La Eutanasia, morir en libertad

La Eutanasia, morir en libertad

La eutanasia es el acto de terminar con la vida de un paciente con su autorización y

con propia razón de ello, este método causa polémica general, en diferentes países

se concibe de una forma más piadosa, mientras que en otros se ve como homicidio.

Si la muerte es un tabú, la muerte asistida lo es aún más. A lo largo de la historia, el

suicida primero fue un delincuente, luego un pecador y ahora un loco. Pero cada día

en diferentes países muchas personas tienen muerte asistida: la mitad por

enfermedades crónicas, por incapacidad, uno a por voluntad y otros por decisión de

terceros. La eutanasia hoy más que nunca es algo cotidiano, una conducta compleja

que los sectores de la sociedad han medicalizado. Las estadísticas indican que las

muertes por eutanasia o suicidio asistido suponen entre el 0,30% y el 4,5% de todos

los fallecimientos en los países como: Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Suiza, Canadá,

Colombia y siete estados de EEUU, donde su práctica es legal. Según el Instituto

Nacional de Estadística (INE), en dichos estados hubo 427.000 defunciones en los

últimos años. lo que significa que, habría entre 1.000 y 1.500 muertes anuales por

eutanasia si ésta fuera legal. Son muchos los puntos de vista que se generan, desde

un enfoque legal, hasta uno religioso. Es así que consideramos que, se debería

permitir el acto de la eutanasia como una mejor opción para evitar el sufrimiento en

aquellas personas que encuentran pocas esperanzas en obtener una pronta

recuperación. ¿Conscientes del sufrimiento de algunas personas, es correcta la

aplicación de la eutanasia? y ¿En qué medida damnifica la esencia humana? Es un

tema de gran controversia que como Jorge Fernández plantea en sus obras “La

eutanasia es un, ¿Derecho o Crimen?”. Es un tema de gran controversia a escala

global. Por ello en las siguientes líneas analizaremos porque es conveniente aprobar

una ley de dicha magnitud, ejemplificando y haciendo hincapié en algunos enfoques.

En primer lugar, desde un punto de vista legal manifestamos que el derecho a la vida

no es absoluto, ni un deber, es decir esas primeras líneas que aparecen en la

Declaración universal y del cual todos los seres humanos somos titulares, no es un

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