PARTICIPACIÓN Y ORGANIZACIÓN, HERRAMIENTAS PARA MEJORAR EL IMPACTO DEL CAPITAL SOCIAL EN EL DESARROLLO LOCAL
marcedes199227 de Octubre de 2014
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Resumen:
El presente trabajo, fue realizado dentro del marco del Programa de Voluntariado
Universitario, en pos de contribuir a co-construir un tejido productivo, social y político que garantizara
un proceso de transformación de la sociedad basado en la ética de la equidad, la participación
democrática y federal. Para ello nos propusimos vincular experiencias productivas, organizativas,
culturales y sociales que se desarrollaban en diferentes comunidades de la provincia de Córdoba.
Como resultado de 2 talleres iniciales con el objetivo de obtener un diagnóstico productivo y
socioeconómico del que participaron referentes locales, se definió, en forma participativa, la situación
de cada zona y se planificaron las actividades.
Para eficientizar el uso de los recursos se trabajó con referentes que, luego, actuaron como
multiplicadores de saberes y acciones. Así, los referentes locales junto a miembros de cada
comunidad desarrollaron en talleres-encuentro las actividades de su interés que versaron sobre:
huerta orgánica (planificación, siembra, asociaciones), uso de abonos orgánicos, control de plagas
con productos naturales y caseros, elaboración de fertilizantes biológicos, elaboración de dulces
mermeladas conservas escabeche de cabrito arrope e Intercambio de productos y saberes.
La metodología, respetuosa de los conocimientos, capacidades individuales e idiosincrasia
comunitarias, generó una empatía que facilitó desarrollar la propuesta, promover el empoderamiento
de sectores que sufren la falta de oportunidades y generar relaciones sociales de equidad
(horizontales) al permitir un continuo aporte de ideas y propuestas. Se realizaron talleres–encuentro
de capacitación, intercambio y organización sobre las temáticas demandadas. La participación activa
de promotores y referentes comunitarios en el doble rol de educadores de sus pares les posibilitó
identificarse e involucrarse con las actividades del proyecto. De esta forma se crearon espacios de
reflexión sobre la realidad de forma crítica, participativa y democrática que permitieron resguardar y
revalorizar saberes y estrategias de producción ancestrales, mediante la transmisión de
conocimientos de las personas mayores a las más jóvenes favoreciendo el desarrollo de su identidad
cultural. Paralelamente, los diálogos y reflexiones acerca de la realidad, el intercambio de productos y
saberes recrearon y fortalecieron la capacidad organizacional. Así, al final del proyecto algunos
participantes se han auto-organizado e intercambian recursos (culturales, económicos, sociales y materiales).
ANTECEDENTES:
Este proyecto llevado a cabo dentro del marco ofrecido por el programa de
Voluntariado Nacional, de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de
Educación de la Nación, surgió como resultado del trabajo realizado durante el curso de
formación “Gestión de competencias para la innovación productiva organizacional y la
inclusión social” entre algunos de los promotores del programa Prohuerta de la provincia de
Córdoba que participaron del mismo.
Con esta propuesta se buscaba vincular las experiencias productivas, organizativas,
culturales y sociales que los participantes venían desarrollando en cada comunidad.
Experiencias que presentan heterogeneidad en el grado de participación, acceso a los
recursos, acceso y circulación de bienes, servicios, conocimientos e información, en el grado
de organización de las mismas como también en las conexiones entre las organizaciones de
una misma localidad o entre localidades.
Además, se pretendía fortalecer el impacto del programa ProHuerta mejorando el
trabajo en las zonas menos organizadas brindando la capacitación técnica necesaria a los
promotores, además de promover espacios de encuentro para intercambiar aprendizajes,
estimular el análisis participativo, crítico de la realidad y a la vez posibilitar, progresivamente,
formas organizativas solidarias de producción y de comercialización (redes de intercambio y
ayuda mutua); promover relaciones sociales de equidad (enlaces horizontales y verticales
entre la economía solidaria, la empresarial y la del estado); posibilitar el contacto entre
diferentes realidades ecológicas, culturales, sociales; permitir el intercambio de experiencias
entre la Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano de la ciudad de Córdoba con la
Escuela Provincia de Buenos Aires de Quilino; concientizar la importancia del consumo de
alimentos sanos que hayan sido producidos con tecnologías apropiadas y que utilicen mano
de obra local; vincular la oferta de estos productos con la demanda organizada de los
mismos; incentivar el compromiso de instituciones con las comunidades en las que se
insertan; comunicar a la sociedad estas experiencias solidarias permitiendo descubrir el
sentido de responsabilidad del trabajo comunitario, y el reconocernos como hermanos en la
búsqueda del bien común.
Participaron adolescentes de la escuela Manuel Belgrano y la escuela Provincia de
Buenos Aires de Quilino junto a sus familias; promotores, huerteros y artesanos (mujeres y
hombres) de los diferentes lugares (barrios de la ciudad de Córdoba, La Calera, Unquillo,
Saldán, Santa María de Punilla, Bialet Massé, Quilino, San José de las Salinas). En algunos
casos la propuesta llegó a niños en guarderías, jardines de infantes, escuelas primarias u
hogares de ancianos. En gran parte, los destinatarios directos e indirectos no contaban con
cobertura social, eran desempleados o sub ocupados que realizaban tareas informales. En
algunos casos las familias tenían miembros discapacitados o con enfermedades que
requerían del cuidado y tratamientos rigurosos, siendo la actividad artesanal y la producción
de alimentos las únicas estrategias que les permitía acceder a ingresos monetarios o el
intercambio por bienes o servicios que les aseguraran su subsistencia. En un alto porcentaje
las familias eran numerosas y estaban a cargo de mujeres, los hijos mayores se veían obligados a trabajar tempranamente bajo condiciones laborales precarias, migrando a las
ciudades en donde se replican en forma potenciada las condiciones de desigualdad, y ante
esta vulnerabilidad pasan a formar parte de los círculos de pobreza. Ante las dificultades
socioeconómicas el 95% había cambiado su alimentación disminuyendo calidad y cantidad
de alimentos. El nivel educativo era heterogéneo, pero los animaba el interés de trabajar por
el bienestar común, por dejar a las próximas generaciones un país justo, inclusivo,
democrático y soberano.
Se estima que fueron unas 200 personas las destinatarias directas del proyecto de
voluntariado, llegando indirectamente a un total aproximado de 400 personas.
En las localidades de Quilino y San José de las Salinas (ambas del Dpto. Ischilín, NO
de la provincia de Córdoba) se había desarrollado, durante el año 2001 el proyecto
“Promoción e implementación de prácticas de cultivo y transformación de productos de la
tuna” financiado por Universidad Nacional de Córdoba mediante una beca de la Secretaría
de Extensión Universitaria. En el año 2002 se llevó a cabo el proyecto “Capacitación y
organización de grupos para el fortalecimiento de actividades artesanales y productivas de
autoconsumo”. Durante el período 2003-2006 se trabajó en “Estrategias socio productivas
para el desarrollo agroecológico”. Estos últimos proyectos fueron financiados por Caritas
Argentina y ALOP-CLAEH (programa Alianzas estratégicas para el desarrollo local en
América Latina).
Como resultado se contribuyó a mejorar el ingreso de las familias a través de
diferentes estrategias: comercialización de productos artesanales al turista y la venta de
excedentes a mercados locales. Se contribuyó al ahorro familiar con el autoabastecimiento
en frutas, hortalizas y verduras y con el trueque de productos por bienes y servicios. Las
personas manifestaron que la formación recibida permitió calificarlos para acceder al
mercado laboral. Se logró reconocer el valor de los recursos locales, promover su
conservación y buen uso. Se logró el reconocimiento de los grupos en las comunidades al
generarse el diálogo entre el municipio, cooperativa de servicios y cáritas parroquial. El
municipio generó acciones tendientes a la promoción del turismo. Se conformaron cuatro
grupos de producción y venta asociada que dialogan y negocian con el municipio y otros
agentes locales. Se logró valorar culturalmente a la mujer como fuente de saberes y
estrategias de producción.
La estrategia que permitió multiplicar la propuesta fue la formación de promotoresmultiplicadores
y el establecimiento de una red de intercambio entre los grupos y ambas
comunidades (experiencias de comercialización, ferias, exposición de productos). Generó
condiciones de inclusión social al participar de las capacitaciones familias muy
empobrecidas, logrando acceder a insumos para la autoproducción de alimentos.
Culturalmente recuperó saberes
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