LA OBSERVACIÓN PARA PARA LOS PROFESORES EN FORMACIÓN
merlos2423 de Noviembre de 2013
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Para hablar de una educación de calidad, se requiere de docentes capaces de enfrentar nuevos retos, que le permitan superar sus debilidades, a través de una reflexión en, sobre y para la acción.
En este sentido el trabajo que se desarrolla en el aula no debe ser vista y mucho menos considerada como una actividad aislada. Es necesario romper algunos esquemas que limitan avanzar en el proceso de enseñanza aprendizaje, por ejemplo, retomando a Martyn Descombe en su lectura el aula cerrada, esta es considerada para algunos profesores como un santuario, porque es el espacio donde ellos interactúan con sus alumnos, por medio de actividades, donde se pone en juego la personalidad, el estilo, las habilidades y los conocimientos de los docentes. Además de que esto nos lleva a conocer algunas las fortalezas y debilidades, para muchos significa conocer parte de esa intimidad, tal vez por miedo a la crítica o interferencias de algunos actores de la escuela como son: padres de familia, maestros o directivos.
Desde mi experiencia este proceso de observación ha resultado un tanto difícil, en el sentido de que pueda haber más críticas que propuestas. Pues no es lo mismo estar observando a estar al frente de un grupo dirigiendo las actividades.
Un aspecto que me parece fundamental es esa confianza y apoyo que brindan los actores de la escuela en el momento en el que asisten a observarnos, pues esto propicia que nos sintamos en un ambiente de confianza, misma que nos permitirá ejecutar las secuencias didácticas con mayor seguridad.
Ahora bien, para mi la práctica reflexiva es aquella que me permite reflexionar sobre nuestro actuar en, sobre y para la acción. Como primer punto retomaré el concepto que “profesional reflexivo” introducido por Donald Schön como una manera de describir y desarrollar un criterio experto y meditado en profesionales como la docencia.
Hablar de una práctica reflexiva implica un trabajo en equipo y por supuesto estar abiertos a las observaciones y sugerencias de diversos actores de la escuela.
Esa práctica reflexiva es un proceso de consciencia sobre el actuar o como su nombre lo indica de reflexión en, sobre y para la acción.
Las dos primeras de acuerdo a Donald Schön son débiles o limitadas, ya que estas se basan en sus propias impresiones personales recogidas en los acontecimientos e inquietudes de la vida en el aula.
Algunas de las estrategias que podemos desarrollar para obtener información más real o próxima a lo que estamos viviendo en nuestros grupos es el siguiente:
1. Recoger testimonios de los estudiantes, tal vez por medio del diario del alumno.
2. Realizar un seguimiento personalizado del alumno.
3. Conocer, analizar y comentar sobre los resultados de pruebas.
Si bien es cierto que día a día vamos adquiriendo nuevas experiencias y aprendizajes, a veces es necesario contar con las observaciones y opiniones de terceras personas, para provocar una reflexión profunda y fuerte, no basta la experiencia, es necesaria una observación de personas externas al aula cerrada.
Una idea que me parece fundamente dentro de este proceso de reflexión en la acción es que no basta con mantener ocupados a los alumnos a través de una estrategia, también necesitamos analizar si desarrollan habilidades reflexivas o bien estamos favoreciendo a los alumnos más capaces sobre los menos capaces.
Reflexionar sobre estas técnicas y principios de nuestras acciones, implica reflexionar para la acción, y en la acción y sobre la acción.
Ahora bien, entre las técnicas que podemos considerar para desarrollar formas fuertes de práctica reflexiva esta las siguientes:
La evocación de imágenes personales positivas, la lectura profesional, el dialogo profesional, los grupos de apoyo al docente, la investigación docente, las autobiografías
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