La Cuestion Social
silvylopez9 de Julio de 2013
5.027 Palabras (21 Páginas)511 Visitas
"Cuestión social, familia y Trabajo Social"
Por: Lic. Eloísa Elena de Jong (Trabajadora Social; Profesora Titular e investigadora Fac. de Trabajo social Universidad Nacional de Entre Ríos)
Año 2000.
INTRODUCCION:
El presente trabajo, desde un centramiento en ideas constitutivas del surgimiento de la Cuestión Social, pretende hacer un recorrido en la construcción de la misma, especialmente en nuestro país, también en relación con el campo problemático de la familia en su proceso histórico y en como se expresa hoy la conflictividad social alrededor de su conformación, para a partir de ello y del desarrollo de la profesión del Trabajo Social, pensar posibles estrategias de intervención desde un posicionamiento teórico - epistemológico ligado indisolublemente a lo ideológico - político. Es importante decir que solo tiende a ser un trabajo teórico aproximativo sobre la conflictividad social y la familia, emergente y producto de la tensión entre lo uno y lo múltiple, como expresión de un contexto histórico particular.
1-EL SURGIMIENTO DE LA CUESTION SOCIAL:
El inicio de la Cuestión Social se ubica en el surgimiento del capitalismo, con la configuración de un mercado único que se consolida con la revolución industrial por la desigual relación entre capital y trabajo ante un mercado autoregulado y la constitución del trabajo asalariado subordinado en esa relación donde los obreros se constituyen en una masa crítica al servicio de los poseedores de los medios de producción. Es una instancia transformadora de la vida de la sociedad en un sentido técnico instrumental, ubicando al trabajo humano en función del desarrollo tecnológico que domina la organización de los diferentes espacios societales produciendo cambios sustanciales que profundizan las desigualdades sociales históricas, que se traducen en la división entre burguesía y proletariado, entre lo público y lo privado, entre el mundo doméstico y el mundo social, con la formación de Estados al servicio de la burguesía capitalista y por lo tanto al servicio del capital y la economía "En lugar de que la economía se vea marcada por las relaciones sociales, son las relaciones sociales quienes se ven encasilladas en el interior del sistema económico"........ "no se debe permitir nada que obstaculice la formación de los mercados".
En esta nueva configuración la pobreza adquiere connotaciones diferentes que en las sociedades precapitalistas tradicionales de producción artesanal. Como expresa Margarita Rozas, tomando los desarrollos de Polanyi, las sociedades precapitalistas no es que no tenían mercado pero no era un mercado autoregulado sino múltiples mercados regulados por las relaciones sociales, funcionaba el trueque dándose tres procesos, uno de distribución equitativa de bienes y servicios, otro de almacenamiento para la distribución en momentos difíciles y por último la previsión de recursos para satisfacer necesidades elementales del ser humano. El sujeto no perdía centralidad en la vida social, las relaciones sociales no perdían centralidad por el mercado.
Cuando aparece el dinero asignándosele precios a los productos la mercancía adquiere valor, surge el interés privado por el lucro y todo se transforma en una relación de mercancía - precio : los medios de producción, la fuerza de trabajo, los productos y el mercado comienzan a auto regularse por el interés privado en el dinero generando el valor de uso para garantizar el valor de cambio, pierde centralidad el sujeto por la centralidad del mercado "todos los ingresos provienen de las ventas realizadas en el mercado y son suficientes para comprar todos los bienes producidos".
El proceso de desarrollo de esta cuestión social tiene sus orígenes en la "desvirtuación de la modernidad" como promesa emancipatoria. Si se ubica el nacimiento de la modernidad entre fines del Siglo XV y principios del XVI ésta nace como promesa de emancipación humana, como asociación de razón y liberación, como superación del conocimiento consagrado por la Iglesia, cambiando las ideas de espacio y tiempo en tanto el espacio trasciende lo conocido ante los nuevos descubrimientos y el tiempo no es el pasado sino el futuro en términos de lo descubierto y posible de descubrir, como plantea Quijano, configurándose la idea de "progreso emancipatorio" como dominación de la naturaleza por el hombre, a través del conocimiento.
Este origen se transforma por las relaciones de dominación del mercado, la dominación de la naturaleza termina en dominación del hombre que debe adecuarse al orden socio - económico para garantizar el progreso que se sustenta en el positivismo: "Un estilo de pensar lo social que tiene por límite el marco de la sociedad burguesa y que mas que una escuela sociológica es la autoexpresión ideal del ser social burgués"..... "constituye un consentimiento con lo dado en relación al orden establecido, considerando lo social como ecualizado a la naturaleza".
La Iglesia aporta a la preservación del orden social por ser su propósito central como expresa Recalde "donde la cuestión social antes de ser económica y política es una cuestión moral y religiosa" que está recorrida por la idea de que el trabajo asalariado es parte de un orden social natural en tanto "la desigualdad social es natural el inevitable", siendo una moral que a pesar de cuestionar al liberalismo termina, desde el pensamiento conservador avalando al mercado y la subordinación del trabajo asalariado por la desigualdad natural entre los hombres "Los pobres son como niños a los cuales los ricos deberán suministrar una ética"....... "Con el advenimiento de los Estados Nacionales y el despotismo ilustrado, el paternalismo deja de ser una justificación de las relaciones domésticas para convertirse en una ideología del gobierno nacional". Se asocia el liberalismo económico de mercado con el conservadurismo moral y religioso.
2- ARGENTINA Y EL MUNDO CAPITALISTA: ECONOMÍA, CULTURA Y FAMILIA.
Desde la idea de que la economía ha marcado y encasillado las relaciones sociales es significativo considerar el lugar otorgado a la familia en esas relaciones sociales, en el contexto de nuestros países periféricos, teniendo en cuenta que ésta, considerada "célula básica de la sociedad", debe facilitar la formación del mercado.
Es importante considerar como las relaciones del mundo capitalista han tenido recorridos diversos en el desarrollo diacrónico y sincrónico de nuestras sociedades, donde tiempos y espacios diferentes han dado lugar a la tensión entre homogeneidad y diversidad, entre dependencia y autonomía, mas allá de los patrones generales de comportamiento regulados y esperados socialmente desde los sectores hegemónicos al servicio del capital.
La sociedad argentina, al igual que otros países latinoamericanos, ha tenido un desarrollo particular en el contexto de la modernidad, a partir de una historia marcada por fuertes procesos de integración - desintegración en relación al desarrollo de la modernización técnico instrumental donde se entrecruzan lo tradicional y lo moderno, lo autóctono y lo occidental en términos del desarrollo capitalista, donde también la dimensión cultural ha marcado un largo proceso de entramados en el que el disciplinamiento modernizante ha implicado altos costos sociales, económicos y políticos en la ruptura entre lo material y lo simbólico, entre lo esperado hegemónicamente y lo deseado desde la sustantividad subjetiva y social, donde interjuegan permanentemente el deseo emancipatorio y el pensamiento y lugar subordinado en las relaciones de producción del mundo capitalista.
Se podría decir que desde el inicio del Estado de Bienestar hasta la década del setenta se podía asociar la integración material y simbólica desde los mitos del desarrollo modernizante, como dice Hopenhayn, en tanto bajo la idea de incorporación creciente y masiva al trabajo era posible pensar en el acceso a servicios universales como la vivienda, la salud, la educación que predominaba en este modelo de Estado. Esto permitía sustentar la idea de una integración creciente, movilidad social ascendente, mayor participación política en los destinos de la sociedad lo que traía aparejada la idea de integración de los núcleos familiares donde los hijos, en generaciones sucesivas, iban a acceder a mejores niveles de ingreso y participación en la riqueza de la sociedad y donde los grandes movimientos políticos, organizados alrededor del eje articulador del trabajo, estaban incentivados en la posibilidad de lograr la configuración de un modelo de progreso nacional y popular, en el sentido de independencia nacional y de incorporación masiva del conjunto del pueblo en las decisiones y beneficios del sistema o en la transformación del sistema hacia la construcción del socialismo.
La familia argentina no escapó a los cánones del desarrollo modernizante capitalista, en términos de la configuración de un lugar que se legitimó desde la razón de ser del sistema, siendo soporte de las relaciones de producción, de la división entre lo público y lo privado, del mundo doméstico y el mundo social, de la división sexual del trabajo según géneros, legitimándose los procesos de integración social en los que quedó casi siempre pendiente la marginación histórica, que se fue generando desde la colonización y desde un pensamiento hegemónico colonizado, a partir de incorporar una mirada etnocentrista europea en la configuración de la latinoamericanidad, que dio lugar a largos procesos de disciplinamiento social a pesar que desde sus inicios se dieron movimientos
...