ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LAS VIRTUDES


Enviado por   •  14 de Julio de 2013  •  2.138 Palabras (9 Páginas)  •  286 Visitas

Página 1 de 9

VIRTUDES

Virtud

Personificación de la virtud, en Éfeso, en la actual Turquía.

Una virtud es una cualidad que permite a quien la posee tomar y llevar a término las opiniones correctas en las situaciones más difíciles para cambiarlas a su favor. El virtuoso es el que está en camino de ser sabio, porque sabe cómo llegar a sus metas sin pisar las de los otros, porque pone a los demás de su lado y los lleva a alcanzar un objetivo diferente. El virtuoso es el que «sabe remar contra la corriente».

También, una persona virtuosa es aquella que sabe sacar adelante cualquier problema que se avecina. Es una persona que tiene muchas cualidades y las pone en práctica a diario.

Las virtudes se consideran cualidades positivas, y se oponen a los vicios. Las virtudes son las cualidades buenas y sensitivas del ser humano.

Índice

1 Virtudes del ser humano

• 2 Las cuatro virtudes clásicas en Occidente

• 3 Véase también

• 4 Bibliografía adicional

• 5 Enlaces externos

Virtudes del ser humano[editar]

Platón plantea que el ser humano dispone de tres poderosas herramientas: el intelecto, la voluntad y la emoción. Para cada una de estas existe una virtud: la sabiduría, el valor y el autocontrol. La sabiduría permite identificar las acciones correctas, saber cuándo realizarlas y cómo realizarlas. El valor permite tomar estas acciones a pesar de las amenazas, y defender los ideales propios. El autocontrol permite interactuar con las demás personas y ante las situaciones más adversas cuando se está realizando lo que se debe hacer para lograr los fines propios.

A estas tres virtudes se añade una cuarta, la justicia, que ayuda a poder vivir responsablemente y con seguridad ya que sin seguridad podrias salir de tu casa y ser asaltado.

Sócrates nos dice que la virtud nos permitirá resolver las mejores calificaciones y con ella podremos distinguir entre el final, el mal, el bien y lo irrespetuoso. También dice que la virtud se puede alcanzar por medio de la educación fundamentada en nuestra moral y en nuestra vida cotidiana.

Cree en el intelectualismo moral, el cual se basa en la idea de que la sabiduría se basa en la ética. Si alguien es buena persona automáticamente será sabio.

También Sócrates opina que la virtud es aquello que nos ayuda a conseguir el bien mediante razonamientos y la filosofía.

Los estoicos sostenían que la virtud consistía en actuar siempre de acuerdo con la naturaleza, que, para el caso del ser humano, concebido como ser racional, se identifica con actuar siempre de acuerdo con la razón, evitando en todo momento dejarse llevar por los afectos o pasiones, esto es, todo lo irracional que hay en nosotros, que no puede controlarse y por tanto debe evitarse. Los estoicos consideraban que la virtud, como facultad activa, era el bien supremo.

Las cuatro virtudes clásicas en Occidente[editar]

Artículo principal: Virtudes cardinales.

Las cuatro virtudes clásicas son:

• Templanza (del griego σωφροσύνη, en transliteración sōphrosýnē)

• Prudencia (del griego φρόνησις, en transliteración phrónēsis)

• Fortaleza (del griego ανδρεία, en transliteración andreía)

• Justicia (del griego δικαιοσύνη, en transliteración dikaiosýnē)

Estas virtudes eventualmente fueron incorporadas a distintas religiones.

Templanza

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Saltar a: navegación, búsqueda

La templanza es la virtud moral que regula la atracción por los placeres, y procura el equilibrio en el uso y disfrute de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la solidaridad.

La templanza es considerada una virtud especial en la mayoría de las clasificaciones de la ética tradicional. Aristóteles se ocupa de ella explícitamente. Santo Tomás de Aquino la incluye como una de las cuatro virtudes morales cardinales, después de la prudencia, la justicia y la fortaleza; como toda virtud moral, se considera un justo medio entre dos extremos viciosos, en este caso la insensibilidad y la intemperancia.

El cristianismo se apoya en la Biblia para considerarla una de las virtudes cardinales: la persona templada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar ‘para seguir la pasión de su corazón’ (Si 5,2; cf 37, 27-31). La templanza es a menudo recordada en el Antiguo Testamento: ‘No vayas detrás de tus pasiones, tus deseos refrena’ (Si 18, 30). En el Nuevo Testamento es llamada ‘moderación’ o ‘sobriedad’, tal como se afirma en la Carta Paulina ‘(debemos) vivir con moderación, justicia y piedad en el siglo presente’ (Tt 2, 12).1 El cristianismo, al igual que la mayoría de las religiones y escuelas filosóficas, considera que la tendencia natural hacia el placer sensible que se observa en la comida, la bebida y el deleite sexual es en sí bueno, por ser la manifestación y el reflejo de fuerzas naturales muy potentes que actúan para la propia conservación, pero que corren el peligro de desordenarse y convertirse en energías destructoras. Dentro de esta visión común, hay diferencias importantes de matices, según cuánto peso se asigne a esta virtud en referencia a las otras, o cómo se juzguen los extremos a los que se opone: pueden contrastarse, por ejemplo, la doctrina católica oficial, que pone a esta virtud como la menos importante de las cuatro morales (cf. Suma Teológica, II-IIae C 141 A 8) con el catolicismo enseñado y vivido en algunas comunidades; o con el puritanismo. Y dentro de la filosofía moral antigua, se contraponen en este respecto el estoicismo con el epicureísmo.

La palabra templanza proviene del latín temperantia, en referencia a la moderación de la temperatura; en análogo sentido, el adjetivo templado se aplica al medio entre lo cálido y lo frío, y también a lo que mantiene cierto tipo de equilibrio, cohesión o armonía interna. De aquí también el adjetivo destemplado,

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (13.6 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com