Estado de la cuestión sobre el origen del racismo en Latinoamérica en el siglo XVIII hasta el siglo XX
armoncaPráctica o problema20 de Diciembre de 2018
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[pic 1] | Seminario de Investigación Académica (EPE) |
CRITERIOS DE CALIFICACIÓN
Integrantes:
Armijo Monzón Carlos
Cubas Silva Jerson
Olivera León, Stefany
Palomino Auqui Cindy
PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN:
¿Cuál fue el origen del racismo en Latinoamérica en el siglo XVIII hasta el siglo XX?
Partes | Criterios de calificación | Puntaje máximo | Puntaje obtenido |
Cuerpo |
| 13 | |
Bibliografía |
| 7 | |
Normas y Formatos |
| (–3) | |
Competencia léxico- gramatical, puntuación y ortografía |
| Se restará un punto por cada cinco errores, hasta un máximo de tres puntos. (–3) | |
Manejo de la información |
| (–20) | |
TOTAL | 20 |
Estado de la cuestión sobre el origen del racismo en Latinoamérica en el siglo XVIII hasta el siglo XX
Con la conquista de los países de Europa en Latinoamérica, surge el racismo debido al domino de poder que impartían estos, la raza que era una sola, fue obligada a ser separada por grupos, es por ello que hasta la actualidad podemos observar que Latinoamérica cuenta con diversas razas, las cuales son discriminadas, no es posible que en la mayoría de países de Latinoamérica suceda esta discriminación de raza, este es un tema controversial por el cual nos permite hacernos esta pregunta ¿Cuál fue el origen del racismo en Latinoamérica en el siglo XVIII hasta el siglo XX? interrogante que se busca resolver en el siguiente trabajo de investigación, dado que es importante que reflexionemos frente a un problema que la sociedad ha asumido como un comportamiento natural. En una época en que se lucha por la igualdad de derechos de las personas, asimismo es un tema muy importante para nuestro país debido que tenemos diversas razas que en la actualidad son víctimas de este racismo.
Para responder la pregunta de investigación planteada, vamos a emplear diversos estudios de autores expertos en el tema del racismo en Latinoamérica, en primer lugar Gonzalo Aguirre Beltrán médico cirujano de profesión fue cofundador del Centro de investigación y estudios superiores en antropología social [1], en segundo lugar Frantz Fanón, quien fue un revolucionario, psiquiatra, filósofo y escritor[2], en tercer lugar María Dolores Pombo Paris, quien es una Socióloga política[3], en cuarto lugar Alicia Castellanos Guerrero, Profesora-investigadora del departamento de Antropología de la Universidad Autónoma Metropolitana , sus últimos proyectos de investigación fueron Diagnóstico del racismo hacia los Pueblos Indígenas de México, Proyecto CONACYT y Turismo, Alteridad y Exclusión, proyecto desarrollado en el Departamento de Antropología de la UAM- Iztapalapa [4], en quinto lugar Martin Hopenhayn, Filósofo, sus obras más resaltantes; ni apocalípticas ni integradas, aventuras de la modernidad en América Latina, después del Nihilismo y Repensar el trabajo, actualmente es director de la división de desarrollo social de la CEPAL[5] y por último Álvaro Bello, Antropólogo director e investigador, sus publicaciones más resaltantes son; Nampülkafe: el viaje de los mapuches de Araucanía a las pampas argentinas y Etnicidad y ciudadanía en América Latina, la acción colectiva de los pueblos indígenas[6].
Con la conquista de estos países en Latinoamérica, se origina el racismo, mediante ello el domino de poder que impartían, la raza que era una sola, fue obligada a ser separada por grupos, debido a esto en la actualidad podemos observar que en Latinoamérica hay diversidad de razas. Cabe resaltar que durante el proceso de la conquista la cultura indígena fue relegada, a consecuencia se impuso un idioma distinto, una nueva religión y nuevas costumbres.
En esta época las características físicas se han visto ligadas con el estrato social, lo cual es un tipo de racismo. Sobre este punto escribió Aguirre Beltrán:
El evolucionismo social no tiene el respaldo objetivo, la evidencia incontrovertible de hechos comprobables que otorgan validez y fortaleza al evolucionismo natural. El hombre no tiene programada su existencia a la manera genéticamente determinada, que gobierna la conducta animal. La facultad de crear cultura, de transmitir mediante la enseñanza y aprendizaje la experiencia acumulada en la historia del género humano, hace insostenible la transferencia y extrapolación de las hipótesis biológicas al ámbito cultural, tal y como pretende hacerlo, sin empacho alguno, el darwinismo social. El evolucionismo sitúa a la civilización europea como la coronación del desarrollo humano y es, consecuentemente, etnocéntrico y proclive a levantar formas irracionales de racismo. (Aguirre 1983:140)
Se puede determinar que el racismo no es un acto individual, sino que se lleva a cabo por un grupo de personas, por lo que se refleja un alto grado de etnocentrismo, mediante esto se trata de justificar normas sociales, las cuales tienen que cumplir con ciertas características físicas para determinar la superioridad o inferioridad de la raza de cada persona[7].
A finales del siglo XV se inició la colonización europea en América Latina, en el año 1492 con la llegada de Cristóbal Colon a tierras americanas, a partir de ahí, la monarquía Española y Portuguesa, quienes fueron los primeros en iniciar la conquista, pero fue España el país que impuso mayor presencia colonial en América latina y a partir de ese momento histórico fue el inicio del fin para la comunidad indígena de la época.
En la época colonial la sociedad se jerarquizaba mediante la etnia, en la cual los luso-hispanos se ubicaban en la cima y los esclavos negros en la base, mientras que los indios y mestizos se ubicaban en el medio de esta jerarquización. Con el transcurso del tiempo los mestizos fueron mitigando esta pirámide social, por lo que el concepto de “raza pura” entro en disputa.[8]
Según Wade hasta el año 1800 se definió el término raza de la siguiente manera:
“La palabra `raza` ingresó en las lenguas europeas a principios del siglo XVI. Su significado principal consistía en lo que Banton llama linaje, es decir, una estirpe de descendientes vinculadas a un ancestro común; tal grupo de personas compartía una cierta ascendencia, que les debería otorgar cualidades más o menos comunes.”(Wade 2000:12)
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