Modelo de naciones unidas Costa de Marfil

Desde el fin de los enfrentamientos post electorales en Costa de Marfil, las necesidades médicas siguen siendo críticas. En Abiyán los hospitales están desbordados, siguen llegando heridos y escasean los suministros. Al oeste del país muchas aldeas siguen desiertas y, aunque algunos de sus habitantes están retornando, aún hay decenas de miles de personas en campos de desplazados.

El personal sanitario de Costa de Marfil ha empezado a reincorporarse a sus puestos de trabajo en muchas zonas de la ciudad, pero el suministro de medicamentos y de material médico sigue siendo escasos y el sistema de salud no puede hacer frente a las enormes necesidades de atención médica urgente que existen en la zona. Dado que el sistema de salud aún no está en condiciones de hacerse cargo de la situación, Médicos Sin Fronteras (MSF) sigue prestando apoyo a varios hospitales y clínicas de Abiyán, donando medicamentos y prestando servicios de atención primaria y secundaria en varias comunidades.

El acceso a los servicios sanitarios es un gran problema en este país. Cabe destacar el avance en la actual política sanitaria con los cuidados en los establecimientos públicos para los niños y mujeres embarazadas de forma gratuita pero insuficiente. El “programa ampliado de vacunación” ha conseguido notables avances, pero su cobertura es tan solo del 26% debido a problemas logísticos como falta de equipamiento, de infraestructuras, etc. El presupuesto asignado al ministerio encargado de la salud es tan solo del 4% y su mitad es destinado a salarios del personal.

Costa de Marfil forma parte de los últimos 10 países con puntuaciones mas bajas de salud, educación y situación económica y política de las madres y niños.

UNICEF ha suministrado material medico de emergencia y medicamentos esenciales a 68 centros de salud e Bouaké y sus alrededores, como respuesta humanitaria a la emergencia que se está expandiendo en el país. Cruz Roja Internacional distribuirá en Bouaké, los kits médicos y medicamentos esenciales financiados por la Unión Europea. Entre estos se incluye antibióticos, cloroquina, jeringas desechables, solución de rehidratación, etc.

Miles de millones de personas se enfrentan a grandes desafíos para obtener el agua potable que necesitan debido a la escasez y la mala calidad del agua, la falta de infraestructuras o los desastres naturales como inundaciones o sequías. Se estima que el 80% de mujeres y hombres viven en áreas donde la seguridad del agua es considerada como de alto riesgo.

Después de años de inestabilidad política, Costa de Marfil esta experimentando un crecimiento importante con una tasa de crecimiento del 8% del PIB en 2016. El país está apostando por sectores como el de las infraestructuras para facilitar el acceso a la electricidad, agua, autopistas para conectar ciudades, etc.

Garantizar el acceso al agua potable es uno de los retos del gobierno de Costa de Marfil, país en el que 4 millones de personas no tienen acceso al agua potable. En el origen del proyecto se encuentra la constatación de que el acceso oportuno al agua potable es la prioridad de la población.

La ausencia de agua potable aumenta en gran medida el riesgo a contraer enfermedades a través del agua, como cólera o diarrea, que pueden causar la muerte a la población más vulnerable: la infancia.

Las patologías más frecuentes son:

•        Malaria: 3 millones de casos de malaria fueron registrados en el año 2013 y 3261 muertes. El 100% de la población vive en zonas de alto riesgo de malaria.

•        Diarrea

•        Infecciones ORL: infecciones otorrinolaringológicas son las enfermedades más frecuentes en la infancia

•        Anemias derivadas de la malaria y parasitosis

•        Infecciones pulmonares y cutáneas por estafilococo dorado

•        Virus VIH/SIDA: En Costa de Marfil, el 10% del total de personas contaminadas por esta enfermedad. Las estadísticas de ONUSIDA demuestran que mas de 400.000 niños marfileños son huérfanos a causa del sida y cerca de 16.000 niños pueden acceder a un tratamiento.

•        Paludismo: Es la principal causa de mortalidad infantil falleciendo alrededor de 60.000 niños cada año por este motivo. Gracias a campañas de vacunación masivas se han conseguido notables progresos en los últimos años, pero la situación continúa siendo dramática especialmente en las regiones rurales como consecuencia de la falta de infraestructuras médicas.

Más de 40% de la población de Costa de Marfil no tiene acceso a instalaciones sanitarias básicas. El problema es especialmente grave en las regiones rurales, donde mas de 4 millones de personas todavía no beben agua potable. Por este motivo, casi 2 millones de niños y niñas mueren cada año por enfermedades relacionadas con la falta de agua limpia y saneamiento adecuado. En conjunto, el agua sucia y la falta de saneamiento constituyen la segunda causa de mortalidad infantil en el mundo.

Se considera que la situación actual en la que en torno a 900 millones de personas en el mundo se ven privadas de acceso a agua limpia y aproximadamente 2.600 millones no tienen acceso a un saneamiento adecuado, esto está mas relacionado con factores sociales, políticos y económicos que con factores naturales, por ello suele decirse que mas que una crisis de agua, el mundo se enfrenta a una crisis de gobernabilidad del agua.

Apenas el 12% de la población mundial consume el 85% del agua dulce disponible en el planeta. Desigualdades en el acceso entre países del Norte y del Sur son evidentes, pero también las diferencias dentro de un mismo país entre población indígena y no indígena, el entorno urbano o rural, genero, clase y etnia condicionan el acceso, un acceso amenazado por otros usos del agua, (agricultura e industria), la contaminación y los intereses comerciales. Por todo ello es importante que el acceso al agua y saneamiento se regule en clave de derechos humanos.

        Obligaciones de los Estados

La observación general especifica las obligaciones de los Estados en relación con el derecho humano del agua

• Respetar: mantener el acceso existente exige que los Estados se abstengan de injerirse directa o indirectamente en el ejercicio del derecho al agua. Significa no contaminar, no desconectar injustamente, no aumentar desproporcionadamente el precio del agua ni inmiscuirse arbitrariamente en los sistemas tradicionales de distribución del agua.
• Proteger: regular a terceras partes. Debe establecerse un sistema normativo eficaz que prevea una supervisión independiente, una autentica participación pública y la imposición de multas por incumplimiento.
• Cumplir: facilitar, promover y garantizar el derecho, esto implica reconocer el derecho en el ordenamiento político, jurídico nacional, adoptar una estrategia y un plan de acción nacional, velar por que el agua sea asequible para todas las personas y difundir información adecuada acerca del agua, saneamiento e higiene.

Posibles soluciones

1. Educar para el cambio de modelos de consumo y estilos de vida, desde uso individual a el de grandes corporaciones. El factor inicial es el conocimiento y concienciación sobre el problema a afrontar.
2. Desarrollar nuevas tecnologías de conservación y almacenamiento del agua en las zonas donde los acuíferos se están agotando y el aporte por agua de lluvia es cada vez más impredecible.
3. Reutilización de aguas residuales.
4. Mejorar el riego y las prácticas agrícolas. Un 70% del agua dulce del mundo se utiliza para la agricultura.
5. Mejorar la captación de agua.
6. Mejorar la infraestructura de distribución. Las deficiencias en la distribución tienen un impacto serio en la utilización de los recursos, la salud y la economía.
7. Reducir la huella del agua corporativa. Las industrias dan cuenta de aproximadamente el 22% del consumo de agua a escala mundial. La huella corporativa incluye el agua que se consume directa e indirectamente cuando los bienes son producidos.
8. Luchar contra la contaminación. La medición y control de la calidad del agua es esencial para la salud humana y la biodiversidad. Deben establecerse políticas de desarrollo basadas en garantizar que el uso del agua no lleva a la reducción de su calidad y el medio.
9.  Proyectos hidráulicos en los países en desarrollo basados en la transferencia de tecnología.

El mundo dispone de gran abundancia de agua dulce, aunque está desigualmente repartida. No obstante, su gestión deficiente, la escasez de recursos y los cambios medioambientales hacen que uno de cada cinco habitantes del planeta no tenga acceso al agua potable y que 40% de la población mundial no disponga de sistemas básicos de saneamiento, según el segundo Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo.

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