Macro y Microsegmentación de “Estudiantes de Educación Superior y su relación con sus deberes Cívicos”

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Es sabido que en nuestro país la elecciones presidenciales son cada 4 años y que es una de las ocasiones donde podemos ejercer nuestro derecho cívico como ciudadanos. Elegir a quién gobernará el país en los siguientes años no es una cuestión de decidir que me voy a colocar hoy para vestirme, es una decisión trascendental en materia económica, laboral, de salud, política, entre muchas otras, por lo que inclinarse por quien tenga claros los propósitos para hacer surgir a un país y sus habitantes es de vital importancia para el desarrollo y crecimiento de este. Pero aquí nos encontramos con una “tónica” que se viene dando hace ya varios años, y es la disminución y la poca participación de los jóvenes en estas instancias y es en este punto donde queremos establecer una pregunta retórica que es nuestro pie para esta investigación.

Si hemos expuesto lo esencial e importante que es ir a votar…

¿Porque en los resultados queda reflejado que cada vez es menos gente la que va a votar, o que siempre la cantidad de personas inscritas mayores de edad vs la que realmente asiste a votar es notoriamente menor? ¿Cuando debieran estar equiparadas en cuanto a los números? Quizás el primer argumento que se nos vendrá a la cabeza es que esta baja se debe a la “voluntariedad del voto” y que al existir esta flexibilidad simplemente la respuesta es negativa por parte de los ciudadanos, sabemos que la frase “populista” que “los jóvenes no están ni ahí”, investigar encontramos una cantidad multidimensional de factores que afectan a esto.

Uno de los principales problemas es que hasta hace unos años atrás no existía o se había eliminado por completo la educación cívica en la etapa formal de educación (Kinder a 4º Medio), y eso se traduce en que no existe un sentido de responsabilidad en este aspecto, porque no hay una formación ciudadana, que debiese darse a temprana edad.

Otro problema pasa en que muchos jóvenes sienten que cada vez que hay elecciones las personas que se postulan al cargo presidencial simplemente no los representan, y eso les hace perder el interés por ir a escoger quien “menos no les gusta”, o no ir simplemente, cuando ese caso también podrían dejar el voto nulo porque ello también denota datos importantes después. Esto pasa porque los partidos políticos no se han encargado de generar una conexión representando intereses comunes.

Pero así como nos encontramos con ese tipo de opiniones, descubrimos que hay gente que piensa: “es sólo un 1 voto (el mío) seguro va a cambiar algo”, y es ahí donde se equivocan, porque así piensan muchas personas sienten que no hay una efectividad de su voto y su correlatividad, como si no tuviese incidencia alguna. Pero si extrapolamos este pensamiento a toda la gente piensa igual la cantidad de personas se vuelve significativa. Si sumamos al “individualismo” que se ha estado dando, notamos que “si no me afecta, no me interesa” tampoco hay una empatía por votar por alguien que quizás ofrezca mejoras al de al lado porque finalmente muchos piensan “da igual, mañana tengo que trabajar igual”, pensamientos que hay que erradicar, mediante una promoción de valores cívicos en los establecimientos y mediante mejoras técnicas, como “el dia que se vota”.

Y como parte de todas estas problemática es el sensacionalismo de las RRSS, es decir, vemos a muchas personas que se involucran con causas o manifiestan su postura, pero queda en nada, nuestra motivación es saber porque los jóvenes no pasan del doble tap o la reacción hacia el accionar, porque no realmente no hay justificaciones, el método de inscripción para votar es automatizados, todos estamos aptos una vez que cumplimos la mayoría de edad, incluso los trámites como modificar el lugar de sufragio o el cambio de región son trámites on-line, necesitamos averiguar si realmente están conscientes del peso de vivir en democracia, las responsabilidades y beneficios que conlleva, desde las legislaciones que nos plantean las reglas del juego hasta cómo se ejercen esos poderes.

Adjuntamos los resultados extraídos del servel.Donde se observa que del total, el segmento etario con mayor participación en dicha elección fue el rango de personas ubicado entre los 65 y los 69 años de edad, con un 69,16% de participación. Por su parte, quienes menos participaron en esta elección fueron los jóvenes de 18 y 19 años, con un porcentaje de participación de un 29,43%.

HIPÓTESIS

Finalmente notamos que los jóvenes no se sienten representados por ningún partidario político y por eso no sufragan, la gran parte de ellos no sienten la necesidad de votar debido a que creen que la política no influye en su vida diaria, sumado a eso no tienen la confianza por ningún representante por lo que le es desigual quien gobierne. El rechazo de ellos tiene un carácter eminentemente político. La juventud chilena ha desarrollado orientaciones negativas respecto a su sistema político debido a que desde la vuelta a la democracia ha existido una importante desconexión entre éste y los jóvenes, lo cual ha llevado a que

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