Las supersticiones, la religión y los habitos

Las Supersticiones

Diego Buitrago Camargo 8A

Índice:

Preámbulo:        3

Pregunta Problema:        3

Objetivos:        3

     a.        Objetivo General:        3

     b. Objetivos Específicos:        3

Introducción:        4

Marco Teórico        6

“Creación, Alteración e Influencia en los Hábitos”        6

“Supersticiones y Religión”        8

“Efecto de las supersticiones en la sociedad”        10

Análisis de Datos y Encuestas        11

Conclusiones        14

Preámbulo:

Pregunta Problema:

¿Qué tan común es la creencia en las supersticiones en un adulto promedio y cómo esto se puede relacionar con la religión católica, la alteración de costumbres y los cambios en la sociedad?

Objetivos:

1. Objetivo General:

1. Analizar, interpretar y exponer los datos recogidos del estudio acerca de las supersticiones, para relacionarlos entre si con postulados, y con información verídica y/o de importancia en el tema, para finalmente resolver la pregunta problema, y compilar las conclusiones y conjeturas en un informe imparcial que expanda el manejo del tema del lector y le aclare dudas respecto a este.

b.   Objetivos Específicos:

1. Realizar un estudio por medio de encuestas, a una población adulta, acerca del tema en manejo: Las Supersticiones, donde se pueda evidenciar la opinión de dichos encuestados respecto al tópico y se hagan claras relaciones entre las respuestas de estos, para posteriormente recopilar, analizar e interconectar los resultados en un informe completo.  

1. Analizar diferentes perspectivas del tema, de personas e instituciones influyentes en el mismo, tomando información de estudios, entrevistas, informes, entre otros recursos, para así establecer un marco de referencia que ayude a la solidez del análisis de datos.

1. Compilar y tabular los resultados del estudio digitalmente, para así analizarlos e interconectarlos con la información y las propuestas antes recopiladas, y así establecer conjeturas.

1. Reunir los resultados, y las conjeturas hechas a base del análisis de estos, en conclusiones objetivas que den respuesta a la pregunta problema propuesta inicialmente

Introducción:

Las supersticiones están presentes en nuestro día a día, en casi cada evento o situación a la que estamos expuestos y somos espectadores, sin embargo, para abarcar este tema, estoy obligado a definirlo «esto dejará clara cualquier duda previa que usted el lector tenga». Según la RAE (Real Academia de la lengua española) una superstición es una creencia que carece de fundamento ciertamente racional que pretende explicar un suceso, atribuyéndole una explicación sobrenatural más allá de lo explicable por cualquier ciencia. De esta forma categorizamos una persona como supersticiosa, cuando constantemente hace uso de estas creencias para predecir o explicar eventos que sucederán o sucedieron, y así darles un sentido.

Las supersticiones pueden ir de pequeñas ideas, a grandísimos conjuntos de creencias como la religión, «tema del que hablaré posteriormente en el marco teórico». Normalmente cuando escuchamos este término, solemos asociarlo con creencias absurdas o carentes de sentido, pero muchas veces hacemos uso de estas sin darnos cuenta, de maneras muy leves. Por ejemplo, cuando nos encontramos un billete o moneda en la acera, o cuando en nuestro día suceden muchas cosas buenas, usualmente asociamos estos sucesos a la buena suerte, y es más, usualmente solemos relacionar las cosas muy buenas que nos pasan, a un ente o a algo más allá de lo material que influye en nuestras vidas. Todas estas creencias conforman el gran mundo de las supersticiones, que, aunque no parezca, puede influir de gran forma en nuestras ideas y acciones.

Para explicar completamente las supersticiones podemos partir de dos ideas simples pero muy presentes en este tema: la buena y la mala suerte. El hombre, como ser racional, desde los tiempos de la antigua Grecia se ha visto preocupado por su futuro: lo que le espera y lo que le depara, y como esto se puede relacionar con sucesos del pasado. Una alternativa favorita para explicar esto es la superstición de la denominada suerte; con esta, solemos asociar y explicar un conjunto de sucesos malos que ocurren en nuestra vida como mala suerte, y un conjunto de sucesos buenos y amenos como buena suerte, esto además nos conduce a creer en otras supersticiones. Por ejemplo, cuando según la creencia “llevamos un día de buena suerte” podemos relacionar esto a algo que hayamos hecho o la presencia de un objeto en nuestro día: si el día que sacamos muy buenas notas, llevábamos cierto reloj, empezaremos a considerar este reloj como un objeto de “buena suerte”, y por más leve que parezca, la situación que conllevan las supersticiones puede llegar incluso a afectar y a influenciar nuestras acciones. Continuando con ejemplo anterior; si dicho reloj es de “buena suerte” ahora probablemente empezaremos a usarlo en ocasiones muy importantes, o peor, siempre, porque según nuestra creencia, solo llevar el reloj, nos asegurará un buen día.

 Esto nos permite evidenciar lo profundas y densas que pueden ser las supersticiones, ¡pudiendo incluso generar patrones en nuestras vidas! O aún más, convertirse en creencias que pueden entrar en las vidas de muchas personas, y alterar hábitos, costumbres, pensamientos, ideologías, etc. que más tarde harán parte del diario vivir de estas personas.

Las supersticiones como nos dimos cuenta, no son cualquier cosa, y son un tema abierto a tratar de muchas maneras, pero en este informe, me voy a enfocar en como las supersticiones se entrañan en nuestras costumbres como pude explicar con el ejemplo anterior, donde empezando con una simple y pequeña idea, se pueden establecer grandes premisas que influyen en nuestro diario vivir; nos enfocaremos también en como las supersticiones pueden formar una gran estructura: la religión, que a base de estas ideas, construye un modelo moral que altera la vida de sus creyentes, en este caso especializándome en la religión católica. Pero no hay que dejar de lado la actualidad, cuya formación se remonta a un proceso de grandes y pequeños acontecimientos en la historia, donde por supuesto se sitúan las supersticiones; veremos qué tan comunes son estas, comparadas a hace algunos años por medio de un pequeño estudio, a adultos del común y como se pueden relacionar los resultados de este con una gran pregunta ¿Somos más escépticos que antes?

Para dar contexto al estudio, se hará una compilación de datos e información relacionada con el tema, que por supuesto nos ayude a construir las premisas de las cuales partirá el análisis de este «información que se recopilará en un marco teórico».

Así en este informe, partiremos de la idea de las supersticiones, y a base de esta, construiremos grandes preguntas cómo ¿Afectan las supersticiones nuestro diario vivir? ¿Se pueden relacionar las supersticiones con la religión católica? ¿Afectan las supersticiones la sociedad? Y todas estas preguntas las desmenuzaremos de una gran pregunta principal: ¿Creemos verdaderamente en las supersticiones?

Marco Teórico

“Creación, Alteración e Influencia en los Hábitos”

Como vimos anteriormente en la introducción con el ejemplo del reloj, las supersticiones pueden alterar o crear hábitos y costumbres en cada individuo, (en el caso del reloj, se creaba la costumbre de llevar el reloj a los eventos importantes), influenciando en gran forma la manera de actuar de las personas, aquí abarcaremos esta influencia, como funciona y como genera patrones en nuestra vida diaria.

En este caso, dividiremos el efecto que tienen las supersticiones en nosotros en dos: la creencia supersticiosa y el comportamiento supersticioso. Un informe publicado por la universidad turca de Batman en 2016 (1), describe a estas dos divisiones como una consecuencia la una de la otra: “Superstitious behaviors occur generally after a superstitious beliefs.” Los comportamientos supersticiosos ocurren generalmente después de una creencia supersticiosa” De esta manera, podemos hacer una línea del tiempo de como una superstición pasa a ser un hábito o una costumbre:

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Empezamos con un evento, el cual explicamos por medio de las supersticiones, siguiendo con el ejemplo inicial este sería el hecho de que nos sacamos muy buenas notas cierto día, el cual explicamos por medio de la suerte «la cual es una superstición como se dejó claro en la introducción» (en este caso a esta superstición se le considera como la creencia supersticiosa). Posteriormente el individuo pasa a relacionar esta superstición que el mismo formó, con un objeto o con una acción, que hizo posible su suerte, en nuestro ejemplo este objeto sería el reloj, el cual casualmente estábamos usando el día en el cual la suerte se hizo presente. De esta forma, le apropiamos al reloj (o a la acción u objeto en cuestión) una propiedad evidentemente supersticiosa, en este caso, le damos al reloj la propiedad de ser de buena suerte. Finalmente, cuando todo esto sucede, es cuando verdaderamente las supersticiones entran a nuestra vida (apareciendo así los comportamientos supersticiosos); dada la relación que hicimos entre las dos supersticiones, se genera un hábito, una costumbre en nuestro diario vivir que difícilmente será alterada. En nuestro caso del reloj, una vez le asociamos a este, la propiedad de la buena suerte, lo empezamos a usar más seguido, creando un hábito que, según nuestra creencia, nos beneficia.

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