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El desarrollo social de 0 a 6 años


Enviado por   •  7 de Abril de 2020  •  Tareas  •  1.698 Palabras (7 Páginas)  •  507 Visitas

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Tarea para DSA02: El desarrollo social de 0 a 6 años.

PRIMERA PARTE

1. A propósito de Andrés cuenta su madre:

Su padre es abogado y él, que lo sabe, sigue con mucho interés las actuaciones de abogados en las películas de la televisión. Imita sus gestos y aún sus expresiones. Pero, desde el día que estuvimos en la calle observando cómo los bomberos rescataban a una anciana por la ventana de un sexto piso, frecuentemente dice que va a ser bombero. Un día, después de un rato de silencio en que parecía ensimismado, me miró, serio, y me dijo:

  • ¿hay abogados bomberos?”

Explica la actitud y la pregunta del niño, justificando teóricamente tu respuesta.

Según la Teoría psicosocial de Erikson, Andrés se encuentra en la Edad del juego (desde los tres hasta los seis años) en la que se da la crisis “Iniciativa frente a sentimiento de culpa”.

Para Andrés su padre es un modelo de identificación. Es habitual esta identificación con el progenitor del mismo sexo, deseando hablar, actuar, pensar y ser como él.

En las películas, además, puede ver más rápidamente que en la realidad, las consecuencias de los actos y conductas de los abogados, lo que le ayuda a entender mejor la causa-efecto.

El modelo que supone su padre como abogado (ayudando a los demás y haciendo cumplir la ley) imprime una huella decisiva en la formación de la moral y la conducta social de Andrés.

Sin embargo, cuando Andrés vio a los bomberos rescatando a la anciana deseó poder hacer lo mismo. Quedó tan impresionado por su heroísmo que se convirtió en otro modelo a imitar.

Surge, entonces, el conflicto: ¿abogado o bombero? En la obligación autoimpuesta de emular a su padre surge la confusión y la culpa por su nueva iniciativa. Entonces, pide ayuda a su madre para resolver el conflicto.

La imitación diferida (sin la presencia del modelo) es la base del juego simbólico y resulta de gran valor para el aprendizaje del niño.

Conviene aprovechar la pregunta de Andrés para explicarle que puede ser lo que quiera y fomentar su iniciativa de imitar nuevos modelos positivos. Cuanta mayor variedad de modelos observe e imite, mayor riqueza de contenidos adquirirá su juego simbólico.

Añadiría, además, la necesidad de poner en valor otras profesiones menos “espectaculares” pero igualmente necesarias.

A modo de ejemplo, imaginándonos una escena en la que Andrés esté caminando con sus padres por un paseo marítimo y se encuentren con un barrendero, sus padres podrían explicarle que gracias a que esa persona recoge la basura del paseo, no llega al mar y así, los peces no enfermarán al comérsela.

Tanto desde el hogar como desde la escuela infantil, también es muy aconsejable mostrar la importancia el trabajo de las personas que mantienen limpios estos lugares y elaboran la comida que nos alimenta.

Muchas veces se alienta a las crianzas a aspirar a los oficios considerados más prestigiosos. Dignificar todas las labores y profesiones fomenta el respeto hacia todas las personas.

2.  Realiza una observación de un grupo de niños y niñas de edades comprendidas entre 0 y 6 años. Registra cuáles son los tipos de juegos que realizan, el modo en qué interactúan, qué actividades desarrollan y deduce en qué momento están de la socialización en el grupo de iguales. Ten en cuenta que la situación de juego debe ser espontáneo, y si no conoces de antemano la edad de los niños y niñas no se distorsionará la interpretación de su conducta, ya que si la conoces tenderás a interpretarla desde los hitos evolutivos.

Descripción de la escena 1:

Es domingo por la tarde, en el parque hay casi más padres que niños.

Llega un padre con una niña pequeña (#1), ésta le señala el columpio de bebés para que la suba. Mientras empuja el columpio el padre mira el móvil distraído. Al poco tiempo la niña se cansa y la baja, ahora se va a un balancín. Hay otros niños cerca, pero no interactúan. De hecho, un niño (#2) le está llorando a su padre porque la niña estaba en el columpio que él quería. El padre le reprende por llorar, le dice que es un caprichoso porque antes de que la niña lo usara él no lo quería. Un poco después vuelve a jugar.

Dos niñas están en la ruleta (#3 y #4), llaman a un niño menor que ellas (#5) para que también suba. El niño está montado en su moto de juguete y ellas quieren que se suba en el espacio para carritos y sillas de ruedas. Finalmente lo convencen y, mientras una de ellas impulsa la ruleta desde el exterior, la otra le ayuda desde dentro.

Desde la distancia la niña que estaba con su padre (#1) mira la escena, parece que le gustaría unirse, pero no se atreve.

El juego cesa y el niño (#5) se aleja. Las niñas actúan de cuidadoras y le advierten que no salga del parque, no alcanzo a escuchar bien la conversación, pero una de ellas (#3) le dice “Vale, pues que te lleven los chicos, nos da igual”. Sin embargo, se monta detrás de él en su moto y bajan por una cuesta. Divertidos, repiten la bajada un par de veces. Ahora la otra niña (#4) marca la salida. Luego baja la cuesta él sólo y la misma niña (#3) le vuelve a reñir y le advierte que si se va contra los coches aparcados vendrá la policía.

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