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La Esclavitud Infantil En La India

yanellamichelle14 de Julio de 2014

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Esclavitud infantil en la India

Yanella Muttel A01298391, Ética persona y sociedad (grupo 29), Master Heidi Rosas

El tema de “Esclavitud infantil en india” lo elegí por ser uno de los extremos

de violación a los derechos humanos y a la dignidad de las personas, es un tema

que engloba problemas de desigualdad social, injusticias, corrupción y revela a los

reales afectados por el sistema actual de extremo consumismo del que somos

activos partícipes. Fundamentare este ensayo con la teoría ética de Kant y otros

textos leídos a lo largo del curso y propondré soluciones viables tanto a nivel

individual como gubernamental.

La India es uno de los países más poblados del mundo cuenta con 28

estados, es hogar de la cultura del valle del indo y de una religión histórica. Su

economía, además de ser una de las que crecen con mayor rapidez en la

actualidad, es la quinta más grande del mundo en términos nominales y su PIB

está ubicado en cuarto lugar a nivel mundial en términos de paridad de poder

adquisitivo. No obstante es un país con grandes problemas de desigualdad social,

analfabetismo, explotación laboral infantil que llega hasta el extremo de la

esclavitud.

En los sectores más apartados de la India existen familias viviendo en la

miseria llegando al extremo de tener que vender a sus hijos con la esperanza de

obtener unas pocas rupias para comer o pagar sus deudas. Estas familias toman

la decisión pensando que aquellas personas interesadas en sus hijos les darán

educación, comida y techo a cambio de una jornada laboral aceptable, pero esto

está demasiado alejado de la realidad, ya que la situación verdadera es opuesta a

sus expectativas. Es frecuente, en este contexto, que empleados de las empresas

manufactureras las cuales exportan estos productos al resto del mundo, sometan

a niños desde los 3 años de edad a extensas jornadas de trabajos que van desde

coser piedras a telas en pequeños lugares sin ninguna medida de comodidad

hasta la realización de bloques de concreto, labor en la cual pueden estar más de

16 horas trabajando; los privan de la comida ,horas de sueño, muchas veces tienen que realizar trabajo de noche y no les permiten acceder a la educación, a parte de esto los agreden físicamente cuando hacen algo mal y la familia jamás recibe el pago mensual acordado.

Un documental hecho por un grupo de alemanes en el año 2008, de los cuales fueron reporteros Rebecca Gudisch y Tilo Gummel rebela el caso de los hermanos Sumit y Ravi, con residencia en el norte de Bihar la zona más pobre del estado más pobre de la India, que a la edad de 7 y 14 años respectivamente fueron vendidos por sus padres a un desconocido que llego a su casa prometiéndoles educación y un pago mensual de 300 rupias si les entregaba a sus hijos. Debido a las grandes necesidades económicas que tenía la familia (y siguen teniendo) los padres accedieron y se les entrego un adelanto de 1000 rupias, que equivale a 16.07 dólares (USD). Luego esto los niños fueron trasladados a Nueva Delhi a 1000 km de distancia de su casa donde fueron obligados a trabajar como soldadores sin ninguna medida de protección, por lo cual Sumit sufrió la pérdida de su vista derecha y gran funcionalidad de su brazo izquierdo mientras trabajaba en estas pésimas condiciones y su hermano Ravi denuncia que lo hacían trabajar extensas jornadas desde temprano por la mañana hasta las 12 de la noche y cuando caía rendido por el cansancio era fuertemente golpeado por sus captores. Además recibían pocos alimentos y tenían estrictamente prohibido salir. Como este caso hay muchos, más de 600 niños han desaparecido de esta forma solo en las aldeas de esta zona.

Aquí es donde nos preguntamos ¿Cómo es posible que estando en pleno siglo XXI y teniendo este país, India, la quinta economía más importante del mundo en términos de paridad de poder adquisitivo, con un producto nacional bruto de US$ 4,06 billones, sigan actuando con tal irracionalidad? Cometiendo atropellos en contra de la dignidad de las personas, dignidad que según Noëlle Lenoir “es la fuente de todos los derechos” y aun así ninguno de estos derechos es respetado ni tomado en cuenta. “La dignidad consiste en reconocer que cada hombre es irremplazable” según afirma Kant pero evidentemente hoy en día eso

está muy lejos de ser comprendido, ya que, para estas instituciones las personas solo son un medio para conseguir un beneficio individual , actúan exactamente contraria a lo que dice Kant, la dignidad simplemente no aplica para ellos. Desgraciadamente esta realidad sucede nada más que por el sistema de oferta demanda en donde solo se busca el beneficio de las grandes corporaciones hoy dueñas y señoras de nuestra economía global y hasta de nuestros propios pensamientos. Estas y muchas otras industrias para obtener ganancias sustanciosas buscan reducir costos y ¿qué mejor que encontrar mano de obra barata? Aquí es donde entran en juego países como la India que tienen esta característica tan apreciada por las empresas sin una pizca de ética, que no les importa pisotear al más débil con tal de obtener dinero y poder a cambio tratar a las personas como simples medios para lograr su cometido y parece no importarles en lo más mínimo. Para no tener problemas legales, estas instituciones se escudan tras certificados que afirman que no existen menores de edad en los procesos de manufactura (cosa totalmente falsa), ya que, están firmados por jueces que jamás han fiscalizado la veracidad de los hechos basados en “la buena fe” de las instituciones solicitantes de tales certificados.

El filósofo francés Alain Finkielkaut describe al siglo XX como el siglo de la pérdida de la dignidad humana o el siglo de la inhumanidad y con estos hechos se confirma plenamente esta frase en el siglo XXI donde se ve claramente que en estas instituciones, tanto las corporaciones que compran el producto casi terminado como las instituciones que se encargan del reclutamiento de menores para obtener un bajo precio que ofrecer a las empresas solicitantes, no se actúa como verdaderas personas. Pero no son solo estos dos bloques de comercio los culpables sino va mucho más allá, tanto que nosotros somos participes fundamentales en este ciclo fatal de atropellos hacia la humanidad.

Cuando hablamos de oferta y demanda, estamos hablando directamente de nosotros mismos ya que somos nosotros quienes determinamos esta demanda y quienes compramos estos productos. Más importante aún, somos quienes deberíamos actuar por deber, o sea, obedeciendo la voz de la razón, porque la

persona que escucha y se guía por la razón actúa como corresponde a un ser racional. Desgraciadamente esta no es la manera en la que actuamos, y muchas de nuestras decisiones no las tomamos nosotros sino que actuamos como marionetas de las corporaciones y su publicidad. Como dije anteriormente este sistema no funciona por uno o dos involucrados, sino, que va mucho más allá. Empezando por el principio nos encontramos con las corporaciones, estas quieren vender productos masivamente y quieren que dicho producto se compre masivamente por lo que tienen que comercializarlo a un precio accesible para la mayoría de nosotros y ¿Cómo logran hacer un producto atractivo, barato y elaborado? ¡Fácil! Solo reducen costos en mano de obra y ya! , Entonces existe una gran demanda de mano de obra barata, repercutiendo en la creación de instituciones que aprovechando la vulnerabilidad social de ciertos grupos de personas comienzan a ganar grandes cantidades de dinero a costa del trabajo no remunerado que obligan a hacer a personas pobres, en este caso a niños desde los 3 años de edad. Por supuesto al ser esto ilegal y moralmente inaceptable se empiezan a involucrar en el sistema entidades como: fiscalizadores que no fiscalizan, bancos a los que no les conviene preguntar de donde proviene el dinero depositado, policías que prefieren ignorar que actuar frente a la injusticia, jueces corruptos etc. De esta forma finalmente las corporaciones con el producto final en mano, nos comienzan a lavar el cerebro con publicidades engañosas y terminemos comprando artículos hechos por niños esclavos de un sistema extremadamente capitalista e individualista.

A final de cuentas cada quien busca su propia felicidad sin pensar en quien podríamos dañar en el camino, las empresas buscan solo ganancias económicas y poder adquisitivo, quieren hacerse cada vez más grandes y reconocidas mundialmente y frente a ese objetivo todos salimos perjudicados y lo peor es que no nos damos cuenta y no queremos hacerlo porque desgraciadamente somos más felices viviendo en la ignorancia. Creemos lo que nos conviene creer; ejemplo: ¿seguirías comprando zapatillas nike si supieras que esta marca es una de estas empresas explotadoras de menores? Estoy segura que la gran mayoría diría que sí y el resto cuestionarían la veracidad de esta información. Es realmente

desalentador darse cuenta de la frialdad con la que actuamos diariamente y el casi nulo uso de la razón que empleamos cotidianamente, ya casi no tenemos capacidad de discernimiento somos demasiado manejables y esto es muy conveniente para las grandes marcas que hoy en día tienen el control de nuestra economía global.

Esta forma de actuar tan irracional y frívola, de seguir el ritmo de la industria tiene grandes consecuencias empezando por las victimas principales: los niños esclavos. Ellos no se desarrollan física ni emocionalmente, carecen de atención sanitaria, al recibir tantos abusos y someterse a las malas condiciones de trabajo su esperanza

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