Ensayo sobre los miserables

REALIDAD INHUMANA DEL HACINAMIENTO CARCELARIO.

Desde la antigüedad hasta la actualidad, la situación de las personas prisioneras de su libertad se ha convertido en temas de profundos debates y estudios en algunos países, ya que si bien las personas han vulnerado alguna ley o norma inquebrantable desde la perspectiva de la sociedad, no deben por ello ser privadas de los demás derechos que le corresponden por seguir siendo un sujeto de derecho que posee derechos y deberes para mantener y proteger una calidad de vida con dignidad y armonía. En la historia presentada en la obra ‘Los miserables’ se presenta cómo alguien que caía en injuria o delito podía perder todos sus derechos y beneficios, teniendo en cuenta que dicha obra se desarrolla en un contexto  de la sociedad en la Francia del siglo XIX, pero en el transcurso de la historia este tipo de penas se han ido derogando hasta llegar al punto de que en la actualidad en muchos países sólo se le priva del derecho de la libertad más no de todos sus derechos, lo cual vulneraría los tratados y pactos internaciones de los derechos humanos, aunque la realidad en muchas cárceles sea otra diferente a la de la protección de sus derechos y beneficios y terminan convirtiéndose en zonas donde frecuentemente se le violan los demás derechos que siguen poseyendo los reclusos a pesar del delito que hayan cometido. En el transcurso del ensayo se enfocará y argumentará la necesidad urgente que existe en replantear si hay una igualdad y justicia con respecto a la calidad de vida que están teniendo los reclusos en las distintas cárceles colombianas y cómo la realidad inhumana del hacinamiento carcelario en Colombia se ve reflejado de una manera extraordinaria a través de la obra ‘Los miserables’ desarrollada en Francia en el siglo XIX, realidad vivida por el protagonista de la historia.

Para todo aquél que cometa un acto indebido estipulado, tipificado y considerado como antijurídico en el código penal colombiano, recibirá una pena la cual puede ser para muchos delitos, la prisión; ante una pena como es ir a prisión, se pierde inmediatamente el derecho a la libertad (libertad de locomoción) como parte de la condena imputada al haber incurrido en una violación de las normas y las leyes colombianas, pero al ser condenado por un delito y haber perdido el derecho de la libertad, no debe estar condenado también a perder los demás derechos fundamentales que tienen que ser garantizados y velados por el Estado descritos en la constitución política colombiana, en comparación con la situación vivida por el protagonista de la obra ‘Los miserables’ (Jean Valjean), en la época francesa del siglo XIX, que consistió en ser condenado a prisión bajo una sentencia muy desproporcional  por un delito menor y llevado a la cárcel, la cual se encontraba en paupérrimas condiciones de salubridad, en la cual se le violaban gran parte de sus derechos fundamentales, término que aún en la época no se utilizaba, ya que este surgió luego del paso de la revolución francesa, y hasta este momento, no había ocurrido; sin embargo, el concepto es el mismo. A los presidiarios los mantenían encadenados, les suministraban poca comida, las instalaciones no eran aseadas, lo cual llevaba a que propendieran las enfermedades en medio de los presidiarios. Dichas condiciones en las que sobrevivían los presidiaros en ‘Los miserables’, son claras muestras sobre cómo aquél que cometía delito en el siglo XIX era delimitado no sólo a su derecho de la libertad sino a todos los demás derechos tales como la salud y una vida digna.

Cada día en Colombia se comenten incontables delitos por parte de sus habitantes, cada día en los juzgados se ve frecuentemente cómo alguien pierde su libertad (libre locomoción) por la pena impuesta, por consiguiente, diariamente las cárceles van aumentando la cantidad de reclusos bajo su control y vigilancia, y para ello, las cárceles deben estar en óptimas condiciones desde su infraestructura hasta el adecuado manejo del control del suministro del agua potable como característica esencial del aspecto higiénico en las cárceles; son muchos aspectos que deben tenerse en cuenta para poder seguir brindando una protección a todos los derechos humanos de los internos de las distintas cárceles colombianas, aunque lamentablemente hasta la actualidad se percibe la difícil situación de tantos reclusos que sienten vulnerados no sólo el derecho a la libre locomoción sino también a sus demás derechos como llevar una vida digna, el derecho a la salud, a la educación, entre otros derechos de igual importancia que los ya mencionados. Por ende, la realidad de hoy en día para toda persona que cometa un acto considerado como delito y reciba la pena de la prisión, es enfrentarse a una serie de violaciones de los derechos fundamentales determinados en la carta política colombiana y de los derechos humanos que se encuentran en los distintos pactos y organizaciones firmados por el Estado colombiano.

Ante la circunstancias de los altos índices de criminalidad en Colombia y la obligación por parte de la justicia de imputar la pena de prisión a muchas de las personas vulneradoras de la ley, se va fomentando cada día más el aumento a la cantidad de prisiones o reclusos en las cárceles colombianas, situación que para algunos puede significar un avance en la justicia cuando se trata de imponer las justas penas estipuladas en la norma, pero la realidad consiste en el retroceso y desmejoramiento de las cárceles colombianas, de las faltas de garantías que aún tienen los reclusos a pesar de haber caído en delito y  de las faltas de condiciones óptimas en la infraestructura de las cárceles para mantener a las personas que conviven en ellas en una manera sana y habitable. Uno de los motivos esenciales que contribuyen directamente a la violación de los derechos humanos de los reclusos de las cárceles de Colombia hasta el día de hoy es el hacinamiento. “A mayor hacinamiento, la calidad de vida de los reclusos y garantía de sus Derechos Humanos y fundamentales es menor” CARRANZA, Elías (1997). Situación del delito y de la seguridad de los habitantes en los países de América Latina. Pág. 24.

El problema de hacinamiento se debe a los altos índices de violencia, a la falta de centros carcelarios y de personal idóneo para la vigilancia y cumplimiento de la pena, es claro que la persona que va a pagar su pena en un centro penitenciario debe ser tratada humanamente, y aun mas cuando en dichas circunstancias ciertos derechos quedan limitados o suspendidos mientras pagan su pena como lo es el derecho a la libertad, y en el que debe evitarse posibles violaciones de los derechos fundamentales, no sólo por parte de los mismos internos, sino también de los guardias que deben custodiarlos y protegerlos de dichas violaciones, respetando la dignidad de cada persona como límite, no sólo quienes custodian sino del mismo derecho penal, ya que sí es cierto que pueden interponer penas pero no pueden vulnerar la dignidad humana. Cabe destacar que el problema de hacinamiento en las cárceles colombianas de hoy tienen mucha similitud a las cárceles que se exponen en ‘Los miserables’, ya que en la obra se muestra la cruda realidad de los reclusos de las cárceles del siglo XIX que aún no conocían ni contaban con la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, por tal motivo su condena no sólo consistía en la pérdida de su libertad de locomoción, sino en la pérdida de todos los derechos que hoy conocemos como derechos fundamentales, tales como el derecho a la salud que es de suma importancia para llevar una buena calidad de vida, pero en el siglo XIX y como se describe en la película, llevar una buena calidad de vida era un logro utópico y quimérico para aquella persona que cometiera una infracción a las leyes francesas, porque por el simple hecho de haber incurrido en delito, debía estar condenado a una vida de sufrimiento y trabajo dentro de las cárceles durante su pena y sin garantías algunas para poder llevar una vida digna dentro y fuera de la prisión, el reingreso a la sociedad se convertía en el rechazo por parte de ésta misma,  situaciones reflejadas en el testimonio que presentan del protagonista Jean Valjean, un ex presidiario que cumplió una condena de 19 años por haber robado un pan; quien al no recibir la educación instructiva, no tuvo la oportunidad de aprender las funciones y valores que se deben desempeñar en la sociedad, y al llegar a la cárcel, el protagonista se encuentra rodeado de personas que tampoco tuvieron un desarrollo común, por lo que se convierte en habitual la violencia entre ellos y al culminarse su condena, solo sabe comportarse de esta manera; hecho que dificulta grandemente su integración en la sociedad.

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