Perdida De La Seguridad

PERDIDA DE LA SEGURIDAD Y SOBERANÍA ALIMENTARIAS EN LOS PAÍSES DEL SUR.

El 27 de junio de 2001, George w Bush manifestó que era muy importante “para nuestras nación… cultivar alimentos, alimentar a nuestra población. ¿Pueden ustedes imaginar un país que no fuera capaz de cultivar alimentos suficientes para alimentar a su población? .Seria una nación venerable. Y por eso, cuando hablamos de la agricultura estadunidense, en realidad hablamos de un asunto de seguridad alimentaria.

Los gobernantes de los Estados Unidos defienden su soberanía alimentaria, al mismo tiempo publica en todos los otros países, en especial en los más empobrecidos, el abandono puro y simple de cualquier política que tienda a mantener una producción de alimentos suficiente y autónoma para garantizar una vida digna a sus habitantes. En otros términos, Estado Unidos garantizan su plena seguridad alimentaria pero propende por una absoluta dependencia alimentaria para los demás, como una condición para dominarlos.

Luego de alcanzado el objetivo de implantar la dependencias alimentarias de buenas partes de los países del los Estados Unidos y sus multinacionales han procedido a véndeles alimentos en condiciones y precios absolutamente desventajosos. Como resultados se observa, entonces, que gran parte de los países del mundo que hasta no hace muchos años producían sus propios alimentos ahora se ven obligados a cómpralos a las multinacionales, gastando importantes recursos de sus presupuestos nacionales, que de otra manera podrían invertir en servicios sociales, escuelas u hospitales. La perdida de la soberanía alimentaria de los países dependientes lo ha hecho más vulnerables a los dictados políticos y económicos de los países imperialistas, debido a que el suministro de alimentos se convierte en un instrumentó de chantaje para que los países abran completamente sus economía e impongan toda las políticas de ajuste estructural que se le exige.

Por su parte, el concepto de soberanía alimentaria va más allá de la noción usual de seguridad alimentaria que se ocupa de garantizar una producción suficiente de comida en condiciones higiénicas sin tener en cuenta qué comida se produce, cómo, dónde y en qué escala, la soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a definir su política agraria y alimenticia.

El concepto de soberanía alimentaria se constituye en un importante soporte teórico y político en el desenmascaramiento de los intereses del capital transnacional, y de sus socios locales, que están tras la implementación de las políticas agrarias del neoliberalismo que están destruyendo las economías campesinas, que han priorizado la exportación de productos agrícolas a costa de la alimentación de los pobres y que han aumentado el hambre en el planeta.

RELACIÓN ACELERADA DE LA BIODIVERSIDAD.

Una de las claves que explica esa permanencia de las economías campesinas está relacionada con la preservación de la biodiversidad, entendida como la existencia de una amplia variedad de especies vegetales, forestales y animales, adecuadamente explotadas.

Pero en estos momentos arrecia la andanada transnacional del capitalismo contra las sociedades indígenas y campesinas, teniendo como una consecuencia inmediata la reducción de la diversidad biológica y cultural existente en las zonas tropicales. La eliminación de la biodiversidad, es un verdadero crimen contra la humanidad, se ha incrementado en las últimas décadas como resultado de la penetración del capital transnacional hasta los últimos rincones del planeta, con la consecuente expropiación de las tierras, bosques, plantas, animales, saberes y cosmovisiones indígena y con la mercantilización de todo lo que encuentra a su paso.

Unos de los ejemplos más dramáticos de los que se significa la pérdida de la biodiversidad es el del maíz, planta milenaria y sagrada de buena parte de los grupos indígenas de América. Finalmente,

“Lo que está ocurriendo con esta semillas se inscribe en el proyecto de la globalización de despojar a los pueblos de su identidad y de su historia, y va de mano de la imposición de un proceso agroindustrial protagonizado por los productores de las semillas transgénicas para hacer dependientes a los países en desarrollo de las semilla y los abonos químicos que éstos comercializan”

LA PRODUCCIÓN DE ALIMENTOS: UN LUCRATIVO NEGOCIO MUNDIAL

Las políticas neoliberales en materia agrícola, alcanzadas por el banco mundial y sustentadas teóricamente por el enjambre de economistas y científico sociales convertidos en los legitimadores ideológicos de ese proceso, puede decirse con solidó fundamento que han provocado el aumento del hambre en el mundo, como resultado de la degradación o destrucción de ecosistemas, la reducción de la diversidad biológica y cultural, el empobrecimiento de la población y el aumento de la deuda externa y de la dependencia. No otra cosa puede esperarse de un modelo criminalmente homogenizado, sustentado en los dogmas del crecimiento, del libre comercio y los piases imperialistas que controlan el 75 por ciento de comercio mundial y el 70 por ciento de las importaciones y exportaciones agrícolas.

Ahora bien para que todo esto sea posible previamente es necesario convertir a los productores agrícolas en mercancías. Esto tiene profundas implicaciones sociales, ya que se requiere transformar la misma concepción de lo que es un alimento y para qué sirve. Un alimento, en la lógica capitalista, deja de ser visto como un componente central de la supervivencia, de la cultura y de los ecosistemas para convertirse en valor de cambio que debe general ganancia para los capitalistas.

La agricultura se ha convertido en un lucrativo negocio mundial, controlado. Hace 20 años existían miles de empresas que vendían semillas, la mayoría de ellas pequeña empresas familiar. Hoy, las diez empresas de semillas más grandes controlan aproximadamente la tercera parte del comercio mundial de semillas que está valuado en 23 millones de dólares.

El impacto de la lógica mercantil sobre la nutrición humana es la de Nestlé, la principal productora de alimentos en el mundo, que desde hace varios años ha impulsado la sustitución de leche materna por leche procesada. Eso ha traído como consecuencia inmediata la muerte anual de un millón y medio de niños por el uso del biberón, lo cual se origina porque la lactancia artificial obliga a emplear agua, generalmente impotable en los países del Sur. Nestlé niega que la leche materna contenga anticuerpos de la madre que protegen al niño

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