La Violencia En El Deporte
karenYMG16 de Marzo de 2015
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LA VIOLENCIA EN EL DEPORTE
El deporte es uno de los fenómenos más populares de nuestro tiempo. Es en él dónde se producen y expresan algunos de los grandes valores de la sociedad contemporánea. El mismo constituye un instrumento de desarrollo social, vinculado en forma inmediata al bienestar y la salud de la población, también a los valores de la auto superación, lealtad en la competencia, reconocimiento del merito, la solidaridad, igualdad de oportunidades y lucha contra la discriminación.
El deporte es un instrumento de desarrollo social, vinculado en forma inmediata al bienestar y la salud de la población, como también a los valores de autosuperación, lealtad en la competencia, reconocimiento del mérito, solidaridad, igualdad de oportunidades y lucha contra la discriminación, es también una oportunidad para canalizar el esfuerzo humano hacia fines sociales útiles y su promoción contribuye con la lucha contra flagelos tales como las adicciones, proporcionando ámbitos adecuados para que la juventud aplique y ejercite sus potencialidades físicas y mentales, el mismo da la posibilidad de construir universos alternativos a la realidad social y política a través de la hipercodificación de los mitos deportivos. Esto se puede ver en ocasiones como los éxitos deportivos de los atletas de élite se han utilizado para fortalecer la clase política dirigente o en alguna ocasión, a favor de la propaganda de los líderes autoritarios
Así pues, el análisis de los usos sociales del deporte evidencia el principio de contradicción de éste con los valores sociales del fenómeno olímpico, los espectáculos deportivos implican rituales y el análisis de estos rituales representa una información valiosísima para el conocimiento de las estructuras culturales de la sociedad actual.
Quizá el mejor ejemplo de integración social a través del deporte lo encontremos en la organización de competiciones para discapacitados físicos y sensoriales, que tienen su máxima manifestación en la celebración de los Juegos Paralímpicos, en los IX Juegos celebrados en Barcelona el eslogan de "Deporte sin límites", fue muy significativo en cuanto a la integración social porque por un lado "dio énfasis a la variedad de limitaciones superadas por tantos individuos y fue un reconocimiento de todos aquellos que se propusieron un reto y fueron capaces de participar en el deporte de alto nivel, señalándose la necesidad de seguir luchando por la conciencia social en todo el mundo, con el objeto de conseguir la integración de los ciudadanos impedido a través del deporte y las actividades de alta competición., por lo que la realización de estos juegos Paralímpicos han servido para realizar pruebas excepcionales para la superación de difíciles barreras y graves limitaciones, como ocasión única y trampolín hacia la realización de las personas, así como escenario abierto sobre el que mostrar niveles importantes de entusiasmo, energía, confianza, audacia, coraje, habilidad y destreza.
En la actualidad debido a la gran importancia que ha adquirido el deporte como
fenómeno social cualquier acto violento cobra una importancia y una repercusión inigualable a tiempos anteriores pero es indudable que en nuestros tiempos el deporte es mucho mas civilizado que en épocas anteriores. Ejemplos de ello son las competiciones que se llevaban a cabo en la antigua Grecia como el Pancracio en el cual estaba todo permitido excepto meter los dedos en los orificios corporales y la actitud del publico debía ser controlada.
Sin embargo la problemática de la violencia vinculada a los espectáculos deportivos no es novedad, pues esta ligada directamente ligado al consumo de estupefacientes, lo cual ha provocado un aumento del número y del grado de violencia de estos episodios, los que son en todos los casos repudiados por toda la sociedad
Partiendo de una definición muy amplia de violencia en el deporte, "infligir voluntariamente daños físicos o de otro orden a personas u objetos relacionados directamente con encuentros deportivos, pueden considerarse en detalle una serie de prácticas que implican violencia, no sólo física sino también psíquica y moral. Los juegos olímpicos de Berlín, 1936, estuvieron, por ejemplo, bajo el signo de glorificación del nazismo y de su ideología totalitaria y racista. Aunque entonces no se registraron víctimas, dichos juegos pueden considerarse como una manifestación de violencia, de modo similar al asesinato de atletas israelíes durante los Juegos de Munich de 1972.
La palabra "violencia" designa casi siempre contactos físicos inaceptables, la infracción de las reglas que llega hasta la agresión fuera del terreno de juego. Por lo que la violencia es un fenómeno muy complejo, que podría entenderse como toda expresión de fuerza mediante la cual se amenaza o hiere a alguna persona, representando entonces una respuesta que se fundamenta en el miedo e impone el criterio del agresor, sometiendo por la fuerza la voluntad de los demás sin tomar en cuenta sus sentimientos o las consecuencias que se derivan de tales actos. Este modo es empleado para dominar o eliminar y es aplicable en contra de las personas en forma física, psicológica y/o ideológica, contra el ambiente o contra la propiedad, sin dejar de ver otros aspectos como las presiones sobre los árbitros, la corrupción, el doping, que daña la salud del deportista, son también formas de violencia. A la vista de estas acepciones cabría preguntarse si los riesgos sufridos como consecuencia de la violencia no se magnifican a causa de otros factores externos que no tienen relación directa con el deporte (factores políticos, sociales, económicos, culturales ) pero que constituyen un todo cuyas partes se afectan mutuamente.
El dictamen consideraba a los medios de comunicación culpables de las actitudes violentas debido "a la excesiva atención que en algunas ocasiones conceden a las muestras de este comportamiento vergonzoso". La Comisión creía que la lucha contra la violencia debía tener lugar en el contexto general de lucha contra la violencia creciente en la sociedad. Así mismo, para luchar contra la violencia en el deporte el dictamen apuntaba que era necesario, junto con la adopción de medidas de carácter represivo, abordar el tema a largo plazo de forma coordinada, estructurada e integrada, enfocándolo hacia una reducción de los niveles de tolerancia con respecto a la infracción de las normas y hacia un cambio de mentalidad de los jóvenes, de modo que estos adquieran una actitud de rechazo hacia la conducta violenta.
La directiva exigía que junto al enfoque represivo de la violencia en el deporte se ejerciera en la enseñanza y la educación una política social preventiva enfocada a difundir en la mentalidad de los jóvenes un rechazo hacia la violencia. Y sobretodo, dirigir a padres, educadores y profesores de deporte campañas informativas, que imbuyeran a la mentalidad pública en la necesidad del juego limpio en el deporte y en la sociedad en general.
En el campo deportivo se entiende la violencia como acciones efectuadas por un individuo o un conjunto de ellos, transgrediendo por la fuerza o por interpretación falsa de lo establecido o escrito en una ley o precepto, incluido en ello el comportamiento desleal, utilización ilícita de la fuerza, las trampas o violaciones de la reglamentación deportiva y todo aquello que, infringiendo el sentido de la norma, pretenda una obtención ilícita del triunfo.
La violencia deportiva se manifiesta de distintas formas y grados, dependiendo siempre de las circunstancias que rodean el acto deportivo y según la reglamentación, ya que en algunos casos, como el boxeo, el karate y el judo, entre otros; no sólo se permite la agresión física sino que también se le estimula y es condición necesaria para la obtención de la victoria, manteniendo siempre un límite de control a través de ciertas reglas que impiden que el enfrentamiento alcance una violencia desproporcionada. Con el deporte ocurre como en cualquier otra situación en la que se producen enfrentamientos de intereses, los actos de violencia pueden estallar con mayor o menor frecuencia y con mayor o menor intensidad dependiendo de variados factores culturales y sociales.
Siendo la violencia en el deporte un fenómeno social sumamente complejo, desde el punto de vista de las interacciones sociales y el comportamiento de las masas, pueden ser diversas y variadas las causas que la motivan y promueven. Puede decirse, en forma muy general, que al desplazarse el público en las competiciones deportivas dentro de unos límites de permisibilidad mucho más amplios, al motivársele para lograr motivación e identificación, así como al encontrarse en un juego en el que las tensiones entre grupos están a punto de explotar, nada tendría de raro que a menudo pierda el control, comportándose de una forma que acarrea lesiones a otras personas y cosas que lo rodean.
Estas manifestaciones de violencia se pueden apreciar con mayor facilidad entre las disciplinas más populares, en donde se tiene un desplazamiento de funciones de la sociedad hacia el deporte, causando una sobrecarga de atribuciones que antes eran desempeñadas por otras instituciones. Cuando esos choques adquieren una mayor relevancia, mucho más allá de las reglas del juego y la brutalidad se hace constante, entonces se transforma en un hecho eminentemente violento. En respuesta a esto y con la finalidad de controlarlo, en los deportes altamente combativos e incluso violentos (como el rugby, el fútbol y el boxeo) que son rituales de lucha, el empleo de la fuerza física se limita por reglas y convenciones, para ser controlado de manera inmediata por funcionarios como los árbitros
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