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Investigación sobre violencia obstétrica


Enviado por   •  19 de Noviembre de 2020  •  Documentos de Investigación  •  2.294 Palabras (10 Páginas)  •  281 Visitas

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[pic 1]UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE YUCATÁN[pic 2]

FACULTAD [pic 3]DE DERECHO

BIOÉTICA Y BIODERECHO

“INVESTIGACIÓN SOBRE VIOLENCIA OBSTÉTRICA”

TRABAJO FINAL

ABOGADA DOCENTE: MARIA GUADALUPE MENDEZ CORREA

ALUMNA: ASTRID IVETTE ROMO CEBALLOS

03.09.2020

VIOLENCIA OBSTÉTRICA

Históricamente hablando, cuando la atención al embarazo, parto y puerperio pasó a manos de las clínicas y hospitales, se normalizaron prácticas médicas que la evidencia científica actual ha demostrado que no son benéficas tanto para la madre como para el bebé.

Como consecuencia, muchas mujeres ven el embarazo y el parto como algo patológico cuando en realidad es una situación fisiológica y natural. Se ha vuelto algo tan común, que todos hemos escuchado alguna vez historias y anécdotas que involucran acciones ejercidas por el personal de salud que, si investigamos un poco más a fondo, nos daremos cuenta que se trata de violencia obstétrica.

La ONU define este tipo de violencia como la que es «ejercida por el profesional de salud, sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres. Esta clase de violencia se expresa mayoritariamente, aunque no con exclusividad, en el trato deshumanizado hacia la mujer embarazada, en la tendencia a patologizar los procesos reproductivos naturales y en múltiples manifestaciones que resultan amenazantes en el contexto de la atención de la salud sexual, embarazo, parto y post parto»[1].

Existen muchos ejemplos y situaciones en las que se manifiesta la violencia obstétrica, pero en este trabajo de investigación mencionaré algunos de los que me parecen más comunes, importantes o alarmantes, basándome en las experiencias de algunas mujeres e información conseguida en sitios especializados en el tema.

La violencia obstétrica se puede manifestar mediante «regaños, burlas, ironías, insultos, amenazas, humillaciones, manipulación de la información y negación al tratamiento, sin referir a otros servicios para recibir asistencia oportuna, aplazamiento de la atención médica urgente, indiferencia frente a sus solicitudes o reclamos, no consultarlas o informarlas sobre las decisiones que se van tomando en el curso del trabajo de parto, utilizarlas como recurso didáctico sin ningún respeto a su dignidad humana, el manejo del dolor, durante el trabajo de parto, como castigo y la coacción para obtener su “consentimiento”, hasta formas en las que es posible constatar que se ha causado daño deliberado a la salud de la afectada, o bien que se ha incurrido en una violación aún más grave de sus derechos»[2]

Se puede decir que la violencia obstétrica se divide en dos modalidades: física y psicológica.

Violencia física

Se da cuando se realizan prácticas invasivas, suministro injustificado de medicamentos y la falta de respeto en los tiempos de parto.

A continuación, expondré algunos de los procedimientos mas comunes, que representan violencia obstétrica física para la mujer.

Cesáreas innecesarias

Creo que una de las evidencias más notorias de que este problema está presente en Latinoamérica, y principalmente en nuestro país, es la cantidad de cesáreas realizadas innecesariamente. El New York Times publicó que en México «45 de cada 100 nacimientos son por cesárea»[3] según estadísticas de la Secretaría de Salud, realizadas en 2015, cuando la OMS ha establecido que el número de nacimientos por cesárea no debe ascender al 10% o 15%.

En muchos casos, las cesáreas pueden ser muy importantes para la salud tanto de la mujer, como del bebé, incluso salvan vidas, pero esto únicamente se debe dar cuando un parto vaginal representa un peligro real para ellos. Por eso es importante que el personal de la salud informe y sea consciente en qué momentos este procedimiento es realmente necesario y sea lo mejor para la futura madre.

Puse este primer ejemplo porque creo que es desde ahí donde empieza lo que puede representar en un futuro, una violencia obstétrica. Pues he sido testigo de cómo a muchas mujeres desde la primera consulta médica por embarazo, se les programa la fecha en la que les harán una cesárea; sin explicarles por qué razón o si en verdad ameritan recibir este procedimiento quirúrgico.

Esta, también puede ser una opción por decisión de la mujer y ella deberá tomarla estando plenamente informada de todo lo que conlleva someterse a este procedimiento. Pero el médico no debe darla por hecho si no existen riesgos, o si la mujer no ha externado el deseo de que le sea practicada.

Hace poco más tres años, viví muy de cerca esta situación, pues mi madre quedó embarazada a los cuarenta años de edad, y desde la primera cita de control prenatal el médico le quiso establecer la fecha para realizarle una cesárea, argumentando que, por su edad, no le sería posible tener un parto vaginal, cuando su embarazo era de bajo riesgo. Por suerte se informó y descubrió que tenía el derecho de decidir como sería el nacimiento de mí, en ese entonces, futuro hermano, y tuvo un exitoso parto humanizado en casa.

Episiotomías de rutina

Otra práctica muy común, pero en partos vaginales, son las llamadas “episiotomías de rutina”. La episiotomía «es un procedimiento quirúrgico para ampliar la parte inferior de la vagina, el anillo vulvar y el tejido perineal durante la fase de expulsión fetal en el parto»[4] , esta se realiza con la finalidad de evitar desgarres perineales, prolapsos genitales o incontinencia urinaria. Pero se ha demostrado que la herida que esta causa, tarda mucho tiempo más en cicatrizar que las posibles heridas que se pudieran dar en un parto sin episiotomía.

Estudios nos indican que «se observaron complicaciones inmediatas y mediatas tales como hematoma (62%) y edema (32%) en mujeres con episiotomía, comparando con 3% y 5% en pacientes sin episiotomía, respectivamente. Las complicaciones más temidas luego de las anteriormente mencionadas, son el dolor en la zona perineal y la dispareunia. Se vieron índices de dolor más alto en pacientes con episiotomía (83%) que en pacientes sin episiotomía (27%). Existe el postulado que indica que la episiotomía protege de las disfunciones del suelo pélvico y la incontinencia urinaria post puerperio, esto se vio negado en un estudio donde se observaron que los resultados desmienten tal postulado».[5]

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