La trascendencia histórica y doctrinal de Gaudium et Spes

FORMACION HUMANISTICA 4 GAEDIUN ET SPES

La trascendencia histórica y doctrinal de Gaudium et Spes

La Constitución Pastoral Gaudium et Spes es el documento del Concilio Vaticano II, que ha adquirido la mayor y más significativa resonancia en la historia reciente de la Iglesia, erigiéndose en una de las ineludibles fuentes inspiradoras de la enseñanza eclesial y de su apostolado social.

San Juan Pablo I participó en la redacción del documento (el inicialmente llamado “esquema XIII”), por un singular designio de Dios ha sido el Papa que debió interpretar y aplicar Gaudium et Spes en el tiempo posterior al Concilio. Su participación, fue muy constructiva. Su gran experiencia conciliar se centra en la elaboración de ese texto, para el que estaba muy bien preparado por su propio pensamiento filosófico. Ese documento, que es el texto más dinámico y avanzado del Concilio, se ha convertido en una especie de máxima de su propia vida.

las dos síntesis contemporáneas más relevantes del pensamiento cristiano, como el Catecismo de la Iglesia Católica y el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, se inspiran ampliamente en la Gaudium et Spes para exponer sus principios de reflexión, sus criterios de juicios y sus orientaciones para la acción sobre las cuestiones temporales.

II.- Algunas interpretaciones ajenas al propio texto

para algunos autores, Gaudium et Spes señalaría el “momento” en el que el Magisterio de la Iglesia habría abrazado una nueva metodología inductiva para relacionarse con el mundo, dejando atrás la que hasta entonces habría sido la utilizada, que sería de índole deductiva. Ya no se deducen consecuencias partiendo de unos principios abstractos, sino que se comienza por observar la realidad en la que se llegan a descubrir, con la ayuda de esas enseñanzas, unas potencialidades evangélicas transformadoras. este cambio metodológico no es algo meramente técnico. Se desprende de la naturaleza misma de la Iglesia que se define, no como una realidad absoluta, sino por su presencia salvadora en el mundo.

Otros, sostienen que Gaudium et Spes, sería el vehículo que expresaría un cambio sustancial en la enseñanza de la Iglesia que habría operado el Concilio, marcando un antes y después,  por ejemplo, Schillebeeckx afirma que el concilio fue un compromiso. Por una parte, fue un concilio liberal, que consagró los nuevos valores modernos de la democracia, de la tolerancia, de la libertad, introdujo, en efecto, un nuevo método para hacer teología. La Iglesia observa al mundo y descubre la presencia de Dios.

San Juan Pablo II, enseña que “la Nueva Evangelización no consiste en un ’nuevo evangelio’, que surgiría siempre de nosotros mismos, de nuestra cultura o de nuestro análisis sobre las necesidades del hombre. Pues eso, no sería ‘evangelio’, sino pura invención humana, y la salvación no se encontraría en él. Ni la misma consiste en retirar del Evangelio todo aquello que parece difícilmente asimilable por la cultura contemporánea. No es la cultura la medida del Evangelio, sino Jesucristo la medida de toda la cultura y de toda obra humana. No, la Nueva Evangelización no nace del deseo de ‘agradar a los hombres’ o de ‘procurar su favor’,

sino de la responsabilidad por el don que Dios nos hace en Cristo, por el cual tenemos acceso a la verdad sobre Dios y sobre el hombre y a la posibilidad de vida verdadera.

Advirtiendo los riesgos de una interpretación rupturista de las enseñanzas conciliares, San Juan Pablo II, señalaba: “Sin dudas, muchas cosas han cambiado por obra del Concilio. Queremos, no obstante, evitar aplicar este esquema fácil de una manera simplista. Es normal que mostremos las aportaciones nuevas: no valía la pena llevar a cabo un trabajo de esta índole, si no hubiese traído como resultado una renovación. Pero en la renovación de ideas y de instituciones la ley de la existencia es la continuidad, y por lo tanto la identidad profunda. En ningún momento han experimentado los Padres la sensación de que se encontraban de ahora en adelante en otra Iglesia. La Misa renovada es exactamente la de siempre. Hay un catolicismo rejuvenecido y abierto, pero no un neocatolicismo.

III.- Estructura del documento:

Para no caer en interpretaciones erróneas de Gaudium et Spes, es necesario reconocer que nuestra lectura del documento “no puede estar determinada por lo que nosotros quisiéramos que el Concilio hubiera dicho, sino exactamente por lo que el Concilio ha dicho“. Para ello, lo primero que tenemos frente a nuestros ojos es la estructura del texto que se abre con una introducción y luego expone su enseñanza en dos grandes segmentos, los que sin embargo se iluminan uno a otro y deben ser leídos y entendidos conjuntamente. En la primera parte la Iglesia expone su doctrina del hombre, del mundo y de su propia actitud ante ambos. En la segunda parte considera con mayor detenimiento diversos aspectos de la vida y de la sociedad actual y particularmente ciertas cuestiones y problemas que hoy son más urgentes en esta materia.

IV.- Los límites de Gaudium et Spes

no es una “suma” o “síntesis” definitiva e intocable de las verdades católicas sobre lo temporal. Siendo de consulta y estudio ineludible, no debe pensarse que todos los problemas que sacuden al hombre y la sociedad están enunciados y resueltos en Gaudium et Spes.

en la Conclusión, luego de haber desarrollado la totalidad de sus enseñanzas, Gaudium et Spes expresa que “ante la inmensa diversidad de situaciones y de formas culturales que existen hoy en el mundo, esta exposición, presenta deliberadamente una forma genérica; más aún, como más de una vez trata de materias sometidas a incesante evolución, deberá ser continuada y ampliada en el futuro.

Cristo, eje central de su trama doctrinal

el eje doctrinal sobre el que gira toda la trama de las enseñanzas, lo constituye la presencia de Cristo y su Evangelio como fuente nutricia e irrigadora. El propio documento lo proclama desde el inicio: “No impulsa a la Iglesia ambición terrena alguna. Sólo desea una cosa: continuar, bajo la guía del Espíritu, la obra misma de Cristo, quien vino al mundo para dar testimonio de la verdad, para salvar y no para juzgar, para servir y no para ser servido

En la Exposición Preliminar, se expone “la situación del hombre en el mundo de hoy” (nº 4 al 10), mostrando sus esperanzas y temores, los profundos cambios sociales, psicológicos,

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