Origen del poder

El Origen del Poder

En la aurora histórica, la mañana gozosa que ilumina el espíritu humano, se indica como complemento necesario de la ley la formación de un organismo encargado de su proclamación y explicación. Abandonando la cueva, simple refugio de los helados glaciares, el hombre decidió crear la primera forma de convivencia inteligente que le permitiera desarrollar las habilidades que poseía en infinitas latitudes. Se suma entonces al grupo contingente original y da realidad y poder al grupo social, que es una feliz síntesis de muchas voluntades unidas en la idea de un bien espiritual y material común.

Los deberes del trabajo agrícola y la disciplina de la planificación urbana llevaron más tarde a una mayor cohesión tribal y cívica. La oposición de intereses y derechos contrapuestos o paralelos promueve la idea de limitación de la acción. De aquí proviene el concepto de derechos subjetivos, el derecho a actuar dentro de unos límites razonables sin afectar las acciones de los demás, y el concepto de derechos objetivos, un conjunto de normas que tiene por objeto garantizar la legítima convivencia de los individuos. Al principio, el sistema legal era extremadamente simple, ya que el poder judicial estaba bajo la competencia del líder del grupo.

La preexistencia del ayllu del Tahuantisuyo, con su fuerte patrón agrícola, propició la formación de un sistema legal extrañamente complejo, pero capaz de regular los procesos judiciales y asegurar la armonía social.

El alguacil fue creado por la agrupación de familias, y los incas eran líderes teocráticos, los rangos más bajos de esta escala estaban formados por los gobernantes Chunka-Kamayoku y docenas de jueces de familia. Además de sus cualidades económicas, políticas y estadísticas, añadía también cualidades de juez, como el reconocimiento de errores. Castigar desde una edad temprana, resolver inmediatamente las disputas de propiedad y declarar el derecho a negociar. Sus sentencias podían ser apeladas ante el Pacha-Camáyoc, quien fue el primero de los cien en pronunciarse, pero quien luego presentó sus respectivos informes al Huaranga-Camáyoc. Este funcionario, o representante del monarca, ejerce su jurisdicción sobre mil familias, resuelve las disputas surgidas en la propiedad o distribución arbitraria de las tierras cultivables y castiga a los criminales con penas corporales.

Si la situación es grave, avisará al gobernador de las diez tribus, Huno Kamayok, o esperará al eunuco para juzgar o castigar al culpable. El Inspector Imperial o Tucuiricuc que administra la corte en todas las extensiones de una de las grandes provincias en que se dividían los cuatro "suyos" o regiones del imperio. Tucuiricuc no es solo el gobernador, también es el juez que revisa los juicios de Michos, Hunos, Huarangas, Pachas y Chunca-Camáyoc. También concedió denuncias contra estos funcionarios por incumplimiento de sus funciones y pudo delegar sus funciones en "mitches" o suplentes nombrados por él. Como si no se hubiera hecho ya justicia, los incas nombraron censores todopoderosos, cuyos juicios rara vez eran apelados ante un tribunal de doce con el consejo de un procurador o auta-quipucamáyoc.

Las dudas sobre su importancia llegaron al Consejo Supremo de Apocún, que tomó en cuenta este tema a petición de uno de sus miembros o de los propios incas. El ordenamiento jurídico inca se construyó en una cultura que apenas era de bronce y no sabía leer ni planchar ni montar, y su sabia organización patriarcal merece una calurosa admiración.

En todas las grandes monarquías del antiguo Oriente, los jueces presidían los juicios en nombre del rey, que era el juez supremo ante el que se podían presentar reclamaciones legales. En Egipto, la ley está determinada por el estatus de la tierra como representante de Meta, la hija del faraón Ela, la diosa de la verdad y la justicia. Los tribunales son muy respetados y sus jueces son los funcionarios mejor pagados de todo el reino. La tramitación del proceso se realiza por escrito, práctica jurídica cuya observancia sigue siendo la garantía más segura de objetividad y seriedad.

...