El oficio de enseñar - una cuestión de Estado

El oficio de enseñar: una cuestión de Estado

Lección 6 - Arata y Mariño

Las escuelas Normales

Las escuelas normales fueron creadas por el Estado como instituciones formadoras de maestros y maestras, quienes serán piezas fundamentales en la conformación y desarrollo del Sistema Educativo Argentino. A través de ellos, el Estado desplegó su acción educativa y contribuyeron en la construcción de un nuevo orden social.

En las escuelas normales se configuró un discurso pedagógico que se difundió hacia el conjunto del sistema educativo; este discurso no era sólo lo dicho y escrito, sino también un conjunto de ideas y prácticas capaces de organizar un determinado sentido, una forma de entender y de intervenir en el mundo. El Normalismo configuró un discurso moderno sobre qué es y cómo se practica la educación.

Origen del normalismo (contexto)

El normalismo tiene su origen a finales del Siglo XVIII en Alemania. Luego se expandiría por gran parte de Europa. Surgió como un movimiento pedagógico vinculado con el proyecto de crear “un hombre nuevo” a través de una educación diferente a la desarrollada durante el antiguo régimen, que tenía por finalidad contribuir al sostenimiento del absolutismo monárquico.

Con la Revolución Francesa (1789 – 1799), el normalismo se convertiría en una herramienta fundamental para la formación de los sujetos de la nueva sociedad, se enseñaría los principios políticos y morales del nuevo orden, mediante una educación universal y laica a través de la razón y la ciencia.

Recién en 1811 se asientan las bases de un modelo de escuela normal como el que se difundiría años más tarde en América.

El normalismo en Argentina

Se forjó como una tradición pedagógica en un período nodal de la modernización estatal argentina y en medio de los desafíos de su época: Convulsiones políticas y crisis económicas y sociales.

A través de la educación se podría gestar un nuevo orden social, ya no con las armas.

La primera escuela Normal se crea a orillas del río Paraná en 1870, ¿por qué en Paraná? Sarmiento creía que las escuelas normales debían establecerse en pequeñas ciudades para que los docentes formados no se dedicasen posteriormente a tareas más lucrativas o decidieran segur sus estudios universitarios, abandonando el magisterio. También era una estrategia educativa para sumar políticamente a la región al proyecto de consolidación del Estado Nacional. El gobierno otorgaba becas a cambio de ejercer al menos 6años la docencia.

En los comienzos de la Normal, la región atravesaba un clima de gran inestabilidad

El magisterio duraba 4 años, ingresaban mayores de 16, intachable moral, buena salud y aprobar un examen sobre lectura, escritura, aritmética y geografía.

Las primeras maestras eran traídas por Sarmiento de Estados Unidos. El primer director, también provenía de este país. La escuela fue modificándose según los directores:

George Stearns (1871 – 1876): Organizar y dar continuidad a la escuela que se acaba de crear. Afrontar retos como la resistencia de la sociedad católica ante la existencia de un cuerpo docente mayoritariamente protestante, inestabilidad estudiantil, necesidad de instalar la idea de que la enseñanza era una profesión promovida y administrada por e Estado Nacional. Preocupaciones de orden metodológico. Instala un laboratorio de ciencias y gimnasio.

José María Torres: segundo director. Marcó un cambio de orientación en la institución. Provoca un cambio de orientación de la institución. Nuevo plan de estudio que dividía a las escuelas normales en dos modalidades: elementales (forma maestros) y Superiores (profesores, directores, inspectores, etc.). Consideraba que los maestros debían ser neutrales y ajenos a la política. La función del maestro era moralizadora, su comportamiento debía ser ejemplar. Formar la mente y luego proveerla de ideas, conocimientos y doctrinas. El maestro obra con amor y poder.

Pedro Scalabrini: Dictó en Paraná las cátedras de filosofía, historia general y Ciencias Naturales. Adhirió a los principios del Krausismo combinado con una impronta positivista. En su concepción “orden y progreso” debían armonizarse, porque el progreso sin orden es anarquía y el orden sin progreso es estancamiento y retroceso. Adhirió a una educación progresiva que en los primeros años se iniciaba en el plano afectivo y conforme maduraba el sujeto, viraba hacia una educación claramente científica. La pedagogía debía promover el aprendizaje a partir de la observación y del conocimiento concreto de la naturaleza. Rol activo de los alumnos, mientras que el aprendizaje tenía lugar en el ámbito natural donde se producían los hallazgos. El maestro era un orientador que acompañaba en el desarrollo de la autonomía de los alumnos y podía permanecer callado esperando a que los alumnos tomen la palabra

La ideología pedagógica no era homogénea. La corriente positivista en las escuelas normales no logró borrar las huellas dejadas por la pedagogía de bases krausista.

Formación de maestros y maestras normales

Los maestros y maestras normales fueron nombrados como funcionarios del estado nacional. Los docentes eran el “brazo ideológico” para instalar y naturalizar un orden político conservador. Las culturas inmigrantes eran vistas como amenazas para la construcción de una tradición nacional, es por eso que se generó la producción de un conjunto de estrategias homogeneizantes, ya que lo diferente era visto como una amenaza para el orden social y político.

Expansión del normalismo

El normalismo se extendió con decisión y fuerza por todo el territorio nacional. 25 años después de la creación de la escuela de Paraná, eran 38 las escuelas normales. Crece la cantidad de aspirantes, la oferta y la red de escuelas.

Este proceso de expansión debió lidiar con problemas como lograr la retención de los alumnos y lograr que una vez recibidos eligieran el magisterio como trabajo. Los egresados normales no llegaban a cubrir las necesidades educativas del país. Entrado el siglo XX, seguía existiendo un porcentaje alto de maestros que no contaban con un título expedido por una normal. Junto a las escuelas normales convivieron un conjunto de prácticas e instituciones formadoras de docentes como las escuelas normales provinciales y las escuelas normales populares.

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