LA LEY NACIONAL DE EDUCACION, UNA CUESTION SOCIAL DESIGUAL DEL ESTADO
maynumbi26 de Junio de 2014
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Introducción
Este ensayo centra su análisis en las características que adquiere la desigualdad social en el acceso a recursos educativos en las escuelas de la provincia de Jujuy en un contexto de resignificación de la Ley de Educación Nacional 26.206, ya que en esta provincia conviven factores vinculados a los dos últimos marcos normativos con un denominador común, la “desigualdad social” siendo este uno de los factores que mejor explica las diferencias educativas.
Al hablar de desigualdad se hará referencia en especial a las posibilidades diferenciales de las poblaciones educativas en las distintas regiones de nuestra provincia en el acceso a los recursos, ya que, un alumno que estudia en una escuela urbana o suburbana a comparación de otro que estudia en una rural, en Jujuy, el alumno urbano recibirá una educación más competente y completa que uno suburbano o rural.
Para este trabajo se toma en cuenta como indicadores aspectos promovidos por la Ley de Educación Nacional (Ley No. 26.206, 2006), con respecto a la obligatoriedad; la jornada extendida o completa en escuelas primarias ; el acceso a nuevas tecnología; la enseñanza de una lengua extranjera; la enseñanza del arte y educación física en ambos niveles; la educación especial; el estado de los edificios y algunas políticas educativas como la igualdad de oportunidades y posibilidades, sin desequilibrios regionales ni inequidades sociales. (Cap. II art. 11 inc. a Ley de educación Nacional)
La desigualdad será tomada como un indicador de “injusticia educativa”, donde a mayor desigualdad, mayor injusticia.
POLITICAS DE IGUALDAD O DESIGUALDAD, ANTECEDENTES
Emilio Tenti Fanfani, 2007 hace referencia que en la década de los ´90 se produjeron grandes reformas económicas, sociales y políticas. Ese tiempo se caracterizó por las denominadas “reformas educativas”. Al mismo tiempo esas políticas se llevaron a cabo en un contexto de relativo crecimiento económico que permitió un aumento de las inversiones públicas en el sector educativo. Pero este crecimiento económico fue acompañado de un notable proceso de concentración de la riqueza en pocas manos. El crecimiento de la riqueza estuvo acompañado del empobrecimiento de la población, es decir que a los viejos pobres se sumaron los “nuevos”.
La intervención escolar se basó en la idea de que todos los niños eran iguales y merecían el mismo trato; y diferenciar hubiera sido considerado un privilegio que contradecía el principio de igualdad ante la ley.
Filmus 1996; y Tenti Fanfani, , 2007; centraron su análisis en como a los niños más pobres, que son los que más necesitan acceder a una educación de calidad, al ofrecerles una educación también empobrecida, se los limita de modo estructural en el desarrollo de sus capacidades y compete.
Tenti Fanfani 2007 y Filmus Daniel 1996 expresan que el Ministerios de Educación, asumió la responsabilidad de proveer las necesidades básicas, a través de los programas denominados compensatorios, en donde el Estado hizo uso de instituciones escolares para instrumentar programas de nutrición y de alimentación infantil. La escuela fue adquiriendo funciones no pedagógicas que ocasionaron confusiones y discusiones entre los maestros y la propia comunidad escolar; estas nuevas funciones no fueron acompañadas por una asignación de recursos necesarios (como tiempo y espacio). La escuela tuvo que ceder parte del tiempo del aprendizaje para el desarrollo de los programas sociales destinados a la infancia. Esto tuvo dos efectos contradictorios: contribuyo a extender la cobertura, asistencial y permanencia en la escuela; y pudo haber afectado el logro de adecuados niveles de rendimiento escolar.
La exclusión social: el drama se reinicia
Emilio Tenti Fanfani, 2007 explica que la exclusión de la cultura no es como la exclusión de bienes materiales como tampoco es lo mismo la demanda de escolaridad que la demanda de conocimiento, hay una demanda cierta de escolarización, pero no hay un movimiento social para poner determinados conocimientos al alcance de todos; no existe una demanda de conocimientos, o existe de manera muy desigual, ya que los más desposeídos de cultura son quienes están en peores condiciones de demandar. Creer que se puede romper este círculo con solamente una política educativa centrada en la demanda, es una ilusión.
El autor, (Fanfani 2007) dice que las políticas educativas, elaboradas con la Ley Federal de Educación denominadas “compensatorias” se basaban en un supuesto criticado por la sociología contemporánea: los pobres tienen carencias de diverso tipo que constituyen obstáculos para el aprendizaje, que para eliminarlos se necesitan políticas que las compensen; pero el problema no es solo de carencias, sino de diferencias.
Los grupos sociales subordinados no solo tienen menos recursos, sino que poseen otros recursos culturales, lingüísticos, etc., que no son valorizados por la institución escolar y se constituyen en obstáculos del aprendizaje.
Los programas instrumentados siempre fueron mínimos frente al tamaño de la población afectada y a la gravedad del costo humano de las políticas económicas neoliberales, fueron desarrolladas por los Ministerios de Educación, usando una mezcla de recursos nacionales y de préstamos internacionales. Estos programas tendieron a actuar conjuntamente sobre los factores de la oferta y la demanda, a desarrollar competencias y a redistribuir recursos en territorios específicos, pero en la mayoría los programas son nacionales y se distinguen por el objetivo y la población a la que se dirigen, este paralelismo de programas, muchas veces esta en el origen de superposiciones, ausencia de articulaciones y otras irracionalidades relacionadas con la fragmentación y la sectorialización.
LA LEY DE EDUCACION NACIONAL Y LA INCLUSION
La Ley de Educación Nacional parte de una perspectiva de educación permanente, popular y de participación social. Nace como respuesta al fracaso de la llamada “reforma educativa de los 90.
Dice Hargreaves,1996 “Acompañando el nuevo marco legal, se han realizado algunas acciones que intentan fortalecer una Educación Secundaria atravesada por problemáticas tales como crecimiento de la pobreza, nuevas incertidumbres ante economías globales y flexibles con organizaciones flexibles y cambiantes en un mundo donde, entre otras cosas, la comprensión del tiempo y el espacio modifica los escenarios presentes y futuros.
Desde el año 2006 el punto de vista de las políticas públicas, las respuestas más significativas se concentraron en la aplicación de la Ley Nacional de Educación 26.206, la cual considera a la Educación y al conocimiento un bien público y un derecho personal y social integral, que facilita la integración social plena de todos y para todos, reconoce en sus primeros artículos que la educación es un derecho social que debe ser garantizado por el estado, el cual debe proveer una educación integral, permanente y de calidad para todos los habitantes, garantizando la gratuidad, igualdad y equidad en el ejercicio de este derecho. Es por ello se propone hacer un análisis de la magnitud y las características de la desigualdad social en el acceso a los recursos educativos, para lograr dicho objetivo se ha explorado ciertos indicadores relacionados a los distintos aspectos que promueve la Ley de
Educación Nacional (Ley N° 26206), como son:
1) obligatoriedad en el nivel secundario
2) el acceso a jornada extendida o completa,
3) el acceso a nuevas tecnologías
4) la enseñanza de una lengua extranjera
5) la enseñanza del arte y educación física.
6) la educación rural
7) la educación especial.
Uno de los avances más significativos de la Ley de Educación Nacional dictada en el año 2006 fue haber establecido la obligatoriedad de la educación secundaria.
En sus artículos 29 y 30 afirma que…“la educación secundaria es obligatoria y constituye una unidad pedagógica y organizativa destinada a los/as adolescentes y jóvenes que hayan cumplido con el nivel de Educación
“La Educación Secundaria en todas sus modalidades y orientaciones tiene la finalidad de habilitar a los/las adolescentes y jóvenes para el ejercicio pleno de la ciudadanía, para el trabajo y para la continuidad de estudios”.
De esta manera, cabe pensar: ¿Qué es lo que ofrece la escuela secundaria a los jóvenes hoy? ¿En qué medida lo que ofrece la escuela secundaria responde a los intereses y expectativas que jóvenes y adolescentes tienen? Estos interrogantes surgen al considerar la fuerte expansión del nivel y la población que asiste a la escuela, que ya no es la misma para la que originariamente estuvo pensada esta educación.
La obligatoriedad del nivel secundario se instala en la provincia de Jujuy en un marco en el que conviven situaciones desiguales, signadas por la presencia o no de escuelas sobre todo es zona rurales o bien de profesores itinerantes en zona rurales, por regiones diferenciadas en relación con la calidad de los aprendizajes, lo cual ha delimitado múltiples escenarios.
En principio, el carácter de obligatorio debe ir de la mano de la ampliación de la oferta educativa en todo el territorio; territorio marcado por los espacios urbanos como por los rurales con una distribución igual y justa, porque al interior de lo urbano, las diferencias persisten entre los centros urbanos y los barrios
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