LA FILOSOFÍA Y LA PSICOLOGÍA DEL MEXICANO
min0986265 de Marzo de 2014
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UNIVERSIDAD INSURGENTES
ASIGNATURA:
LA FILOSOFÍA Y LA PSICOLOGÍA DEL MEXICANO
PROFESOR:
L.A.I. PABLO LAZARO
TITULO DEL TRABAJO:
DESARROLLO ESTABILIZADOR EN MÉXICO
ALUMNO:
XXXXXXX XXXXXXXX XXXXXXXX
LICENCIATURA:
DERECHO
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
El propósito general de Piscología del mexicano es que el estudiante identifique las características de los procesos históricos, sociológicos, psicológicos y económicos. Describirá los elementos que distinguen al tema central de este libro, lo definen y caracterizan. Analizará los distintos determinantes sociales y reflexionará sobre la importancia de los valores culturales del mexicano.
México es una gran nación que se fortalece diariamente con el esfuerzo, trabajo y dedicación su gente. Es una sociedad pluricultural que alberga en su seno a personas que hablan alguna de las noventa y dos lenguas o variantes dialectales usadas por cincuenta y seis grupos étnicos.
La diversidad cultural es reconocida por el artículo cuarto de la Constitución Política del país, donde se señala el carácter pluricultural y se establece el compromiso de la ley para proteger y promover las lenguas, culturas, usos, costumbres y formas específicas de organización social de los pueblos indígenas.
Al hablar de México vienen a la mente sus ríos, cañadas, valles y montañas; sus centros turísticos, sus pueblos y ciudades, que hacen de México el país más hermoso del orbe de la creación. Es la tierra de los guerreros del Sol, donde se canta, ríe, juega, baila, pero también se trabaja, se lucha y diariamente se escribe la historia de una gran nación.
El presente muestra algunas características de la psicología del mexicano: su personalidad, herencia, ambiente, su tipología, sus determinantes sociales, motivaciones y valores, que hacen de la sociedad mexicana una auténtica nación que está abierta al cambio; que practica y vive la democracia cimentando cada día los valores universales y la convivencia pacífica entre los suyos y con los vecinos.
PSICOLOGIA DEL MEXICANO
a) La psicología del mexicano, clave para interpretar nuestro subdesarrollo
Atendiendo a su posición geográfica y a sus recursos naturales. México es un país que podría ser rico y poderoso. Pero de hecho es un país subdesarrollado, tercermundista. Ni produce lo suficiente, ni administra lo que tiene.
Algo está fallando, y muy gravemente. El factor crítico de bienestar o atraso no son los mencionados recursos, sino la forma de actuar de la población; dinámica y creativa, o bien inhibida y apática.
Los hombres más dinámicos y de más visión analizan la situación y se ponen a estudiar:
• ¿Cómo hacer que nuestra gente se desarrolle?
• ¿Cómo administrar mejor?
• ¿Cómo producir más?
• ¿Cómo motivar al personal a ser solidario con la empresa?
• ¿Cómo lograr calidad y excelencia en los productos y servicios?
Por otra parte, los profesionales que salen de las universidades comprueban a poco andar que no les bastan los conocimientos y habilidades técnicas, va aprendiendo, a veces con tropiezos y fracasos, que la productividad, la eficiencia, la calidad son resultado más grande de la gente que de los sistemas y de los recursos técnicos y materiales.
Las raíces últimas de las conductas laborales deben buscarse en la psicología e idiosincrasia nacionales. La cultura es una enorme fuerza determinante de los comportamientos. La relación que existe entre la cultura mexicana y la personalidad de los mexicanos es muy estrecha.
Si nuestro reto es comprender al mexicano y orientarlo, necesitamos con urgencia conocer la psicología del mexicano, a su vez, se explica a través de las vicisitudes históricas.
b) La mexicanidad, objeto de estudio filosófico y psicológico
Hubo que esperar hasta principios del siglo XX para ver florecer investigaciones y reflexiones sobre la esencia de la mexicanidad. Uno de los logros más apreciables y duraderos de la Revolución de 1910 fue activar el proceso de autoconocimiento cono nosotros mismos, a realizar, como comunidad. Los pioneros fueron Vasconcelos, Antonio Caso y Samuel Ramos.
LOS PROCESOS DE ACULTURACIÓN DEL SER HUMANO
Mientras animales en general sólo tienen que adaptarse a la naturaleza, los hombres a lo largo de nuestro desarrollo tenemos el reto de doble adaptación: a la naturaleza y también a la cultura porque cada recién nacido se desarrollará en uno o varios medios naturales (físicos) y en uno o varios medios culturales (psicológicos y sociales).
El infante es una madeja de potencialidades; sus 13 mil millones de neuronas corticales son susceptibles de trillones de combinaciones. En la historia personal va incluido el ambiente.
A diferencia de los animales, los hombres tenemos que pasar por alguna cultura, adentrarnos a una cultura. Dejarnos moldear por el medio.
Los valores condicionan en los individuos cientos de vivencias cada día, que multiplicadas por nuestros años de vida resultan en muchos millones de engramas que moldean el “carácter social”, el cual es el distintivo en cada comunidad humana.
La psicología del mexicano debe adentrarse en este importantísimo factor de la personalidad social que es la historia del país.
LA SOCIEDAD MEXICANA, SU GÉNESIS Y SU CULTURA
Los mexicanos del siglo XXI somos, un conglomerado de 3 ingredientes:
1. El factor indígena. Fue reprimido a partir de la conquista, y actúa hoy como el inconsciente silencioso de nuestra personalidad social.
2. El factor hispano-cristiano. La sangre y la cultura de los conquistadores, con el absolutismo real español y bajo la ideología católica tomista.
3. Factor anglosajón. Cuya cultura capitalista se vuelca sobre nosotros desde el vecino país del norte.
LOS TRAUMAS A LO LARGO DE LOS SIGLOS
Con el propósito de clasificar y sistematizar, destacan ocho situaciones agudas que podemos considerar como “los ocho traumas” por antonomasia, de nuestra historia.
1. La conquista militar
2. La conquista espiritual
3. El mestizaje
4. La secularización
5. La independencia
6. La mutilación de territorio nacional
7. La reforma
8. La revolución
Al término de la conquista, todo fue alterado, violentado y sometido a un implacable proceso de desintegración.
La conquista militar y religiosa “fue un cataclismo que dislocó las bases de la relación con los dioses, el cosmos, el acontecer temporal”.
La doble conquista expulsa al indio como protagonista de la historia, lo borró y anuló.
Situación particularmente espinosa fue la de la mujer, quien al verse forzada a unirse al español traicionaba a su raza y a su cultura. Sus hijos crecían a la sombra de la madre y lejos del padre.
Sin embargo, cabe notar que ya desde la época precortesiana la mujer era poco menos que cosa.
Las tres órdenes (franciscanos, dominicos y agustinos), rivalizaron entre si para fundar pueblos, donde los naturales se mantenían separados de los españoles y los indios les sirvieron de materia prima para un proyecto elaborado ya desde antes.
No sólo en los rudos inicios del siglo XVI, también en los siglos XVII, los trabajadores gemían devaluados eran “mano de obra”.
En cuanto a los indios el repartimiento, no reconoce ni hace uso de la especialización de trabajo que tenían en las comunidades.
En 1753, por orden real de Carlos III se llevó a cabo la gran secularización de las doctrinas, retirando a los misioneros el cuidado de los indígenas, muchos quedaron como huérfanos, en el desamparo.
Hacia fines del siglo XVIII toman cuerpo los movimientos pro independencia; protagonizados por los criollos a favor de sus propios intereses no a favor de los mestizos e indios, pero alborotaron a los segundos y terceros.
En 1820 al darse en España una revolución liberar, adoptaron la compasión como la causa de la independencia que con tanta saña habían combatido. Encomendaron a un activo realista, Agustín de Iturbide, para encarnar la insurgencia y consumara la independencia.
Al cabo de once años, la independencia se ha consumado; pero sus términos son muy diferentes a los que la revolución popular había planteado. La rebelión no propugna ninguna transformación importante del antiguo régimen.
En el año de 1847 el país sufrió bárbaras mutilaciones de más de la mitad de su territorio.
Entre 1854 y 1857 se dio la Reforma, se trató de fundar un México moderno negando su pasado, con aspiraciones a una nueva y verdadera liberación nacional.
Culminó con la elaboración de la constitución de febrero de 1857.
Luego vino el Porfiriato con su nuevo feudalismo y con su paz sepulcral. Deslumbrante riqueza para una aristocracia soberbia y cruel miseria
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