Inversion Extranjera En Colombia

INVERSION EXTRANJERA EN COLOMBIA

29 de Marzo de 2012

Por: MELANY SEGURA

En las últimas dos décadas la economía colombiana ha experimentado la creciente ola de inversión extranjera, es el país de Latinoamérica que más ha registrado repuntes en los flujos de inversión extranjera directa, esto debido a las políticas neoliberales adoptadas por el gobierno colombiano desde 1990, aplicadas de manera rigurosa por el gobierno Uribe, su posterior consolidación y profundización con el actual gobierno de Santos, políticas que desde sus inicios han promovido el crecimiento de las entidades financieras, siguiendo con un régimen de privatizaciones y concentración de la riqueza, donde el 50% de la población se encuentra entre la miseria y la pobreza, las empresas enfrentan una notable reducción de la participación en el mercado interno quienes se sienten asfixiadas debido a la competencia desigual con las multinacionales que ahora operan en el país, arrasando con el aparato productor e industrial de Colombia, pero todo esto justificado por un cambio estructural de la economía y un ciclo económico expansivo que hay que aprovechar manteniendo la confianza y flujos de inversión para mantener el crecimiento sostenido de la economía colombiana.

A raíz de la apertura económica, Colombia siendo una potencia en riqueza de sus suelos para la siembra y producción agropecuaria ha decidido importar alimentos como el trigo, esta medida respaldada por una suscripción por parte del país como compradores de cereales y alimentos básicos; con el fin de recibir créditos subsidiados. A partir de esto la capacidad de producción nacional fue disminuyendo, “Colombia pasó de importar en 1989, 1’700.000 toneladas a importar 10’000.000 de toneladas de productos agropecuarios el año pasado”1 (2011).

Otro buen ejemplo es Chile, que utiliza el modelo de la ventaja comparativa para financiar la importación de productos alimenticios con la exportación de cobre, claramente como afirmaba Aurelio Suarez en una entrevista para un canal de noticias nacional, esta política no es favorable ya que “al estar sujeta a las condiciones de importación neta de productos alimenticios, pierde la capacidad de autosuficiencia afectando notablemente soberanía de la nación”2. Algo que muchos analistas y expertos han advertido a países como Colombia que notoriamente ha perdido su capacidad de decisión donde las naciones que proveen los mayores volúmenes de inversión extranjera son las que de acuerdo a sus políticas garantizan los intereses de sus corporaciones y trasnacionales, y fijan él cuando y como de las decisiones que le corresponderían por soberanía al gobierno.

Un caso particular que ha conmocionado a Europa y el mundo, tanto que ha puesto a titubear los dogmas del neoliberalismo es el llamado caso del tigre celta; Irlanda, dado que al ser una economía de mercado descentralizada, con democracia parlamentaria, economía basada generalmente en los productos agrícolas y propiedad privada, Irlanda pasó a ser una economía industrializada y proveedora de servicios especialmente en software, sin duda el tigre celta tuvo una transformación estructural, un crecimiento económico espectacular y una caída sin precedentes a raíz de la crisis mundial del 2008. Durante los años ‘90 el gobierno irlandés apoyo las medidas para frenar la inflación y aumentar la productividad de la mano de obra, hubo un crecimiento económico basado en la inversión de empresas multinacionales en el área de las manufacturas con fines de exportación.3 teniendo en cuenta que la economía irlandesa no estaba sostenida por la industria interna, el estallido de las burbujas .COM y el de la burbuja inmobiliaria tuvieron un impacto devastador en la economía irlandesa que acabó con el crecimiento ficticio sostenido en inversión extranjera y en la magia del neoliberalismo.

Evidentemente estos como muchos otros casos pueden demostrar que las medidas adoptadas por el gobierno colombiano ponen en una situación de “jaque” a la economía colombiana afectando gravemente la industria y la producción nacional donde la magnitud de participación de los flujos de inversión extranjera y las multinacionales no corresponde a un beneficio mutuo y en igualdad de condiciones, sino que acapara el mercado interno despojando de oportunidades a los campesinos, productores reduciendo los beneficios a las regiones explotadas por las corporaciones, pero respondiendo y garantizando la protección a las políticas de los países inversores. Esto traducido a lo que muchos conocemos como: confianza inversionista, seguridad democrática y cohesión social.

Sorprende que una potencia en recursos naturales como lo es Colombia, no sea capaz de trasformar materia prima, sin embargo uno de los puntos clave que según el proyecto de IED es el beneficio a las regiones, comenzando

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