“Los Reality Show y su vinculación con las audiencias juveniles, deformación de la visión de la sociedad: “Mundos Opuestos” (2012)
yerko.niEnsayo24 de Junio de 2019
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Ensayo Funcionalismo y Comunicación:
“Los Reality Show y su vinculación con las audiencias juveniles, deformación de la visión de la sociedad:
“Mundos Opuestos” (2012)
Alumno: Yerko Flores.
Profesor: Claudio Salinas.
Los reality shows son programas televisivos que en a la actualidad han tomado mucha fuerza entre las audiencias sobre todo juveniles. Sabemos que la televisión despliega influencia, en mayor o menor medida, sobre sus audiencias, de alguna manera este medio de comunicación genera a través de sus imágenes, una forma de concepción de la realidad.
El primer reality show en la televisión chilena fue emitido hace ya 12 años, de nombre “Protagonistas de la fama”, emitido el año 2003 por Canal 13, desde este punto empezó el crecimiento exponencial de este tipo de formato. A lo largo de los años su preponderancia frente al público chileno, ha generado números rentables, en su mayoría, para las diferentes casas televisivas. “Los reality shows televisivos son definidos como espectáculos de convivencia entre actores no profesionales que reaccionan de forma espontánea, intentando superar y sobrevivir a sus oponentes mediante una competencia permanente y expuestos ante la mirada de unas cámaras ubicadas de manera estratégica.” (Francisco Perales Bazo, 2011: 121)
En el presente ensayo se tratará de demostrar que los reality shows afectan la visión de la sociedad a los ojos de las audiencias sobre todo juveniles ya que, estos muestran una realidad totalmente armada y maqueteada, que más que representar, simulan una realidad. De la misma manera se tratará de explicar porque estos espacios televisivos son tan consumidos por la audiencia, desplazando muchas veces a otros formatos como las teleseries y los estelares, de la misma manera se demostrará que los reality shows presentan acciones que no deberían tolerarse en televisión, como la violencia tanto física como psicológica, la xenofobia, la homofobia, entre otras ya que, este medio de comunicación llega a diferentes públicos, afectando en mayor medida a las audiencias que están en proceso de creación de su personalidad. “La vida humana no es como un jarrón, una alocución política, un partido de fútbol o un disturbio callejero, y no está nada claro en qué consiste su unidad ni su sentido. ¿Cómo interpretar entonces el uso que hacen los realities de ciertos ritmos y hechos menudos de la vida diaria?” (Leonardo Ordóñez Díaz, 2005: 50).
Me centrare en un reality en específico para así poder demostrar con ejemplos más concretos mi hipótesis, el programa pilar de este ensayo será “Mundos Opuestos”, emitido por Canal 13 el año 2012.
1. Realidad simulada y aspectos de los reality.
Los reality no son una representación de la realidad, ya que no tienen similitud con géneros que si no hacen como la teleserie, sino más bien son una simulación de la realidad creada por productores, con personas que se supone no son manejadas por nadie, en la cual no siguen ningún guion, acción que se sabe no es tan real.
“A pesar de los riesgos implícitos en el intento de convertir la realidad en espectáculo, el éxito de los realities en materia de rating es indudable. Los críticos suelen explicar este éxito apelando a tres características del género: hibridación, interactividad y realismo.” (Leonardo Ordóñez Díaz, 2005: 50).
La hibridación se refiere a la unión entre distintos géneros televisivos los cuales son conjugados en el reality, lo que genera un género flexible que se adapta muy fácil a los cambios.
En segundo lugar, está la interactividad, la cual se expresa como el “poder” que tienen las audiencias de relacionarse personalmente con el programa, acción que se materializa en la votación telefónica o a través de alguna aplicación móvil, operación que conlleva un beneficio (inmunidad para ser eliminado, comida, actividades extra, etc.) o un prejuicio (la eliminación del programa, la nominación para ser expulsado, etc.), para el participante del programa.
El último punto, el realismo, es el más importante y el que hace que las otras dos características anteriores tomen forma ya que, estos programas se jactan de mostrar la realidad tal cual, los hace atractivos para las audiencias. “Más allá de la función espectacular -el convertir la realidad, hasta la más íntima, en un gran show- se da aquí una función especular: el presentarle al público un espejo en el que contemplarse, en una relación que oscila entre el narcisismo y el voyeurismo” (Imbert, 1999: 5). Se podría decir que en la actualidad existe un imperialismo por parte de los medios audiovisuales un afán por querer ver sin límites, que nada se escape a la mirada del espectador, por esto se puede decir que la relación actual de la televisión es de voyerismo con los “personajes televisivos”. (Imbert, 1999: 5).
“Las principales ofertas de los reality shows están compuestas por: la exaltación del drama y las miserias humanas, la participación activa del público, la pérdida de intimidad de los personajes que lo componen, la mezcla de diferentes formatos, etc.” (Cynthia Cabrejos, 2007: 5).
- Hiperrealismo televisivo
“La realidad que el reality transforma en espectáculo consiste ante todo en vivencias espontáneas; la espontaneidad de las vivencias es presentada a su vez como verdad, como la desnuda verdad de la vida diaria” (Leonardo Ordóñez Díaz, 2005: 52), en este punto radica la “autenticidad”, de la cual se jactan los reality shows, realismo que está muy alejado del literario y por cierto de las telenovelas. De alguna forma gracias a tratar de demostrar este hiperrealismo en la pantalla se llega, muchas veces, a denostar a los participantes de estos programas, llevándolos a situaciones límites que caen en lo absurdo. Los reality show son programas que denigran a los participantes de estos, exponiéndolos a situaciones ridículas y de gran stress.
“Esta nueva forma de actuar ha dejado definitivamente claro que la televisión ya no es (si es que alguna vez lo fue) un espejo de la realidad. La nueva televisión no habla de algo exterior; habla de sí misma y de las cosas que produce.” (Wenceslao Castañares, 1995: 113). De alguna manera la televisión ha ido creando una sociedad de sí misma, adoptando muchas veces un lugar de autenticidad y no de verdad, para la televisión no es necesario que un hecho sea verdad sino más bien que este sea autentico a la mirada del espectador, por ello se acude a acontecimientos de la vida diaria, dejando de lado lo “anterior”, para así dar cabida a la creación de un espacio que se maneja por si solo y que las personas dentro de estos van generando la pauta, obviamente muchas veces manejada por productores, razón que los muestra como un espejo de la realidad que no se muestra normalmente.
“En este régimen de proximidad absoluta todos están obligados a entregar su secreto. La divisa adoptada por el reality show parece ser: « ¡Sentimientos fuera!» En él todo debe ser emoción, lágrima, pesar, felicidad, rencor, desamor, culpa, arrepentimiento... Se introduce así en la estrategia de la aproximación uno de los procedimientos más eficaces para producir el efecto de realidad.” (Wenceslao Castañares, 1995: 112)
2. Seducción y poder de los realitys
Dentro de los realitys se trata de demostrar factores internos que afecten al espectador para así poder generar un tipo de sintonía con el “participante”, los cuales pasan a ser vistos como figuras públicas, que necesitan de la ayuda de las audiencias para superar sus problemas. “El corazón de la tele-realidad se sustenta en hacer públicas las emociones más íntimas” (Bazo, 2011: 127)
Uno de los principales factores internos que se encuentran en los realitys es la emocionalidad, con la cual se busca mostrar al espectador las diferentes emociones que puede sentir el ser humano en una sola escena o capitulo, para así de alguna forma romper la pared entre la realidad y la ficción. “Mientras otros modos de hacer TV admiten límites entre el mundo vivido y el mundo mediático, la tele-verdad busca eliminarlos”. (Rocha, 2009:3).
Gracias a esto las audiencias se sienten implicadas, lo que lleva a querer saber más sobre la intimidad del personaje, puesto que se convierten en cómplices de los actos de estos.
Un claro ejemplo sucedió en el reality “Mundos Opuestos” (2012), en el cual hubo un episodio en donde ingreso al programa la modelo brasileña Michelle Carvalho, para confesarle a su hasta entonces pareja el modelo José Luis “Joche” Bibbó, que lo había engañado con uno de sus amigos cuando él estaba en el “encierro”. El capítulo en el cual se mostró esta escena promedio un peak de 39.4 puntos de rating. Con esta escena se demuestra que los reality quieren atrapar al público desde una arista psicológica.
Por otro lado, los conflictos y las relaciones sentimentales entre los “participantes” son factores que también crean expectación sobre los espectadores. Hechos que tienen gran cobertura mediática, donde muchas veces son habladas dentro de otros programas del mismo canal y también de canales de la “competencia”. Estas situaciones muchas veces son parecidas a las mostradas en las ficciones televisivas, por lo que se puede entender que los reality han ido tomando el espacio de las teleseries dentro de las preferencias del público, “El melodrama o, mejor dicho, lo melodramático pondría en escena una serie de tensiones entre los sujetos de una modernidad latinoamericana escenificada con destiempos que escabulle una formulación meramente racionalista, única y dual (razón/pasión) y unas estructuras institucionales formales que intentan emplazarlos, definirlos y explicarlos” (Claudio Salinas, 2014: 2). Como expresa Salinas, se podría entender que esta catarsis, en la actualidad, estaría más expuesta, y no tan solo guiada por la ficción, sino más en cercanía a la telerrealidad, ya que estas tensiones generadas en el público son más fidedignas, para el espectador, en los reality shows.
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