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Lingüística


Enviado por   •  21 de Abril de 2015  •  1.678 Palabras (7 Páginas)  •  132 Visitas

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Hablando de la lingüística como una ciencia, no lidiare con asuntos técnicos, pero, presumiendo sobre su paciencia, especularé acerca del servicio que debería brindarle el estudio del lenguaje a las ciencias que tratan sobre el humano, para los estudios humanistas igualmente, y para nuestra visión de mundo. Si en algún sentido represento a la lingüística en general, debo añadir que aquello comparte muy poco con lo que yo daré a conocer. Incluso los métodos científicos de la lingüística los cuáles doy fe de que estan siendo atacados—equivocadamente, en mi opinión— por algunos académicos del lenguaje.

La lingüística es hoy en día un punto de crecimiento en la ciencia. Al menos en este, hay consenso. Edward Sapir, un excelente académico que estaría en desacuerdo con todo lo que diré esta noche, en el último número de Lenguage(5[1929],213): "...está claro que el interés por el lenguaje a estado trascendiendo de los círculos estrictamente lingüísticos. Es inevitable, que para el entendimiento de los mecanismo del lenguaje sea necesario el estudio tanto de problemas históricos como los problemas del comportamiento humano."

La pregunta es cómo interpretamos este aumento del interés por el lenguaje. Permítanme establecer mi propia interpretación<>: Creo que en un futuro cercano—en las próximas dos generaciones, digamos—la lingüística será uno de los principales sectores de la ciencia avanzada, y que en este sector la ciencia ganará a través del entendimiento y el control de la conducta humana.

En los campos de la física y la biología, por un tiempo la ciencia ha estado trabajando con gran éxito, otorgándonos gran poder.

En el campo de la antropología—qué es, el estudio de las actividades supra-biológicas del hombre— la ciencia ha fracasado. En nuestro universo el hombre en sí mismo es el factor en el cuál la ciencia no tiene el menor entendimiento ni el menor control científico.

Lo verídico de este contraste y su carga <trágica> aparece solo en el hecho que nuestros logros en las ciencias no-humanas nos hacen bien, porque no podemos entender ni controlar sus consecuencias en lo humano. Fabricamos poderoso motores, pero no tenemos cómo decidir quién los usará, y los hemos visto usados para nuestra propia destrucción.

Podemos evitar el sufrimiento y alargar nuestra vida, pero la fruición de estos poderes es distribuida por medios como el peligro de apostar.

Si examinamos, ahora, la fórmula con la cual la ciencia ha sido exitosa y la comparamos con la formula que usamos para los asuntos humanos, encontramos un contraste significativo. Los físicos y biólogos no se conforman con fórmulas teleológicas. Teolelogía es una forma de decir que las cosas pasan porque hay una tendencia a que pasen.<...>. Físicos y biólogos, hace rato cesaron de aceptar tales pseudo-explicaciones teleológicas, habiendo reconocido que es una mera y rotunda declaración del evento. Es solo cuando lidiamos con el humano que nos encontramos satisfechos por las formulas teleológicas: los hombres hacen cosas porque "quieren" o "eligen" o "tienen una tendencia a hacerlo". Repetimos este discurso, sin problema, sobre cualquier evento humano, y sigue tan <inexplicado> e inútil a como estaba antes.

Nos mantenemos en el sueño primitivo de la droga del animismo.<...> cómo cuándo un salvaje explica que una tormenta es causada por un hombre invisible que la dirige. <...>El salvaje solo está replicando el absurdo al explicar que los actos de los animales y la personas están controladas por un doble impalpable e invisible y no por el animal/persona visible o palpable. En este punto Albert Paul Weiss publicada un bello ensayo en la Revista Psicológica en 1919(26,237). Cuándo lidiamos con el hombre no hemos salido del punto de vista animista. A pesar del hecho de que los resultados medidos de la actividad humana(digamos, test de peso, test de metabolismo) nunca chocó con las condiciones físicas, insistimos que cada humano, si no en cada parte de su cuerpo, tiene un doble supra-físico invisible, un "alma", un "espíritu", una "mente", "voluntad", "conciencia", y como no, la que determina las acciones del hombre. Convenientemente, claro, porque aquel doble invisible no es el sujeto que la ciencia ha indicado como responsable del resto de los eventos del universo. Con facilidad casi mágica para cualquier hecho que suceda, el animismo nubla cada problema y nos obliga a aceptar nuestra ignorancia e inutilidad en el plano humano.

Y si fuera posible transferir los métodos de las ciencias biológicas y físicas al estudio del hombre, lo habrían hecho hace años. La mirada monista de las cosas—sin importar si lo llamamos materialismo o idealismo—que está implícito en cada trabajo científico, es tan vieja como nuestra civilización. Hemos fallado no en la ausencia de una hipótesis qué equipare al hombre con el resto del universo, sino que en la ausencia de una hipótesis(fuera del animismo) que funcione para los <problemas> del hombre. Es cierto que las acciones del hombre involucran un factor que no está presente en las acciones de los animales y las plantas, así como están involucran un factor que no está presente en las acciones de

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