LA CIENCIA DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA: TRES PROBLEMAS

LA CIENCIA DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA: TRES PROBLEMAS

El tema aquí planteado por Robert Dahl se desenvuelve a través del ser y del deber ser de la administración pública (A. P.), este autor plantea que existen tres problemas que limitan a la A. P. convertirse en un saber científico e identifica los obstáculos en los valores normativos, en el comportamiento humano y en el marco social, cuyos aspectos relativizan la objetividad del ejercicio de la A. P. como ciencia.

Desde de la concepción de Luther Gulick, Dahl señala que la administración en su procedimiento y formación inicia siendo objetiva a través de la eficiencia (pero no se limita a esta), haciendo que la A. P. termine por revolverse con los valores de la política y del orden social, mitigando su cientificidad. Por lo que el objetivo de la ciencia administrativa termina por ceder su rigurosidad técnica y científica a los intereses que se desarrollan en el ámbito político-social.

Dahl reflexiona y simultáneamente pone en cuestión la idea de eficiencia como fundamento de la administración según Gulick, con la siguiente interrogante; ¿Es la eficiencia la meta suprema, no sólo de la administración, sino también de la administración pública? esto en el panorama donde el dogma democrático se opone al dogma de la eficiencia, que al final del día termina por elegir por alguno de estos. Pero sin mayor dilación Robert afirma que los problemas de la administración pública son más amplios que los problemas de la administración.

Administración pública y valores normativos.

 A pesar de que la administración pública está condicionada a través del derecho, la existencia de esta no se limita al marco jurídico, de igual forma las responsabilidades de los servidores públicos se interpretan de formas diferentes, esto, según los objetivos del gobierno democrático. Pues la función de la ciencia de la administración pública no es la de determinar fines, sino idear los mejores medios para [las] políticas públicas.

En este contexto, la dificultad esta -según Dahl- en los valores normativos que determinan las acciones y la configuración de la A. P., pero también del sistema político y su tipo de democracia, lo cual dificulta su constitución científica, así los fines de la A. P. están constantemente en disputa derivado de los intereses políticos que existen según el país o el sistema político-democrático.

Dahl nos dice que la A. P. para proceder necesita de dos lineamientos: una hipótesis básica y las condicionantes para los fines de manera honesta. Por lo que el error no está en los fines sino en no explicar los fines o valores que forman el fundamento de su doctrina, por lo que Dahl señalará la necesidad de establecer una hipótesis básica que haga posible remover los problemas éticos del quehacer administrativo público, y con ello, condicionar los fines honestamente, pues como menciona, no se puede haber nunca una ciencia universal de la administración pública, mientras las sociedades y los Estados varíen sus objetivos.

Administración Pública y comportamiento humano. El estudio de la A. P. abarca sin duda el estudio del comportamiento humano, más particularmente, el comportamiento humano en el área de los servicios prestados por las agencias gubernamentales, por lo que Dahl subrayará que este estudio comportamental limita a la A. P. para constituirse como una ciencia (Dahl, 1980: 15). En este contexto, la teoría organizacional ha construido formas de organización idealizadas y abstractas que se encuentran guiadas siempre por la lógica de la racionalidad capitalista, en el campo de la producción y sin que nunca hayan reparado en las condiciones irracionales que están presentes en los comportamientos humanos (Dahl, 1980: 16).

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