La Xenofobia En C.R

La xenofobia

La xenofobia es el miedo, hostilidad, rechazo u odio al extranjero, con manifestaciones que van desde el rechazo más o menos manifiesto, el desprecio y las amenazas, hasta las agresiones y asesinatos. Una de las formas más comunes de xenofobia es la que se ejerce en función de la raza, esto es el racismo.

Al margen de su consideración ética, la xenofobia también es un delito. Numerosos Estados tienen tipificadas como delito las conductas racistas y xenófobas

La diversidad de la especie humana es nuestro mejor patrimonio. Entre otros bienes, produce diferentes culturas, diferentes conocimientos; conocimientos que no se habrían producido, por lo que no tendríamos acceso a ellos, de no existir tal diversidad. La humanidad sería muy limitada sin esa diversidad y, paradójicamente, produce discriminación y exclusión así como, del mismo modo paradójico, el mestizaje implicaría el fin de dicha diversidad.

El mundo no es una serie de compartimentos estancos y una de cada 35 personas es emigrante, siendo la migración uno de los fenómenos sociales más importantes de nuestra era (y, quizá, también uno de los más importantes de nuestra evolución).

Probablemente las raíces de la xenofobia se encuentren en nuestra hominización. La organización tribal conllevaría enfrentamientos y probables exterminios entre tribus vecinas. El sentimiento xenófobo, la prevención frente al extranjero, así, sería un rasgo evolutivo arcaico. Con la formación de sociedades amplias y permeables y el trasvase de información entre estas sociedades, veríamos al extranjero como portador de esa información y conocimiento. En nosotros coexistirían ambos arquetipos: negativo y positivo;12estando en nosotros la racionalización y contención del sentimiento xenófobo, el miedo al diferente, que podría ser innato, reminiscente de nuestra historia evolutiva (lo que justificaría su difícil erradicación y la fácil asimilación de los discursos xenófobos y racistas).

Causas de la xenofobia en Costa Rica

Las relaciones con Nicaragua han sido de particular importancia, especialmente dada la dramática crisis económica y al polarización política experimentada por la población . Estas duras condiciones han obligado a emigrar a miles de nicaragüenses.

En Costa Rica, el panorama no es muy alentador para los inmigrantes tampoco. Si bien el Estado costarricense provee de una serie de ventajas con políticas no excluyentes a las distintas nacionalidades migrantes que se encuentran en el país –como salud y educación-, por otro lado tiene una carencia importante de controles, planes de acción y campañas de concientización que ayuden a minimizar el impacto migratorio en la sociedad civil.

Así como es importante tomar en cuenta el difícil pasado que ha tenido Nicaragua para entender ese fenómeno migratorio, de la misma manera no hay que perder de vista el hecho de que su historia reciente tampoco le ha hecho justicia a su pueblo. Al inicio de los años 90 Nicaragua tuvo que ajustarse de manera inmediata a una nueva realidad mundial en donde, mediante lentas pero constantes reformas, iban saliendo de la sombra de un gobierno dictatorial, del fracaso de la revolución socialista y de la aguda crisis de los 80; mientras la economía de mercado y el rápido alcance de la globalización imperaban en la época.

Por más de veinte años, miles de nicaragüenses han salido de su país en búsqueda de una mejor calidad de vida, perseguidos por una historia de conflicto armado, ingobernabilidad política, poca participación en los procesos democráticos, la insatisfacción de necesidades básicas y las catastróficas consecuencias de la naturaleza. Los principales destinos de estos desplazamientos son Estados Unidos, en primer lugar, y Costa Rica, en segundo.

Esta emigración se caracteriza por ser de tipo económica, la cual aporta una importante cantidad de mano de obra en diversos sectores de la sociedad como el servicio doméstico, la seguridad urbana, la recolecta de productos agrícolas y la albañilería. No obstante, fruto de una serie acontecimientos que se han dado en los últimos años, se ha ido desarrollando un sentimiento de xenofobia hacia los nicaragüenses que van desde “simples” chistes y choteos de otro tipo, hasta incluso la violencia física y el maltrato. Esta situación está haciendo eco en las relaciones bilaterales de ambos países, pero además está siendo causa de preocupación a nivel internacional en materia laboral y de protección de los derechos humanos, principalmente.

Para finales de la década de los 90, la situación por la que pasaba Nicaragua obligó a miles de personas a desplazarse con sus familias hacia Costa Rica; tanto que, al año 2000 se calculaban alrededor de 220,000 nicaragüenses que residían legalmente en el país. Ese “boom” migratorio, marcó el inicio del desarrollo de un sentimiento xenofóbico en muchos costarricenses, el cual circulaba alrededor del impacto que representaba este grupo en distintos sectores como el laboral, salud, seguridad y educación.

Específicamente para Costa Rica, los emigrantes que aquí se asientan son atraídos por la estabilidad política,

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