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Los Trastornos Alimenticios En La Sociedad (sociologia)


Enviado por   •  16 de Octubre de 2013  •  3.282 Palabras (14 Páginas)  •  1.480 Visitas

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INTRODUCCION

El descontento con la imagen corporal de uno mismo afecta al 85% de la población joven femenina y al 40% de la masculina.

Existen tres manifestaciones que afectan a la problemática alimenticia: el temor fóbico a aumentar de peso, la imagen corporal propia distorsionada y, como resultado, el sometimiento a una dieta severa, realización de ejercicios de forma convulsiva, alteraciones en la conducta social y otros, son los que constituyen los síntomas básicos de la Anorexia, una enfermedad, cuyos primeros relatos datan de la Edad Media y hasta hace pocas décadas compartía con otros trastornos, que afectan sobre todo a mujeres, la calificación de Enfermedad Misteriosa.

La preocupación por el tema de la belleza es algo que en alguna ocasión y de una manera u otra han padecido todas las mujeres. La cuestión es que, lo que en una época preocupaba tan solo a la juventud, hoy en cambio, es algo que permanece durante toda la vida. Sin embargo, una cosa es que haya inquietud y otra bien distinta que se convierta en un problema, y tememos que, al menos en nuestra generación sea más un problema que una inquietud.

Es difícil poder explicar el origen de la Anorexia, debido a que dicho trastorno está provocado por múltiples factores, lo que significa que existe una combinación de causas sociales, individuales y familiares que desempeñan un papel importante en el desarrollo y mantenimiento, no solo de este trastorno sino de cualquier trastorno de la alimentación existente en la actualidad. Incluso más que considerarles como factores causales definidos y diferentes, lo mejor sería verles como factores que pueden hacer a una persona más vulnerable a desarrollar un trastorno alimenticio.

Los trastornos alimentarios no afectan únicamente a la manera de comer, en realidad, se desarrollan como resultado de problemas en la percepción y en la forma en que una persona se ve a sí misma y en relación con su mundo, problemas que son causados por múltiples factores que se vuelven cíclicos y se realimentan a sí mismos.

Algunas personas se sienten incapaces de enfrentarse con éxito a las tensiones y retos de la vida diaria y si además concurren ciertos factores precipitantes o situaciones de estrés, el sujeto vulnerable puede elegir el camino de "hacer dieta" como la Solución a los problemas que le afectan. A continuación, los efectos de la desnutrición agravan los problemas subyacentes y agravan el problema de la alimentación.

En resumen, una persona está predispuesta o es vulnerable al desarrollo de un trastorno alimentario como resultado de una combinación de factores (sociales, individuales y familiares). El trastorno alimenticio se precipita por algún acontecimiento estresante o en un momento preciso del ciclo vital y luego se perpetúa por muchos de los factores causales originales, junto a los efectos del trastorno alimentario en si mismo. A continuación abordaremos profundamente los factores precipitantes.

LA SOCIOLOGÍA Y LOS PROBLEMAS ALIMENTICIOS

Factores socioculturales

LAS PRESIONES SOCIALES HACIA LA DELGADEZ

Lo que se conoce como la "Segundo Ola del Feminismo", es decir, el movimiento feminista surgido en los Estados Unidos y Europa durante los años sesenta y setenta, se inspiró en los principios de la izquierda y fue compañero de viaje del movimiento hippy. No es extraño, por lo tanto, que dicho movimiento fuese enormemente beligerante con el Mito de la Belleza. A la libertad sexual de esa época se sumaron otro tipo de libertades y entre ellas, estaba la de liberar nuestro cuerpo de cualquier tipo de ataduras: eliminación de sostenes y fajas, vestidos amplios que no marcan las líneas del cuerpo, calzado cómodo, fuera maquillajes, etc.

Los citados elementos no eran sino un testimonio de la opresión hacia la mujer, elementos hostiles a la libertad personal y ejemplo de represión El objetivo era llegar a ser lo más natural posible, ya que la naturalidad comportaba, además, la comodidad, por lo tanto…Veinte años después las cosas han cambiado mucho en nuestra sociedad y las feministas no han sido ajenas a ese cambio.

Según Naomi Wolf: "actualmente un conjunto considerable de mujeres posee más medios económicos que nunca, mas oportunidades y más derechos legales, pero en lo que hace referencia al nivel de satisfacción con nuestro propio cuerpo, quizás nos sintamos peor que nuestras todavía no liberadas abuelas".

Nuestras abuelas eran totalmente ajenas a esta inquietud. Entonces, y hasta hace bien poco, el atractivo físico de la mayor parte de las mujeres finalizaba al contraer matrimonio o con la maternidad, y el de las restantes con la menopausia. En nuestros días, afortunadamente, se han introducido nuevos elementos gracias a los cuales se ha producido una modificación sustancial en la percepción de nuestro cuerpo.

En la actualidad, ni el propio matrimonio ni la maternidad o la menopausia suponen una limitación equiparable a la que existía en otros tiempos. Las mujeres nunca han tenido un nivel de bienestar semejante al que hoy disfrutan, y no cabe la menor duda que eso tiene su influjo en el tema que estamos abordando.

En definitiva, vivimos la cultura del aspecto físico como nunca antes en la historia se ha vivido, con las consecuencias que ello produce en nuestra vida. Si hace veinte años, las feministas de la ideología izquierdista en general, lucharon en contra de conceder excesiva importancia a la presencia exterior, hoy, por el contrario, se puede afirmar que lo que prevalece es la apariencia física.

Todos y todas conocemos cuales son las trampas que entraña el Mito de la Belleza, no obstante, conviene recordarlo constantemente:

• Es Objetivo. El mito nos indica que la belleza es objetiva, que no se fundamenta en la subjetividad personal, sino en la imparcialidad y en la razón. En este ámbito no existe interés económico, ni ideológico, ni de ninguna otra especie. El mensaje tiene su base en la neutralidad.

• Es histórico. El mito actual no es algo que proviene de la moda, por el contrario siempre ha existido. Históricamente siempre se ha concebido mayor relevancia al cuerpo femenino que al masculino, de modo que la belleza ha sido considerada invariablemente como un atributo de la mujer. Sin embargo el modelo de belleza ha ido modificándose a través de la historia. - Nada es verdad, nada es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira.

• Con la Sexualidad y con el Amor. En esta cuestión lo que nos vende el mito es que cuanto más bella tanto más atractiva seré sexualmente, cuanto más bella más fascinante.

• Con la Salud. No cabe la menor duda de que los modelos de belleza actuales parecen más cercanos a la enfermedad que a la salud. Es el caso de la Anorexia. Y un nuevo dato: el 50% de las mujeres europeas sigue algún tipo de dita alimenticia sin consultar a su médico.

• No tiene Edad. Nadie ignora que el cuerpo va cambiando con los años y que lo que en un periodo de vida era beneficioso en otro puede ser perjudicial. Todos y todas sabemos que con la edad…, los productos que nos venden para conservar la juventud no sirven de nada, sin embargo, el afán de prolongar la juventud viene de muy antiguo. No obstante, no debemos olvidar la fuerza que otorgamos a la industria que se mueve a su alrededor.

Los Roles Sociales De Las Mujeres

Hoy en día a las mujeres se les bombardea con el mensaje de que deberían convertirse en "supermujeres". Además de tener un cuerpo perfecto, deben alcanzar el éxito profesional, tener un matrimonio ideal y ser unas madres modélicas. Estos objetivos propuestos a través de los Medios Audiovisuales no son realistas: mujeres delgadas, saludables, sexys, bonitas y exitosas.

Algunas mujeres llegan a pensar y desean tener todas estas cualidades y poder igualarse a estos prototipos de mujer moderna. Estos roles entran en ocasiones en conflicto con los nuevos roles de tener iniciativas y de ser capaces de satisfacer sus propias necesidades, provocando sentimientos de fracaso en algunas mujeres.

Mientras los hombres tienden a culpar a los factores externos de los fracasos y se apropian de los éxitos, las mujeres tienden a culpabilizarse de los fracasos y atribuyen los éxitos a factores externos; quieren que sus cuerpos sean como los modelos irreales de los anuncios y se culpabilizan si no lo consiguen, dañando indudablemente su autoestima. Con toda esta presión para conseguirlo todo o la perfección, algunas mujeres llegan a sentir que sus vidas están fuera de su control, llegando, a veces, a pensar que el peso corporal es la única área que pueden controlar o incluso, piensan que si consiguen el cuerpo perfecto la profesión o la pareja ideal aparecen por si solas.

Para otras, la dieta y los trastornos alimentarios pueden ser una salida o vía de escape de la rutina y preocupaciones cotidianas. La manipulación del peso y de su físico se convierte en una exclusiva ocupación, disminuyendo sus capacidades para enfrentarse a otros retos en la vida.

Si estamos ante una enfermedad eminentemente femenina, reflexivamente llegamos a suponer que la subordinación de la mujer está detrás. Que los padecimientos de las mujeres, los modelos y las explicaciones de la realidad de los varones estarán en la génesis del trastorno.

No están asociadas a la Anorexia ninguna estructura genital, ni dotación hormonal concreta, ni una determinada distribución corporal del tejido adiposo sexualmente específica… La Anorexia Nerviosa sí está asociada y mucho, prácticamente del todo, con el papel sexual, es decir, con el conjunto de comportamientos, cogniciones y sentimientos que son comunes a los individuos de un sexo dado en una comunidad dada, y que se adquieren merced al proceso de tipificación sexual.

Es el medio social en que uno nace y se desarrolla quien decide el papel sexual que en líneas generales le acompañará a lo largo de toda su vida. Y el papel femenino dominante a estas alturas del siglo XX, entre muchas otras desventajas, y también ventajas, conlleva la susceptibilidad a contraer trastornos de la ingesta como el que estamos comentando.

Es evidente que la mujer debe comer en público guardando unas formas que no son las mismas que se exigen a los varones. Comer mucho o incluso cantidades medianas de alimento, en presencia de otras personas, suele ser considerado vergonzoso o impropio de su condición si quien lo hace es una mujer. En el caso de los varones, puede y suele ocurrir lo contrario, la comilona no solo es aceptada, sino que suele ser exhibida.

La forma corporal ideal también señala diferencias entre ambos sexos. En nuestra sociedad el cuerpo femenino ideal se enmarca dentro del patrón "tubular". El varón, por el contrario, aún no aceptando la obesidad, si persiste en perseguir un modelo de desarrollo corporal máximo, de significativo volumen muscular, con anchas espaldas, determinando una imagen general de potencia física, en cualquier caso siempre de tamaño y apariencia superior al de una mujer.

Es obvio que nuestra cultura, dominada por los varones, requiere que las mujeres sean más delgadas en orden a limitar simbólicamente su poder. "La mujer, mucho más que el varón, tiende a identificarse ella misma con su cuerpo. Su cuerpo es mucho más autoimagen que en el hombre el suyo".

La sociología del género encuentra en el trastorno de la Anorexia, un ejemplo idóneo. Pensamos en una afección que está definida, construida socialmente en una configuración cultural donde hay desigualdad a favor de los varones, que recoge en su diagnostico y atención clínica a casi exclusivamente mujeres y que consiste, básicamente, en estar obsesionado con la apariencia del propio cuerpo, o sea, con las señales externas de valía, así definidas en una sociedad asimétrica en las relaciones entre hombres y mujeres.

LA "IDEALIZACIÓN" DE LOS TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN

Lo primero es sentirse deprimida y despreciable. Aprende a odiar tu cuerpo y convéncete de que estás gorda (aunque lo más probable es que no lo estés). Si has optado por la Anorexia Nerviosa, dedícate obsesivamente a hacer ejercicio, a tomar laxantes y a fumar, y sobre todo, no comas. Lo más probable es que tu peso disminuya en un 30%. Una mujer de 1.70 m de altura puede bajar a 28 Kg, por ejemplo. No olvides llevar ropa holgada: aunque tu cuerpo esquelético te parezca normal a los demás podría no parecérselo. ¿Y si decides volver a comer?. No es fácil. La Anorexia es prácticamente lo único sobre lo que ejerces cierto control. De hecho, incluso una terapia intensiva te proporciona una posibilidad entre tres de curación (y tienes el 15% de probabilidades de morir). Si no puedes permitirte la terapia (muchos seguros no la cubren), lo mejor será quizá salir de viaje: la Anorexia (corriente en las sociedades ricas, con abundancia de alimentos) es desconocida en tiempos de guerra o en los países pobres.

La Anorexia no es nada fascinante, sin embargo, ha quedado asociada a chicas muy inteligentes, de clase social alta, elevados rendimientos académicos y perfeccionismo. En la medida en que en nuestra sociedad se valoran mucho algunos rasgos como el autocontrol, el perfeccionismo y la búsqueda del éxito, éstos han llegado a convertirse en aspectos característicos de algunas personas con trastornos alimentarios.

Uno de los mitos que se ha ido desarrollando progresivamente sería el que éstos trastornos alimentarios sólo afectan a "chicas ricas", cuando en realidad, la Anorexia afecta a individuos de todo tipo de clases sociales, razas, edad y sexo. A través de esta imagen de algo excepcional y minoritario se crea la apariencia de que dichos problemas no son graves y se oculta su real implantación entre la población general.

A menudo, la gente bromea diciendo que "No le importaría tener un poco de Anorexia", pero en realidad, no es un asunto para tomarlo a broma, porque las personas que padecen Anorexia se encuentran tan obsesionadas por los alimentos y el comer, que apenas les quedan energías para poder desempeñar su trabajo o desarrollar sus estudios.

Estas personas que comenzaron sus dietas para ser más populares o más atractivas entre sus compañeros, debido a la naturaleza de los trastornos alimentarios (actitudes y creencias sobre los alimentos, el modo de comer, el temor intenso a engordar junto a los efectos psicofísicos del adelgazamiento excesivo) solo consiguen aislarse más socialmente y sentirse más descontentas consigo mismas.

LOS MEDIOS DE COMUNICACION

Los Medios de Comunicación prometen que las mujeres con bajo peso y esbelta figura serán más felices, más sofisticadas, tendrán más éxito profesional y en las relaciones sociales y en general, vivirán mejor. Aunque es absurdo pensar que el éxito se asocie solamente a la delgadez, algunas mujeres a menudo se valoran a si mismas en función de la adecuación de su cuerpo a las normas sociales y no toman en cuenta sus capacidades, inteligencia o personalidad a la hora de valorarse como personas.

La sociedad constantemente nos comunica que una de las más importantes funciones de la mujer consiste en tener un aspecto atractivo y los medios de comunicación lo perpetúan y refuerzan, haciéndonos creer que el cuerpo femenino o masculino expresan la esencia o la totalidad de las personas, es decir, que "de un simple vistazo podemos conocer totalmente a una persona". El atractivo de una mujer depende de su capacidad de mantener un aspecto juvenil, pareciéndose de esta manera a las modelos de la televisión.

Si nos encontráramos en una sociedad que a lo largo de los siglos hubiera valorado la obesidad, posiblemente, sus representaciones, Venus, La Gioconda, etc., serían obesas, los Efebos griegos serían obesos, en definitiva, todos los modelos o musas que han inspirado a pintores y escultores serían obesos.

No ha sido así, salvo algunas excepciones, como es el caso de Rubens, los cuerpos que nos ha cedido la historia plástica son generalmente proporcionados, sin volúmenes excesivos. ¿Eran en su época reflejo de la realidad?, seguramente no (en muchos casos la mayoría de la población sería bastante más delgada), pero aún cuando no eran reflejo de lo real, si eran reflejo de lo ideal. Sin duda la estética, basada fundamentalmente en la proporción, a marcado los cánones.

En definitiva, resulta esencial que las mujeres aprendan a juzgarse por otros patrones de medida para que puedan mejorar su autoestima, porque la apariencia juvenil desaparecerá con los años y los cuerpos perderán su figura inevitablemente, mientras que las cualidades personales y la cultura siempre se pueden valorar y mejorar.

La preocupación por la estética ha pertenecido siempre a las elites, pero se supone que siempre ha sido admirada por la mayoría. Eso no quiere decir que en Grecia la mayoría de la población aspirara a tener cuerpos como los de sus esculturas, quizá el cuerpo no tuviera entonces la importancia que le damos ahora. El problema de hoy es que aspiramos a ser una escultura, porque todos los días vemos esculturas (televisión, revistas, etc.) y además nos dicen que es más saludable ser así, incluso que es imprescindible ser así para vivir más y tener mejor calidad de vida, para gustar, para tener éxito, para tener amigas/os, etc.

Son los estereotipos de la publicidad, que en muchos casos tanto perjudican en el camino de la igualdad, referida ésta sobre todo al papel de la mujer como guapa y solo guapa y por lo general, tonta. Pero si somos sinceros y sinceras, todos y todas queremos ser guapas/os - por lo menos lo suficiente como para gustar, agradar, ser admiradas/os. La publicidad persigue que los actores y actrices de los spot nos gusten, nos agraden (siempre que sea ese su papel en el spot).

Hay personas que son sin duda más frágiles ante las modas, las captan inmediatamente, ¿son gente menos formada, son jóvenes en el momento de mayor indefinición e inseguridad?. Este sería quizás el punto más importante a analizar porque, desde nuestra perspectiva, la publicidad al influenciar especialmente a los/as más jóvenes de la población puede contribuir - no a crear anoréxicas - pero si a bombardear su ya potencial predisposición hasta lograr su enganche, mediante alguna dieta que se publicita con insistencia.

Píldoras, ¿No sería estupendo poder comer hasta la saciedad sin engordar ni un gramo?. ¡Pues ahora es posible!. Al parecer, esta gran píldora naranja elimina la mitad de cada gramo de grasa que digieres. Los medicamentos para suprimir el apetito (resto de píldoras) interceptan las señales cerebrales del hambre o te llenan de fibra. Pero prepárate a sufrir efectos secundarios: las píldoras para cortar el apetito pueden provocar insomnio, diarrea, problemas cardíacos, pérdida de deseo sexual y la muerte.

Aunque las modas las seguimos, en mayor o menor medida, todos y todas a grandes rasgos, no todos nos incorporamos a ellas por estar en la aparente modernidad, sino que podemos seguirlas también por pasar desapercibidos/as. La publicidad utiliza lo que está de moda, pero también nos impone nuevos tipos de moda.

CONCLUSION

Los trastornos alimenticios como su nombre lo dicen giran alrededor de la alimentación, por esto que es difícil combatirlos ya que comer es el eje de nuestra cultura, comer es necesario para el organismo, pero desafortunadamente se han creado muchos mitos alrededor de la comida. En cada cultura existe un concepto de belleza, por ejemplo en alguna tribus indígenas africanas las mujeres con cuello largo o labios gruesos son las más atractivas, antiguamente en china las mujeres con pies pequeños y corto caminar eran considerada como sex simbol.

En conclusión, la sociedad que generó el problema por plantear un absurdo modelo a seguir le da la espalda y esconde el daño que puede llegar a ser un trastorno de esta magnitud, si no los querían como eran antes por no cumplir esos “parámetros” como van a quererlos con el aspecto de moribundos. Es así como una sociedad que capta los mensajes de los medios y demás destruye la vida de una persona que tiene una autoestima baja y que quiso ser como eso que tanto admiraban los demás, y lo peor de todo esto, no sabemos qué es lo que la sociedad en verdad quiere porque los estereotipos seguirán cambiando y no sabrán priorizar entre la salud primero que la “belleza”.

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