Etica Y Medios De Comunicacion
Pieri2313 de Mayo de 2012
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Medio de comunicación
Con el término medio de comunicación (del latín medĭus), se hace referencia al instrumento o forma de contenido por el cual se realiza el proceso comunicacional o comunicación. Usualmente se utiliza el término para hacer referencia a los medios de comunicación masivos (MCM, medios de comunicación de masas o mass media); sin embargo, otros medios de comunicación, como el teléfono, no son masivos sino interpersonales.
Los medios de comunicación son instrumentos en constante evolución. Muy probablemente la primera forma de comunicarse entre humanos fue la de los signos y señales empleados en la prehistoria, cuyo reflejo en la cultura material son las distintas manifestaciones del arte prehistórico. La aparición de la escritura se toma como hito de inicio de la historia. A partir de ese momento, los cambios económicos y sociales fueron impulsando el nacimiento y desarrollo de distintos medios de comunicación, desde los vinculados a la escritura y su mecanización (imprenta -siglo XV-) hasta los medios audiovisuales ligados a la era de la electricidad (primera mitad del siglo XX) y a la revolución de la informática y las telecomunicaciones (revolución científico-técnica o tercera revolución industrial -desde la segunda mitad del siglo XX-), cada uno de ellos esenciales para las distintas fases del denominado proceso de globalización.
Tipos de Medios de Comunicación:
En primer lugar, cabe señalar que los medios de comunicación se dividen, de forma general, en tres grandes grupos (según los tipos de medios de comunicación que engloban):
• Medios Masivos: Son aquellos que afectan a un mayor número de personas en un momento dado. También se conocen como medios medidos. Televisión: Es un medio audiovisual masivo que permite a los publicistas desplegar toda su creatividad porque pueden combinar imagen, sonido y movimiento. Radio: Es un medio "solo-audio" que en la actualidad está recobrando su popularidad. Periódicos: Son medios visuales masivos, ideales para anunciantes locales. Internet: Hoy en día, el internet es un medio audiovisual interactivo y selectivo, que dependiendo del tipo de producto y la audiencia al que va dirigido
• Medios Auxiliares o Complementarios: Éstos afectan a un menor número de personas en un momento dado. También se conocen como medios no medidos. Publicidad Directa o Correo Directo.- por ejemplo, tarjetas postales, cartas, catálogos, folletos, calendarios, boletines, circulares, muestrarios, etcétera. La más usual es el folleto o volante. Medios en Exteriores o Publicidad Exterior.- Los ejemplos incluyen: espectaculares, escritura en el cielo, globos gigantes, minicarteles en centros comerciales y en paradas de autobuses y aeropuertos, y anuncios en los costados de los autos
• Medios Alternativos: Son aquellas formas nuevas de promoción de productos, algunas ordinarias y otras muy innovadoras. Discos compactos, Faxes, Anuncios que pasan antes de las películas en los cines
El propósito principal de los medios de comunicación es, precisamente, comunicar, pero según su tipo de ideología pueden especializarse en; informar, educar, transmitir, entretener, formar opinión, enseñar, controlar, etc.
Características
Positivas. Las características positivas de los medios de comunicación residen en que posibilitan que amplios contenidos de información lleguen a extendidos lugares del planeta en forma inmediata. Los medios de comunicación, de igual manera, hacen posible que muchas relaciones personales se mantengan unidas o, por lo menos, no desaparezcan por completo. Otro factor positivo se da en el ámbito económico: quien posea el uso de los medios puede generar un determinado tipo de consciencia sobre una especie de producto, es decir, puede generar su propia demanda, ya que los medios muchas veces cumplen la función de formadores de opinión. Entonces, visto desde el ámbito empresarial, es un aspecto ampliamente positivo al hacer posible el marketing y anuncios para el mundo.
Negativas. Las características negativas recaen en la manipulación de la información y el uso de la misma para intereses propios de un grupo específico. En muchos casos, tiende a formar estereotipos, seguidos por muchas personas gracias al alcance que adquiere el mensaje en su difusión (como sucede al generalizar personas o grupos).
ÉTICA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
La relación entre la ética y los medios de comunicación implica una problemática novedosa y cada vez más rica y compleja. Nos proponemos analizar aquí esa relación; en particular, nos preguntamos si es posible que los medios de comunicación determinen la acción de los hombres de modo tal que ésta no pueda considerarse libre.
Decimos que esta problemática es novedosa porque la presencia de los medios en la vida cotidiana es un fenómeno de los últimos años. Recordemos que solo a comienzos del siglo XX se transmite por primera vez la voz humana desde una emisora (radio), que la imagen se emite, aproximadamente, a la mitad de siglo (televisión) y que, en estas últimas décadas, se produce lo que suele llamarse la "explosión mediática". Los medios son un elemento en expansión dentro de nuestra cultura que está íntimamente vinculado con la técnica; por eso, es que la relación entre ética y medios implica, a su vez, una posición respecto de la técnica.
Por otra parte, y al mismo tiempo, los medios son un componente esencial de los nuevos procesos políticos, económicos y culturales que llamamos globalización; y, también, en este aspecto, guardan estrecha vinculación con la ética y la filosofía política.
Tal vez, este carácter expansivo hace que la inicial reflexión acerca de los medios se nos presente, hoy, con ciertos rasgos de anacronismo (se refiere a algo que no se corresponde o parece no corresponderse con la época a la que se hace referencia. Por ejemplo, si en una obra de teatro que se desarrollara durante la Antigua república romana apareciera un personaje usando una computadora, la computadora sería un anacronismo).
Ahora bien, la recusación de anacronismo no implica negar la influencia de los medios en la acción, tampoco su carácter constitutivo de la cultura actual, sino afirmar que, pese a su efecto condicionante, ellos no anulan la libertad del agente.
Todo esto podría ser una temática del pasado reciente y, en ese sentido, no habría menester replantearla. Sin embargo, teóricos de nuestro presente reactualizan estas posiciones; sólo basta leer como ejemplo algunas líneas del reciente Homo Videns, de Sartori, para advertirlo. Allí, se dice: "Utilizo "televisión" y "televisor", indistintamente, para indicar que la relación entre el televisor-máquina y el televidente es estrechísima. El televisor, por así decirlo, entra dentro del televidente y lo plasma" [1].
Por lo general, y lo que acabamos de leer lo reafirma, los medios fueron pensados (y aún hoy hay quienes siguen pensándolos de ese modo) a partir de una metáfora que los asemejaba a un Golem; los medios son un "aparato" poderoso que se adueña del pensamiento de los hombres, les obtura cualquier tipo de discurso original y crítico y los lleva a obrar de un modo impensado. Ellos resultarían, así, un instrumento de poder que sojuzga al hombre imponiéndole una lógica ajena y ajenizante que conduce a que todas sus acciones estén dirigidas, de un modo deliberado o no, a generar, conservar y expandir ese poder. Los medios conseguirían, de ese modo, que el lenguaje de la vida cotidiana pierda toda riqueza y que sea impracticable todo intento de diálogo, comprensión y acuerdo. Al pensarlos así, cualquier diferencia parece imposible.
Para estas posiciones, los contenidos mediáticos serían estereotipos, fórmulas fijas que no expresan nada auténtico. Esos mensajes, a su vez, carecerían de vitalidad, serían productos inertes respecto de todo lo que escapase a la lógica del poder, carecerían de elementos críticos que hicieran peligrar esa legalidad. En esta consideración está supuesta la oposición y desvalorización de la cultura mediática con relación a la cultura letrada burguesa; a los arquetipos propios de la cultura elevada, se les opone los estereotipos muertos de la cultura de masas.
Además, estas posiciones interpretan como un defecto el hecho de que sus productos se repitan a sí mismos como el mal infinito y, al mismo tiempo, sean reproducidos en versiones similares.
Por todo esto, los mensajes generarían algo así como una pasteurización cultural, y harían que los discursos carezcan de cualquier contenido original y transformador, lo que, al mismo tiempo, posibilitaría y acrecentaría un sistema de control social totalitario con apariencia de diversidad.
Admitimos que estas objeciones tienen cierta legitimidad. Es cierto que la cultura mediática implica, la más de las veces, simplificaciones y productos estandarizados, pero esto no quiere decir que los medios sean determinantes de la acción. Por el contrario, si la experiencia surge de una frecuencia en el trato, es posible pensar que estas simplificaciones no pueden ser indefinidas.
Con esto, comenzamos a afirmar que los medios de comunicación de masas no necesariamente producen una homologación del pensamiento. Los medios y sus relaciones con otras esferas encierran problemas que, como tales, implican, al menos, posibilidades de desarrollo en un sentido no determinista. Enunciemos algunos de esos problemas:
- Los centros emisores tienen diferencias según el régimen de propiedad: privados, estatales, públicos, regionales..., que deben ser consideradas en su peculiaridad.
- Están expuestos
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