Ensayo Operacion Jaque

OPERACIÓN JAQUE: ENTRE UN ESPECTÁCULO DE INTELIGENCIA MILITAR Y UNA AFRENTA AL DIH

Como la gran mayoría de colombianos, me emocioné profundamente cuando diversos medios de comunicación anunciaron mediante extras informativos lo que sería la noticia más importante del 02 de julio de 2008: la Operación Jaque que resultó en el exitoso rescate de 15 rehenes en poder de las FARC se llevó a cabo exitosamente.

Dicha operación, hasta el sol de hoy, es fuente de orgullo y admiración del pueblo colombiano hacia las Fuerzas Armadas, puesto que involucró una difícil y muy bien elaborada tarea de inteligencia que abarcó desde la recolección de información, hasta engañar al grupo subversivo para que reagrupara a los rehenes y los entregara a soldados, quienes haciéndose pasar por miembros de una organización no gubernamental ficticia, supuestamente llevarían a los cautivos a otro campamento; todo ello sin disparar una sola bala.

Sin embargo, días después del denominado "perfecto" rescate, se conoció que el ejército nacional utilizó equivocadamente los símbolos de la Cruz Roja Internacional; incurriendo, más allá de un simple error, en un delito internacional denominado Perfidia que constituye una violación de la normatividad que regula el accionar de la guerra, puesto que degrada las protecciones y restricciones desarrollados en interés de todas las partes combatientes y la sociedad civil.

Debo confesar que, al igual que muchos otros, cuando escuché por primera vez sobre el incidente de la utilización indebida del emblema de la Cruz Roja pensé que tal hecho era menor y tolerable frente a las atrocidades cometidas por la guerrilla durante tantos años, no solo en el campo de batalla, sino en escenarios donde la población civil se vio seriamente afectada en su integridad. Pero al incursionar en el estudio de las disposiciones del Derecho Internacional Humanitario, que buscan atenuar los actos crueles, inhumanos e innecesarios en los conflictos, resulta complicado minimizar las gravedad de lo ocurrido, pues es evidente que el Estado desconoció normas a las cuales está claramente obligado en el marco del DIH.

En este sentido, cabe resaltar que el DIH autoriza determinados artificios o tácticas disuasorias como elementos naturales en la guerra, a los que denomina “estratagemas ”, pero ello discrepa manifiestamente de lo contenido en los convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales, dado que "el uso del emblema de la Cruz Roja esta específicamente reglamentado y debe ser respetado en todas las circunstancias y no puede ser usado de manera abusiva, pues éste permite a sus representantes acceder a las zonas más afectadas por el conflicto armado y llevar a cabo sus actividades de protección y de asistencia a sus víctimas ".

Adicionalmente, este tipo de descuidadas acciones ponen en riesgo la integridad de quienes siguen secuestrados

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