Identidad Nacional en Venezuela

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        Caracas, 15 de diciembre de 2.021.

La identidad es la serie de características propias de una persona, que la diferencia del resto. A nivel cultural, lo conforman los valores éticos y morales, que actúan como referencia para preservar la identidad de una sociedad. Actuar en consonancia a dichas características, hace más llevaderas las acciones o roles que los miembros de determinado grupo social; se dice que los valores expresan la tensión entre el deseo del individuo y lo realizable en lo social.

La identidad de una nación es como una gran familia, cuya grandeza se enfila sobre la solidez de los más preciados valores humanos entre los cuales se encuentran: convivencia, respeto, solidaridad, amor, tolerancia, cooperación, identidad, esperanza, entre otros. Estos valores actúan como partículas que convergen en un punto para integrar un todo intangible, el cual se hace tangible cuando identificamos el espacio territorial, la población, los recursos materiales que, guiados por el paso del tiempo, construyen su propia historia.

Por lo tanto, es importante no olvidar nuestra historia, debido a que son las raíces de una nación, las conseguimos indagando sobre las características del espacio geográfico que ocupa, su proceso de poblamiento y la formación de su alma nacional. Entendida esta última como el proceso de unificación y formación de valores sociales, espirituales, artísticos, entre otros. El concepto de nación está vinculado a los sentimientos y voluntad de la población, unidas por un ideal colectivo que impera en un espacio geográfico y por un tiempo histórico determinado.

Nuestra nación y su identidad comenzó a formarse cuando se inicia el proceso de poblamiento indígena, los primitivos pobladores eran bastante heterogéneos, provenían de varias áreas culturales del continente: la Amazónica, la Andina, la de América Central y la del Caribe. Los investigadores de nuestros orígenes han diferenciado tres grandes familias: los caribes, los arawakos y los timotocuicas. Los caribes ocuparon principalmente la región de las costas marítimas; los arawakos, lo que es actualmente el territorio de los estados Falcón, Lara, Yaracuy y Portuguesa, y los timotocuicas, la región andina venezolana. Alarcón, J (2004).

Las diversas familias indígenas se agruparon en tribus y marcaron sus espacios territoriales. Políticamente eran gobernadas por un cacique, practicaban la agricultura y cultivaban la yuca, el maíz, el algodón, el añil, entre otros. Realizaban un comercio de trueque. Practicaban el politeísmo y la poligamia. Respetaban a sus ancianos y tenían un ideal colectivo. Cuando llegaron los españoles defendieron con su propia vida el territorio que ocupaban, hubo caciques que lucharon valientemente, hasta la muerte, como: Guaicaipuro, Tamanaco, Paramaconi.

Los colonizadores terminaron por dominar a los indígenas y ocuparon su territorio para imponer sus principales elementos culturales: lengua española, religión cristiana-católica, tipo de vivienda, vestido, calzado, alimentación, cultivos, actividad comercial, organización social y política. También, en este tiempo histórico y en el espacio territorial señalado, comienza un proceso intenso de mestizaje, de sangre y cultural, el cual se enriquece más tarde con ingreso del negro africano en condición de esclavo.

De ese mestizaje, surge una población criolla con una cultura propia, que ama su territorio y sus costumbres, la cual comienza a unificarse y a luchar por ideales personales y colectivos. En un determinado momento los habitantes de esta parte del mundo son reconocidos, como americanos, con sus diferencias regionales. En caso de Venezuela, habla varios grupos: blancos, pardos, indios y negros, pardos, indios y negros, con muchas diferencias: sociales, políticas, económicas y culturales, pero que habitaban el mismo territorio.

A comienzos del siglo XIX, en Venezuela se llevaba a cabo un proceso de preparación para ser una nación independiente políticamente: se tenía un territorio, que ocupaba la Capitanía General de Venezuela; una población, dividida en grupos: blancos, pardos, indios y negros; y elementos que nos unificaban, como un idioma, una religión, una forma de gobierno, algunas instituciones e ideales y valores personales y colectivos. Benítez, E (2004).

Estos elementos que unen a un pueblo, una nación, personas, tales como el idioma, la religión, gastronomía, folklore, música, danza, y muchos otros elementos; ese sentimiento común a todos los ciudadanos que conforman un país es lo que conocemos como Identidad Nacional. Esa serie de valores o costumbres que pueden ser morales, religiosos, culturales, gastronómicos, sociales, territoriales, en fin, ese conjunto de elementos puede ser de diversa índole siempre y cuando sean comunes a la sociedad.

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