debido a su cercanía con la violencia, pues puede verse afectado y ser victima del problema o ejerce la violencia, como un acto en contra de lo que ocurre en su entorno, lo que lo convierte en agresor.

Dicho esto, el arte puede permitir que esa “violencia cíclica” no se presente, pues al dar una visión de la violencia a la sociedad en cualquiera de sus roles, puede permitir a las personas generar conciencia sobre cómo no actuar en situaciones que se tornan violentas, pues al no buscar la venganza o ejercer justicia por mano propia, ante un agresor, se evita a recurrir a la violencia como un medio para conseguir dichos fines.

Una representación clara de la violencia es la obra de Juan Rulfo “Diles que no me maten”, pues en esta se narra como Juvencio tiene un altercado con don Lupe, en el cual Don Lupe mata un animal que pertenecía a Juvencio, y este como un acto de venganza o de demostrar una posición de superioridad, incurre a la violencia como un medio para conseguirlo, al punto de matar a don Lupe. En esto, se manifiesta claramente al lector, dos de los roles de la violencia, el agresor (Juvencio) y la victima (don Lupe), y de como un acto de intolerancia puede tener enormes consecuencias.

Dicho suceso que se narra en la obra hace que Juvencio tenga que esconderse por muchos años, y uno de los principales afectados del acto de violencia de Juvencio es el hijo de don Lupe, el cual más adelante es coronel, y el cual creció con cierta indignación o con cierto sentimiento de injusticia, pues ya que quien había matado a su padre seguía libre, lo cual lo indignaba. Por lo que, cuando este captura a Juvencio, mucho tiempo después de estar escondido, aprovechando su cargo (situación de superioridad) ordena que maten a Juvencio, haciendo evidente que los actores o roles cambian, ya que, el hijo de don Lupe, el coronel, pasó de ser afectado por la violencia a ser un agresor, ya que ordena la muerte de Juvencio, como un acto de venganza o como un medio para ejercer justicia, hacia el asesino de su padre, y Juvencio, pasa a ser una víctima, luego de haber sido el asesino del padre del coronel.

En este momento de la obra, podemos ver una representación de lo que es la violencia, pues el autor nos muestra como Juvencio suplica porque no lo maten, ya que es algo que está totalmente en contra de su voluntad, haciendo evidente una posición de vulnerabilidad, pues Juvencio se encontraba quebrantado psicológicamente, por el hecho de saber que sería asesinado. Otro aspecto importante que se puede identificar es como el observador, que en este caso es el hijo de Juvencio, teme a verse afectado por querer salvar a su padre, ya que este le pedía que le dijese al coronel que no lo mataran, es decir, que se podría convertir en una victima más del conflicto.

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