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Medios Y Democracia


Enviado por   •  5 de Abril de 2013  •  2.705 Palabras (11 Páginas)  •  369 Visitas

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MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y DEMOCRACIA

Prácticamente todos los estudiosos de los medios masivos de comunicación han advertido la estrecha relación que existe entre éstos y los ámbitos políticos y sociocultural en las sociedades modernas. Así, por ejemplo, existe un consenso en que los medios cumplen un papel protagónico en los procesos de socialización política y de formación de la opinión pública. Hoy en día no es posible analizar nuestras sociedades modernas, ni entender la complejidad que las caracteriza, sin hacer referencia al papel que juegan los medios masivos de comunicación en general, y en particular los medios electrónicos como la televisión o la radio.

En efecto, los medios influyen de manera decisiva en los patrones sociales de comportamiento. Las características y modalidades de influencia o de penetración social de los medios han generado un sinnúmero de disciplinas encargadas de su estudio. Hoy contamos con un conocimiento especializado producto de investigaciones sistemáticas sobre los más variados aspectos relacionados con el papel de los medios, desde los que se ocupan de la eficacia de los medios en la comercialización o los que observan los fenómenos de propaganda política.

Sin embargo, aceptando que los medios son fundamentales en las sociedades modernas, existen aún muchos aspectos que ameritan un tratamiento especializado o que requieren de mayor profundización. Uno de estos temas consiste en determinar el papel específico que desempeñan los medio masivos dependiendo de las características del ordenamiento político-institucional en el que están presentes. Más específicamente, me refiero aquí al tipo de régimen político y/o al estudio de evolución en que se encuentra un determinado ordenamiento político.

Por régimen político se entiende básicamente aquella parte de un sistema político donde se ubican las distintas estructuras de autoridad o instituciones políticas, las normas y los valores.1 Dependiendo de las características de estos componentes un régimen político puede ser democrático o no democrático. En algunos casos, la determinación del tipo de régimen debe considerar la etapa de evolución política en que se encuentran sus componentes, pues con frecuencia observamos sociedades que atraviesas por periodos más o menos largos de cambio político; es decir, procesos de transformación en el que están por definirse nuevas reglas del juego político así como nuevas instituciones políticas.

En el nombre con el que la literatura especializada ha definido estos procesos de cambio político, pero en particular aquellos procesos de transformación de un régimen no democrático a uno democrático, es el de la “transición democrática”.2 Ahora bien, dada la ambigüedad e incertidumbre que caracteriza a todo proceso de transición política, partimos aquí del supuesto de que el papel de los medios asume características particulares en el contexto de sociedades de tránsito. Consideramos la literatura, fundamentalmente politológica, que se ha ocupado del estudio comparado de los regímenes políticos, resulta relativamente sencillo establecer el papel diferencial que cumplen los medios de comunicación dependiendo de las características político-institucionales del contexto.

De entrada, cabe esperar grandes diferencias dependiendo del grado de democratización del régimen en cuestión. Por régimen democrático se entiende aquí aquel ordenamiento institucional caracterizado por: a) pluralismo político (es decir, la existencia de más de un partido en condiciones reales de competir por el poder político) y b) participación política (es decir, la existencia de condiciones reales que garantizan la inclusión del conjunto de la ciudadanía en los asuntos políticos).3

Obviamente, se trata de una definición mínima de democracia que enfatiza sus características procedimentales, más que ideales. En ese sentido un régimen democrático alude a un conjunto de procedimientos y reglas políticas que teóricamente garantizan la resolución pacífica de los conflictos en una sociedad. Entre las garantías que posibilitan esta condición deben ubicarse tantos los derechos individuales (tales como las libertades básicas de expresión, prensa, reunión, etc.) como los derechos políticos (tales como la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, el sufragio universal, etc.).

Por su parte, un régimen no democrático será aquel en el que no se cumplan o se cumplan parcialmente las condiciones referidas. Los tipos de régimen no democrático más conocidos son el autoritarismo, la dictadura y el totalitarismo. La distinción entre estas formas políticas se establece en función del grado de pluralismo consentido por las estructuras de autoridad, la presencia o ausencia de ideologías fuertes que justifican la inexistencia de prácticas democráticas, la centralización de las decisiones y el grado de autonomía que se confiere a ciertas organizaciones sociales. Como rasgo común, puede señalarse que todos estos regímenes no siempre garantizan su persistencia mediante mecanismos consensuales, sino que con frecuencia se apoyan en la represión, la coerción y el control más o menos rígido de los aparatos económicos e ideológicos del Estado.4

Al considerar el papel que juegan los medios de comunicación en el contexto de regímenes democráticos o no democráticos, el primer elemento que debe destacarse radica en su capacidad real de influir en la formación de la opinión pública. En este sentido, el estudio de los medios masivos, además de considerar la variable política, no puede ignorar las características de la sociedad en cuestión. Dicho de otra manera, el primer elemento a considerar es la capacidad real de inserción social de los medios. Es aquí donde podemos comenzar a establecer diferencias claras.

Por lo que respecta a los regímenes democráticos, cabe esperar que los medios de comunicación dispongan aquí de una fuerte autonomía respecto de los políticos, es decir, la actividad de la comunicación no está sujeta a rígidos controles políticos, sino que refleja la pluralidad ideológica y política de la sociedad en cuestión. En este sentido, en los regímenes democráticos, es muy común que los medios no sólo tengan una fuerte penetración o influencia en los patrones sociales de comportamiento, sino que también influyan en el ámbito político, es decir, son un efectivo instrumento de socialización, pero también pueden afectar el desempeño de las autoridades y demás actores políticos.

Existen muchos ejemplos donde la intervención de los medios ha sido decisiva en la debacle de un gobierno o en la modificación

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