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La Noche De Tlatelolco


Enviado por   •  15 de Diciembre de 2014  •  1.975 Palabras (8 Páginas)  •  302 Visitas

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Todos los testimonios coinciden en que la repentina aparición de luces de bengala en el cielo de la Plaza de las Tres Culturas de la Unidad habitacional Nonoalco-Tlatelolco desencadenó la balacera que convirtió el mitin estudiantil del 2 de octubre en la tragedia de Tlatelolco.

A las cinco y media del miércoles 2 de octubre de 1968, aproximadamente diez mil personas se congregaron en la explanada de la Plaza de las Tres Culturas para escuchar a los oradores estudiantiles del Consejo Nacional de Huelga, los que desde el balcón del tercer piso del edificio Chihuahua se dirigián a la multitud compuesta en su gran mayoría por estudiantes, hombres y mujeres, niños y ancianos sentados en el suelo, vendedores ambulantes, amas de casa con niños en brazos, habitantes de la Unidad, transeúntes que se detuvieron a curiosear, los habituales mirones y muchas personas que vinieron a darse una “asomadita”. El ambiente era tranquilo a pesar de que la policía, el ejército y los granaderos habian hecho un gran despliegue de fuerza. Muchachos y muchachas estudiantes repartían volantes, hacían colectas en botes con las siglas CNH, vendían periódicos y carteles, y, en el tercer piso del edificio, además de los periodistas que cubren las fuentes nacionales había corresponsales y fotógrafos extranjeros enviados para informar sobre los Juegos Olímpicos que habrían de iniciarse diez días más tarde.

Hablaron algunos estudiantes: un muchacho hacía las presentaciones, otro de la UNAM, dijo: “El Movimiento va a seguir a pesar de todo”, otro del IPN: “... se ha despertado la conciencia civica y se ha politizado a la familia mexicana”; una muchacha, que impresioné por su extrema juventud, habló del papel de las brigadas. Los oradores atacaron a los políticos, a algunos periódicos, y propusieron el boicot contra el diario "El Sol".

Desde la rampa del tercer piso vieron cómo hacía su entrada un grupo de trabajadores que portaba una manta: “Los ferrocarrileros apoyamos el Movimiento y desconocemos las pláticas Romero Flores-GDO.” Este contingente obrero fue recìbido con aplausos. El grupo de ferrocarrileros anunció paros escalonados desde “mañana 3 de octubre en apoyo del Movimiento Estudiantil”.

Cuando un estudiante apellidado Vega anunciaba que la marcha programada al Casco de Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional no se iba a llevar a cabo, en vista del despliegue de fuerzas públicas y de la posible represión, surgieron en el cielo las luces de bengala que hicieron que los concurrentes dirigieran automáticamente su mirada hacia arriba. Se oyeron los primeros disparos. La gente se alarmó. A pesar de que los líderes del CNH desde el tercer piso del edificio Chihuahua, gritaban por el magnavoz: “¡No corran compañeros, no corran, son salvas!… ¡No se vayan, no se vayan, calma!”, la desbandada fue general. Todos huían despavoridos y muchos caían en la plaza, en las ruinas prehispánicas frente a la iglesia de Santiago Tlatelolco. Se oía el fuego cerrado y el tableteo de ametralladoras. A partir de ese momento, la Plaza de las Tres Culturas se convertió en un infierno.

En su versión de jueves 3 de octubre de 1968 nos dice "Excélsior": "Nadie observó de dónde salieron los primeros disparos. Pero la gran mayoría de los manifestantes aseguraron que los soldados, sin advertencia ni previo aviso comenzaron a disparar.

...Los disparos surgían por todos lados, lo mismo de lo alto de un edificio de la Unidad Tlatelolco que de la calle donde las fuerzas militares en tanques ligeros y vehículos blindados lanzaban ráfagas de ametralladora casi ininterrumpidamente...”

[…]

Según "Excélsior" "se calcula que participaron unos 5 000 soldados y muchos agentes policiacos, la mayoría vestidos de civil. Tenían como contraseña un pañuelo envuelto en la mano derecha. Así se identificaban unos a otros, ya que casi ninguno llevaba credencial por protección frente a los estudiantes. El fuego intenso duró 29 minutos. Luego los disparos decrecieron pero no acabaron.”

[…]

Los cuerpos de las víctimas que quedaron en la Plaza de las Tres Culturas no pudieron ser fotografiados debito a que los elementos del ejército lo impedieron.

[…]

La sangre pisoteada de cientos de estudiantes, hombres, mujeres, niños, soldados y ancianos se ha secado en la tierra de Tlatelolco. Por ahora la sangre ha vuelto al lugar de su quietud. Más tarde brotarán las flores entre las ruinas y entre los sepulcros.

Hablemos claro, después de que la historia marcó a los mexicanos, que fueron esclavos, trataron de erradicar o borrar la cultura que tenía la gente de esa época.

De los tiempos que se luchó por tener Independencia de esa esclavitud, en la que se derramó sangre al por mayor. Pasaron 100 años para que se viviera la llamada Revolución, que siendo las bases políticas y dominios extranjeros, por fin México obtuvo su Independencia Total, nombrando a los gobernantes que queríamos nos dirigieran, para bien o para mal, ¿estás escuchando?, para bien o para mal, no para nuestra convicción, es independientemente de la persona.

Llegamos a ese punto de la historia en la que la libertad que se había logrado en forma general, no se podía vivir en lo particular, es decir, los jóvenes tenían esa "libertad" pero controlada por las autoridades. Se vivía corrupción política y abuso de autoridad, esto lo adjuntamos a que tenía el país en puerta las Olimpiadas Olímpicas que mucho dinero nos había costado (hasta la fecha) Se trató de justificar el uso de la fuerza bruta contra los jóvenes que reclamaban cambios en sectores como educación, político, y otros más, que sumado a que losllamaban "socialistas", se inició esa masacre que bañó de sangre a las calles de nuestra capital, porque de verdad que fue una terrible masacre.

¿Un movimiento estudiantil? no, ¡simplemente no!

Fue la representación de la inconformidad, de la rebeldía, los estudiantes del politécnico pedían justicia, el poder de la valentía, caminaban firmes y seguros, repartiendo volantes, varias reuniones, carteles… ¿Ahora caminamos por las calles con la cara en alto, sin miedo a nada porque no somos ignoramos las cosas?

¿Seguir órdenes por convicción?, ¿acaso es gracioso

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