Eutanasia: :el dilema centrado en el derecho de la vida y la muerte presente en la sociedad

Eutanasia: :el dilema centrado en el derecho de la vida y la muerte presente en la sociedad.

El término eutanasia ha servido para referirse a infinidad de conceptos relacionados con la muerte, separándose de la concepción inicial y llegando incluso a significar todo lo contrario de lo que etimológicamente describe. Pensar en la eutanasia es algo que muy pocas personas hacen, ya sea por ignorancia o creencias religiosas; en cuanto se escucha esta palabra, las personas la asocian errónea e inmediatamente con “ejecutar”, “asesinar” o incluso “suicidio”, sin antes ponerse a reflexionar e investigar verdaderamente lo que significa. Etimológicamente eutanasia significa buena muerte, pero este concepto queda muy ambiguo. Actualmente la concepción más correcta seria decir que la eutanasia es la intención que va dirigida a terminar con la vida de una persona que tiene una enfermedad o padecimiento grave e irreversible para lograr evitarle sufrimientos físicos y psicológicos. Así que, al tener presente su verdadera definición, es hora de plantearnos preguntas importantes. ¿La eutanasia es tan mala como algunas personas lo creen? ¿Vale la pena seguir viviendo aunque se esté sufriendo? ¿Acaso no tenemos derecho a decidir sobre qué hacer con nuestra propia vida? La vida es algo finito, tarde que temprano se va a terminar; lo único que todos los seres humanos tenemos seguro en esta vida es la muerte y si todo el tiempo estamos preocupados por vivir una vida decente, digna, evitando el sufrimiento y el dolor también deberíamos de preocupados de la misma manera por nuestra muerte. No tenemos conocimiento de cómo o cuándo moriremos; en realidad sabemos poco o nada sobre las cosas que realmente importan en la vida, no tenemos control de nada. Entonces deberíamos de plantearnos qué es lo que queremos cuando esa etapa llegue. El propósito de este ensayo es abordar y debatir el dilema que muy comúnmente se tiene sobre la eutanasia, si es una acción éticamente aceptable, así como el por qué debería ser considerada como una opción.

El tema de la eutanasia en las personas es un tema que suscita posturas encontradas. Se suele hablar de derecho a morir con dignidad y evitar mayores sufrimientos como principales argumentos para defender la eutanasia. Por otro lado, se suele hablar de derecho a la vida en posturas en contra de la eutanasia así como motivos religiosos. La vida constituye un valor superior y es la base de sustentación para todos los demás valores y cuando el hombre valora la dignidad de su vida, valorará también el derecho de cada ser humano a morir con dignidad. No es fácil hablar de eutanasia, entre otras razones, porque es un tema que nos enfrenta de manera muy directa con la muerte, ese acontecimiento inevitable que nos espera al final de la vida y sobre el cual no queremos pensar; quizá, en gran parte y de forma equivocada, porque creemos que no podemos hacer mucho al respecto. Lo cierto es que el tema de la eutanasia no sólo nos hace recordar ese destino que tratamos de ignorar, sino que nos enfrenta con la idea de una acción que produce voluntariamente esa tan temida muerte. Vale la pena superar los diferentes obstáculos y hablar sobre esta opción de terminación de vida que algunas personas han elegido porque, ante la proximidad de una muerte que no pueden evitar, tienen la posibilidad de morir mejor.

En tiempos pasados, la mayor parte de las personas morían en casa, en medio de sus seres queridos, con atención religiosa, sabiendo que iban a morir y con todas las facilidades para tomar las decisiones pequeñas o grandes. La ciencia y la tecnología médica han cambiado la forma de morir que era tradicional, hoy la muerte se ha "hospitalizado", produciendo una involuntaria deshumanización de la medicina. Un argumento en contra de la legalización de la eutanasia es que los médicos perderían el interés en dar cuidados paliativos a sus pacientes si tienen la opción de ayudarlos a morir, y se desincentivaría el desarrollo de estos cuidados, esto solo pretende sembrar el terror entre los pacientes y no tiene fundamento real alguno. En primer lugar, hay que reconocer que un enfermo tiene derecho a decidir poner fin a su vida cuando la enfermedad que padece o la condición médica en que se encuentra le representan un sufrimiento intolerable sin posibilidad de mejoría. Esto significa que se respeta la autonomía del individuo para tomar decisiones sobre su vida porque es dueño de ella. Y sobre todo este argumento se puede contraatacar afirmando que ocurriría precisamente lo contrario, es decir, que los pacientes se sentirían más cómodos con un médico que saben que si se lo piden no les va a abandonar y va a intentar cumplir sus deseos. La vida es un derecho para cada individuo y el

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