Escuela, Mitos Y Realidades

ENSAYO:

“Escuela, mitos y realidades”

Lic. Martha Laura Maldonado Morales

Introducción

La sociedad está en permanente proceso de cambio, como resultado de las transformaciones sociales que surgen por el desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación, lo que enfrenta a la educación a la necesidad de un cambio profundo que se ve obstaculizada por la influencia de la tradición educativa, la que se manifiesta en todos los niveles, en la formación docente, prácticas educativas, requerimientos institucionales. etc.

Es por esa necesidad de cambio que surgen Reformas educativas con las que se esperan cambios inmediatos, lo que sólo aumenta la carga de trabajo escolar, produciendo tensión y frustración.

Para que se para que broten cambios verdaderos, se necesita de la iniciativa y esfuerzo de las personas involucradas directamente en la práctica educativa, de que tomen en cuenta en sus propuesta y que se les dé su lugar como parte importante del sistema educativo.

Peter Sange sugiere como propuesta para una transformación educativa la creación de comunidades de aprendizaje, a través de la realización de tres actividades: identidad, conexiones y sostenibilidad.

La creación de dichas comunidades es un ideal difícil de alcanzar porque la realidad que se vive en las escuelas no facilita para nada su creación, debido a que la carga de trabajo en las escuelas no permiten espacios de tiempo para la interacción, lo que fomenta el trabajo individual y no el colaborativo, además de las presiones de una pesada tradición educativa conductista.

Sería excelente que dichas comunidades se pudiera implementar de acuerdo con lo descrito por el autor, pero para ello no solo se requiere de una transformación educativa, sino de una transformación social y cultural, ya que su finalidad es superar del fracaso escolar y los conflictos a través del aprendizaje dialógico y la participación de la comunidad.

Escuela, mitos y realidades

Nuestra sociedad está en constante cambio lo que exige personas diferentes y un punto de partida muy importante es la educación, por lo que es necesario renovar y revitalizar nuestras escuelas.

A eso se refiere Peter Senge sobre la idea de una escuela que aprende, como la necesidad de transformar nuestras escuelas desde adentro y que esos cambios involucren a la comunidad, para que el aprendizaje trascienda, sea real y significativo; pero para que esto suceda, se requiere de la existencia una excelente comunicación, empatía, disposición, tiempo, motivación, y sobre todo, un buen liderazgo. Un verdadero cambio surge por convicción y no por imposición.

Pero nuestra realidad es diferente, aún existen muchos padres que piensan que la escuela es la única que tiene la obligación en el proceso de enseñanza- aprendizaje, y que ellos no tienen por qué involucrarse, existen muchos docentes que siguen trabajando de manera aislada y que consideran que su responsabilidad es sólo dentro del aula, y muchos directivos están renuentes a cambios, no escuchan propuestas y no establecen relaciones con los padres de familia. Si se dice que el primer paso para establecer conexiones es el reconocimiento, entonces ya estamos frente al primer obstáculo. Otro obstáculo es la carga de trabajo, y la falta de espacios para la comunicación.

Todo lo anterior tiene que ver con nuestra herencia cultural, ya que seguimos influenciados por la era industrial. La formación docente sigue igual, se sigue preparando para para reproducir, para depositar conocimientos, para privilegiar la enseñanza y no el aprendizaje, y esto sucede hasta en niveles como es el de maestrías que hablan de innovación pero no se ponen en práctica.

Al analizar los supuestos de la era industrial sobre la escuela, vemos que muchas prácticas se siguen realizando, porque aunque se hable de vinculación de contenidos, de transversalidad, se siguen fragmentando, lo que queda de manifiesto en la forma en que están estructuradas las boletas de calificaciones y los libros de texto, por lo que la visión sistémica aún sigue siendo teoría.

Aún se sigue fomentando la memorización de conceptos más que su comprensión y su veracidad, no se somete a discusión lo que es una forma de seguir pensando que se aprende sólo con la cabeza. Aunque se habla frecuentemente del trabajo colaborativo, no se practica como debería, ni a nivel docente, ni en las aulas, sólo se realizan algunas actividades organizando a los alumnos en equipos pero el trabajo sigue siendo individual, y de esa manera se evalúa, lo que genera competencia, divisionismo y frustración. A esto Yale le llama perspectiva deficitaria.

Las calificaciones se siguen considerando como la clave del éxito, ya que tanto docentes como alumnos estamos sometidos a ellas, como una forma de control superior.

Reformas van y reformas vienen que pretenden cambios a corto plazo como si fueran recetas de cocina, pero, ¿se han analizado los cimientos?, el cambio es un proceso que requiere de tiempo, preparación y convencimiento. Se habla de transformar la práctica, de innovar, pero no están considerando que lo impuesto genera primero resistencia y después excesiva tensión debido a que como lo menciona Paul Mack, no se les explica a los docentes el por qué y el para qué, no se les pregunta su situación y sentir, hay que verlo como productor y no sólo como reproductor y darle su lugar como pieza clave del sistema educativo.

Sin embargo, a los docentes siempre se le culpa por la mala calidad de la educación, cuando sabemos que existen muchos que se esfuerzan por mejorarla porque están convencidos de la necesidad de un cambio, pero en el camino se presentan muchos inconvenientes producto de la tradición educativa, que los obliga a cumplir con los requerimientos particulares de los centros educativos, como es el que todos los alumnos de primer grado deben leer para el mes de diciembre, haciendo a un lado el respeto a los procesos, el memorizar tablas de multiplicar sin razonamiento previo para resolverlas en el menor tiempo posible, el llenar todas las libretas posibles con ejercicios repetitivos, “porque es ahí donde se ve el trabajo del maestro” y es lo que agrada a los padres de familia.

También se

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