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Mentes asesinas.


Enviado por   •  27 de Julio de 2016  •  Trabajos  •  1.184 Palabras (5 Páginas)  •  385 Visitas

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Este libro constituye sobre el tema de la violencia y de la delincuencia. La lectura permite comprender el cómo y el porqué del comportamiento violento. Presenta una visión a la vez realista y optimista que ofrece interesantes posibilidades para la identificación, prevención y tratamiento de la violencia. Para ello, la autora presenta casos de diferentes lugares del mundo: Hungría, Estados Unidos, Indonesia, Colombia, y en especial México, haciendo comprensibles conceptos y explicaciones desde la neurociencia que pocas veces se presentan dentro del contexto criminológico. Mentes asesinas la violencia en tu cerebro, a través de sus seis capítulos, cumple con el objetivo de difundir los aportes de la neurociencia al estudio de la criminalidad, a través de una mirada integral del comportamiento violento. Ostrosky, resalta la relación cerebro-conducta, presenta modelos multicausales como la interconexión ordenada y sistémica entre distintos factores para explicar la delincuencia. En palabras de la autora: “Hay que decir que el síndrome de la criminalidad es el producto de predisposiciones biológicas –incluidas las genéticas- para cometer actos impulsivos y violentos, y de sus interacciones con factores psicológicos y sociales” (p. 223). Otro aspecto es que el libro no está dirigido a mostrar un “problema de conducta” poco común, con excepción sobre asesinos en serie. A lo largo de la lectura invita al lector a conocerse a sí mismo y a quienes le rodean; ello con base en criterios explícitos y claros respecto a emociones básicas como el enojo. Leer Mentes asesinas motivo la reflexión en torno al tema de la violencia como un fenómeno cercano, próximo y real, versus la idea ficticia de que se trata de un tema que sólo atiende a casos extremos y de poca frecuencia. Ostrosky, anima a la reflexión sobre interrogantes de marcada importancia en la actualidad como las siguientes: ¿son las violentas personas libres para escoger entre el bien y el mal, o son esclavos de su condición biológica y de las circunstancias? ¿Podemos las personas “normales” llegar a presentar este tipo de conductas irracionales? El capítulo uno, Comprender la violencia. En él, se indica al entendimiento de la violencia como pre-requisito para lograr el principal objetivo de su estudio: la prevención. En este se da especial relevancia a la familia y a la educación de las emociones, tema que continuamente ha permanecido excluido de la criminología. Además, se recalca la necesidad de dedicar mayores esfuerzos en torno a la prevención, y, por el contrario, se sustente en la evaluación y aplicación de programas exitosos que hayan demostrado su efectividad. Al respecto, se indica que los estilos de educación, el nivel de apego afectivo, la tolerancia, el desarrollo de la empatía y de la compasión, son pilares de la prevención y son abordados de una manera sencilla pero hueca.

En el capítulo dos, Las emociones y el cerebro, se abordan temas en la Psicología y Criminología contemporáneas: la definición de las emociones y su relación con el cerebro, de tal forma que cualquier persona, sin ser experta en el tema, puede entenderlo. Ostrosky, explica la relación entre razón y emoción. Además, se presenta un tema que sin duda representa desafíos en la investigación criminal: “los nuevos detectores de mentiras”. A partir del conocimiento generado por la ciencia del cerebro en esta sección se describen “tecnologías sensibles que indagan directamente sobre la fuente donde se generan las ideas evitando con ello el proceso consciente de mentir” (p. 73,74). Dentro de las técnicas mencionadas se encuentran:

  • la evaluación de actividad encubierta de la corteza prefrontal antes de que las personas realicen informes verbales;
  • la utilización de imágenes termales;
  • las resonancias magnéticas funcionales; y
  • las huellas digitales cerebrales, a través de electroencefalograma.

En definitiva, el contenido de este capítulo abre interrogantes de gran importancia como el siguiente: ¿cómo puede afectar el desarrollo del conocimiento del cerebro la manera en que se imparte justicia? El capítulo tres hace énfasis sobre la necesidad de tener en cuenta si la violencia tiene causas externas o patológicas respecto a sí misma o sí es el problema de estudio en sí mismo. Lo anterior es relevante si se tiene en cuenta que, en el primer caso, sería necesario actuar sobre las causas secundarias antes que, sobre la violencia, por ejemplo: la depresión, los ataques de enojo, el consumo de sustancias tóxicas, la personalidad, los celos, etc. De igual forma, se revisan los conceptos de violencia primaria impulsiva y premeditada, y se discute la importancia de estas distinciones en los propósitos de prevención y de tratamiento de la violencia. Asimismo, el texto se refiere a las implicaciones de los tipos de violencia sobre la evaluación de riesgo de reincidencia, en el caso de delincuentes. En esta misma sección, el tema del terrorismo se aborda como ejemplo de uno de los subtipos de violencia. Enfocándose en la manera de pensar de los terroristas, explica por qué se comportan como lo hacen y se plantea la posibilidad de comprender el comportamiento delictivo y particularmente violento. Sin embargo, se advierte que la comprensión no funge como justificación para dejar libres a los responsables, pero sí debe considerarse como un llamado de atención a la necesidad de contar con estrategias complementarias o diferentes a la prisión para estas personas.

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