Gobierno de Zedillo

En los últimos 15 años la educación en nuestro país ha atravesado por una serie de reformas que han tenido como objetivo entre otras cosas, mejorar el sistema educativo, contribuir a la equidad, descentralizar la misma, promover una ciudadanía activa y fomentar la participación social. Cada gobierno en turno ha contribuido con diversas propuestas y programas que buscan llevar educación de calidad a todos los habitantes del país, independientemente del lugar en el que se encuentren, no obstante, podemos observar que las reformas a la educación en nuestro país han sido fuertemente influenciadas por políticas internacionales.

Uno de los puntos importantes de la reformas era la necesidad de mejorar de manera sustancial el nivel educativo de los estudiantes en México, es bien sabido que nuestra educación se basa en un sistema de memorización, un aprendizaje mecánico, el cual, limita el desarrollo de habilidades de los educandos, por lo tanto, era de suma importancia modificar los programas para que se incluyeran temas y se promovieran contenidos más significativos, es decir, aprendizajes que garantizaran un desarrollo pleno de las habilidades requeridas en ámbito internacional.

Durante el sexenio de Salinas de Gortari, se promovieron políticas que buscaban modernizar la educación, por lo que se impulsó una cultura de evaluación poniendo especial énfasis en los resultados de la misma; aunado a esto, se promovió una apertura económica, la cual, entre muchas otras cosas, abrió un espacio para que nuestro país participara en exámenes internacionales y permitiera que extranjeros pudieran evaluar el desempeño de nuestro sistema educativo.

En el gobierno de Zedillo se realizó inversión en equipo de cómputo y de software, lo que permitió recabar una gran base de datos y realizar trabajos estadísticos, esto repercutió en la mejora de los procesos de evaluación. En este periodo la SEP utilizó un examen conocido como Instrumento de Diagnóstico de Alumnos de Nuevo Ingreso a Secundaria (IDANIS), el cual según las autoridades educativas permitiría planear y tomar decisiones con vistas a mejorar la educación de los alumnos. Otra Institución que en su origen tuvo muchas críticas es el CENEVAL, el cual se encargaba de realizar un examen con vistas a medir el desempeño de los estudiantes al terminar la educación básica, además de ser utilizado como requisito de acceso al nivel medio superior.

Todo lo expuesto en los párrafos anteriores representa un avance de calidad en lo concerniente a la mejora del sistema educativo nacional, no obstante, mucha de la información obtenida a través de los exámenes y evaluaciones no se utilizan para mejorar los planes de estudio o las políticas implementadas, simplemente son un instrumento con el cual se gasta una cantidad enorme de recursos, además, existe mucha opacidad en cuanto al uso que se le da al uso de la información, sin embargo, lo más lamentable es que el nivel educativo no ha avanzado de la manea esperada, ejemplo de esto es el resultado obtenido en la prueba realizada en 1993, donde el gobierno se negó a divulgar los resultados, en dicha prueba, los estudiantes mexicanos obtuvieron los últimos lugares de entre 42 países, esta información que confirma la baja calidad de la educación en México. La interrogante es ¿Cuál es la finalidad de la evaluación?, es un hecho que la evaluación de los aprendizajes obtenidos por los estudiantes es vital, no obstante, es necesario tomar en cuenta el contexto, en que se evalúa. “La calidad de la educación en México no está a la altura de las expectativas y menos aún de los recursos empleados y la reforma en marcha” (Ornelas, p. 246).

Para cualquier proyecto educativo es de suma importancia la participación de los padres de familia, no deben tener un rol pasivo, tienen que participar en diversas actividades que contribuyan a una mejor formación de sus hijos, desafortunadamente en nuestro país, los padres no son tomados en cuenta o en la mayoría de los casos y por razones de tiempo, no se interesan por la educación de sus hijos, como resultado de esto, la asistencia o participación en diversas actividades escolares es escasa y poco contribuye (o nada) a la formación de sus hijos, no obstante, es importante ser claros en este punto, hay padres de familia (especialmente madres) que tienen mucho interés en lo que sus hijos aprenden, pero hay que tomar en cuenta diversas situaciones, hay muchas familias que no pueden faltar al trabajo, padres divorciados, madres solteras, negocios familiares, etc. La participación de los padres en las actividades escolares puede sin lugar a dudas contribuir a la legitimización del sistema educativo y no solo asistiendo a reuniones para conocer los avances de sus hijos o para conocer la forma en que se va a trabajar, los padres pueden contribuir con ideas o inclusive pueden apoyar el aprendizaje de sus hijos desde casa al trabajar de manera conjunta para la elaboración de diversas dinámicas o proyectos, inclusive pueden reforzar los temas vistos en clases, pero insisto, no es tarea fácil, hoy en día la gente está más ocupada, algunos padres de familia deben trabajar horas extras o tener dos empleos para llevar los gastos de la casa, lo que sin lugar a dudas impacta para su participación. Sería grandioso que los encargados de desarrollar planes de estudio, busquen los mecanismos adecuados para fomentar la participación de los padres en la educación de sus hijos, inclusive ellos también pueden beneficiarse de cursos impartidos en los planteles educativos, después de todo parte una característica de los seres humanos en que nunca dejamos de aprender.

...