LA VENTAJA COMPETITIVA DE LAS NACIONES

LA VENTAJA COMPETITIVA DE LAS NACIONES

El Capítulo 6 del libro Ser competitivo, escrito por Michael E. Porter nos brinda un amplio panorama sobre las ventajas competitivas, los roles, desaciertos y acciones acertadas que tienen las naciones en su afán de convertirse una potencia mundial.  El capitulo 6 es el resultado de un estudio de cuatro años efectuado en 10 naciones (Alemania, Corea, Dinamarca, Estados Unidos, Italia, Japón, Reino Unido, Singapur, Suecia y Suiza), el cual analiza los patrones del éxito en las naciones más importantes de esa época Inicia el texto con una afirmación totalmente verídica. “LA PROSPERIDAD NACIONAL SE CREA, no se hereda”. Nosotros estamos totalmente de acuerdo con esta afirmación.  En ese sentido, la ventaja competitiva que logra crear una nación necesita una serie de estrategias para que pueda mantenerse en el tiempo.

Porter afirma que el único concepto significativo de la competitividad nacional es la productividad. La productividad es el valor de la producción por unidad de mano de obra o de capital. La productividad depende tanto de la calidad y de las características de los productos cómo de la eficiencia con que son producidos. Explica que es necesario que las empresas dirijan sus esfuerzos a obtener un crecimiento continuo de la productividad, al hacerlo se requiere que la economía se mejore a sí misma continuamente, innovando y mejorando cada día los productos y servicios que ofrecen.

Se menciona en el texto que cuando una empresa llega a competir en los mercados internacionales, necesitará que la innovación, sea parte de su cultura laboral. Los mercados internaciones ponen a las empresas en una rivalidad sana para alcanzar el éxito. Aquellas empresas que no se innoven y no se reinventen a sí mismas perderán y quedaran en el fracaso.  No sirve de nada que un país tenga muchos recursos naturales o tenga mano de obra barata, si las empresas de una nación no logran ser competitivas a través de mejorar su productividad innovando la calidad de sus productos, estas no alcanzan una ventaja competitiva en un escenario cada vez más globalizado.

El autor, resalta y no deja de ser reconocer que las diferencias de una nación en cultura, valores, economía e instituciones aportan un porcentaje considerable al éxito de la nación competitiva. “Ninguna nación podrá ser competitiva en todos los sectores, ni siquiera en la mayoría de ellos” De allí la importancia en que los sectores nacionales, sean progresivo, dinámico y estimulante a fin de que logren despegar más frente a otras naciones.

Es en este momento del texto donde el autor nos presenta lo que ha llegado a ser conocido como el Diamante de Porter. El libro lo presenta como el rombo de la ventaja nacional.

El Rombo como ventaja nacional

Condiciones de factores:

Se debe considerar a los factores de producción como determinantes del flujo de todo tipo de comercio. Es por eso, que se dice que una nación debería de exportar sus mercancías que le hacen el máximo aprovechamiento de todos sus factores en los que se encuentra relativamente mejor dotada, para que así de esta manera pueda lograr una mejor ventaja competitiva o alguna especialización en su mejor producción. Como se sabe, toda nación debe de crear sus factores más importantes de producción, como pueden ser recursos humanos especializados, a esto se le puede adicionar la provisión de factores con los que cuenta dicha nación en algún momento en particular, considerando que este debe ser menos importante que la rapidez y eficacia con los que se crean y se despliegan en ciertos factores de la industria y demás naciones. Si bien es cierto que se puede triunfar como nación y empresa en sectores en los que son especialmente buenas las creaciones de factores, la ventaja competitiva va a resultar de la presencia de información y/o de instituciones de primera mano, de las cuales se van a crear por primera vez los factores especializados para luego poder trabajar continuamente en su mejora. Algo importante que también debe ser considerado, es que las desventajas selectivas para ciertos factores elementales que se reflejan en un modelo estático de competencia se pueden convertir en una ventaja un modelo dinámico. Un punto importante a tomar en cuenta, es que como primera opción se debe alertar a las empresas acerca de algún tipo de situación que se originará en otras naciones,  es entonces donde se debe tratar de equiparlas  con innovación antes que los rivales extranjeros se puedan adelantar. Teniendo una segunda opción, se debe transformar esas desventajas en ventajas logrando circunstancias totalmente favorables. Si se quiere innovar, las empresas deben tener acceso a un personal especializado y recibir las indicaciones apropiadas, Sumado a esto, se debe tener rivales nacionales activos, los cuales sean un determinante de impulso para poder innovar.  Finalmente, se debe tomar en cuenta, que los objetivos de la empresa los puedan llevar a comprometerse permanentemente con su sector.

Condiciones de la demanda:

En la composición y carácter del mercado interior de cada nación se suele tener un efecto desproporcionado, esto se debe al modo en que las empresas perciban, interpretan y respondan a las necesidades de sus compradores. Donde la demanda interior de las empresas dé una imagen más clara o temprana de las nuevas necesidades de los compradores, podemos decir que las naciones están logrando su ventaja competitiva. Cuando los compradores comiencen a presionar a las empresas, es ahí donde estás empiezan a innovar con mayor rapidez y logran ventajas mucho más valiosas que las de sus rivales extranjeros.  Si bien es cierto, la demanda interior ayuda a la creación de la ventaja competitiva para un segmento determinado, se da cuando este es mayor o más visible en el mercado interior que en los mercados extranjeros, pero los segmentos más grandes del mercado de una nación son los que reciben la máxima atención de las empresas nacionales, las cuales les atribuye una prioridad menor a los segmentos más pequeños o menos deseables. Uno de los puntos más importante  que los segmentos concretos de mercado que abordan las empresas es la naturaleza de los compradores nacionales. Por eso se puede decir, que las empresas ganan ventajas competitivas si estos son los más informados y exigentes del mundo, porque  es por ellos que las empresas abren los ojos a las nuevas necesidades del mercado. Entonces podemos decir que de esta manera, se sienten presionados para que puedan alcanzar altos niveles de calidad, a la vez son estimuladas a ser mejores, a poder seguir innovando y penetrar a otros segmentos más avanzados.  Es por eso que, según esta condición se obliga de una u otra manera que las empresas puedan afrontar retos difíciles. Finalmente, se puede decir que las empresas de una nación pueden prever las tendencias mundiales, siempre y cuando los valores de la nación se difundan, es decir si el país exporta sus valores y gustos adicional a sus productos  a través de los medios de comunicación, capacitación a los extranjeros, influyendo políticamente y a través de las actividades en el extranjero de sus ciudadanos y empresas.

...